En lo militar, con base a la Nueva Concepción Doctrinaria de la Seguridad y Defensa Integral de la Patria que nos aleja diametralmente de la vieja doctrina de seguridad nacional impuesta por los gringos a lo largo de 200 años en toda la América Meridional; ello pasa por establecer nuevas alianzas regionales y mundiales que permitan sustentar nuestra soberanía; en lo social, nos expresa la novedosa categorización y reconocimiento del rol del pueblo en la construcción de su devenir histórico; en lo cultural, indicándonos las coordenadas a seguir para probar nuestra existencia como pueblo, autodeterminación y soberanía total; en lo político, direccionando la visión que debemos tener acerca de la nueva concepción democrática que se sustenta en la participación y protagonismo del pueblo (socialismo del Siglo XXI), en la toma de decisiones y construcción de las políticas públicas en el plano nacional, regional y local, consolidándose cada vez más este poder político, en las estructuras (Consejos Comunales, Comunas), nacidas en el marco de la V república; y por último, lo económico, se expresa en el contenido en el artículo: 299, que acentúa: …“El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia, protección del ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta”…
Refiriendo sobre lo anterior, podemos subrayar la existencia de tres (03), niveles de la economía; valga decir, economía de Estado -que refiere a aquella que emana y se instaura con base a los Acuerdos y Convenios internacionales que la república suscribe con sus iguales a nivel internacional en función de consolidar los intereses geopolíticos de la nación-, soportando lo anterior en el artículo, Artículo 303, …”Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A., o del ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando las de las filiales, asociaciones estratégicas, empresas y cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del desarrollo de negocios de Petróleos de Venezuela, S.A”...; economía comunal y/o popular, Artículo 308, …”El Estado protegerá y promoverá la pequeña y mediana industria, las cooperativas, las cajas de ahorro, así como también la empresa familiar, la microempresa y cualquier otra forma de asociación comunitaria para el trabajo, el ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva, con el fin de fortalecer el desarrollo económico del país, sustentándolo en la iniciativa popular. Se asegurará la capacitación, la asistencia técnica y el financiamiento oportuno”...
Podemos afirmar, que es aquella en la cual el Estado garantiza recursos, infraestructura y medios, para que el pueblo sea, productivamente hablando, cada vez más soberano con base a la idea de autodeterminación; y por último, la economía particular y también mixta, donde se advierte: artículo 112. …”Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más limitaciones que las previstas en esta Constitución”… “El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando la creación y justa distribución de la riqueza”… …“El Estado conjuntamente con la iniciativa privada promueve el desarrollo de la nación para obtener los logros de los objetivos y elevar los niveles de vida de la sociedad”… Para sustentar lo anterior, nos remitiremos a los artículos: 299 …”El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta”... 300 “La ley nacional establecerá las condiciones para la creación de entidades funcionalmente descentralizadas para la realización de actividades sociales o empresariales, con el objeto de asegurar la razonable productividad económica y social de los recursos públicos que en ellas se invierta”... 301 “El Estado se reserva el uso de la política comercial para defender las actividades económicas de las empresas nacionales públicas y privadas. No se podrá otorgar a personas, empresas u organismos extranjeros regímenes más beneficiosos que los establecidos para los nacionales. La inversión extranjera está sujeta a las mismas condiciones que la inversión nacional”...
Observamos implícito (subrayado nuestro), que el Estado garantizará condiciones para que “nazca” un nuevo sector nacional productivo de carácter privado, originario y patriota (no el terrorista, cuarto republicano y pro imperialista), que tenga capacidad de constituir y diseñar un aparato productivo que cree empleo, un razonable retorno de capital y la soberanía económica patria. Lo que significa que deberán romper con el antiguo esquema utilitarista de apropiación de la renta petrolera que otrora la burguesía parasitaria e hipertrofiada generó para consolidar un capital originario tanto en tiempos del Pacto de Punto Fijo, como en anteriores regímenes de gobierno de carácter civil y/o militar tanto a finales del siglo XIX como durante todo el siglo XX.
Aun cuando la revolución es permanente, como podemos ver, por ahora no tenemos que inventar el agua tibia ya que todo lo anterior, está garantizado en un cuerpo de Leyes algunas de ellas de carácter Orgánico, que respaldan la actual CARTA MAGNA, como sería el caso del denominado “Plan de la Patria”.
Finalmente, no necesitamos una oposición “razonable” al estilo del bipartidismo burgués del siglo XX, pues la mayoría se impone y es deber de todos trabajar en función de la Patria.
Lo que requerimos es lograr atajar el burocratismo y erradicar la corrupción y a la par, consolidar las misiones socialista, no sólo como un derecho del pueblo históricamente excluido a ser reivindicado, sino también como un mecanismo para detener la conspiración en cierne; solo así, seremos cada vez más exitosos e inderrotables. Lo otro sería, transitar los viejos caminos del “Viejo Régimen” (históricamente desplazados), que no sería otra cosa que reeditar el pasado y eso, no lo quiere nadie.