¡Qué paradoja!, la señora Gloria Cuenca, en su artículo de Últimas Noticias del pasado domingo 19, bajo ese título, hace conocer su desagradable sorpresa porque el Presidente Nicolás Maduro, en una de sus más recientes comparecencias por la TV, expresó su total indignación por la puesta en vigencia en España de la Ley de Seguridad Ciudadana, mejor conocida como la "Ley Mordaza".
El Primer Mandatario, efectivamente, así dio a conocer al país esa ley sancionada en España, debido a que dicha norma restringe, por vía de la imposición de sanciones pecuniarias excesivamente altas e impagables (cifras que oscilan entre los 300 y los 600 mil euros), los derechos de los españoles que osen organizar y/o participar en manifestaciones públicas, irritación esa perfectamente explicable del Presidente Maduro y que él la potenció aún más con su tono de voz y su clara expresión de molestia en el rostro, a la luz de las inaceptables y persistentes acusaciones que le hace a su gobierno el presidente del país Ibérico, Mariano Rajoy, quien sin tener prueba alguna y sustentadas sólo en falsedades de todo calibre, asegura que en Venezuela se violenta de forma sistemática los derechos humanos, que se coarta la libertad de prensa y entre otras imputaciones más que se atreve a hacer este sujeto de la más rancia derecha española, que de manera sistemática los organismos de seguridad del estado venezolano aplican una política de persecución implacable a los periodistas…
Más allá de su antichavismo visceral, el cual lo hace saber una y mil veces esta señora Cuenca en sus notas de prensa semanales, buscando con ello, muy seguramente, que la llamada "sociedad civil" y en particular, los amos del valle, terminen de creerle que, ciertamente, ella renegó hace mucho rato del comunismo, sorprende sobremanera y en esto sí que hay suficientes razones para que ello nos ocurra, que ella, toda una profesional de larga trayectoria en el mundo de la comunicación, profesora -además- de Ética de esa carrera en la UCV, afirma en la misma nota que: "No conozco (esa) ley española, y ahora entiendo lo que dijo Humberto Cuenca: "La mejor ley de prensa es la que no existe".
Entendemos que el doctor Cuenca fue su padre, quien tuvo notoriedad como político de izquierda y por haber sido cofundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Falleció a muy temprana edad (1911/1965).
Es realmente insólito que la profesora Cuenca desconozca esa novísima ley de la monarquía española que ha causado tanto revuelo en el mundo civilizado y democrático, simplemente porque no hay duda alguna de que se trata de una normativa propia de regímenes de fuerza, como lo fue el de Francisco Franco y el de los muchos sujetos criminales de igual catadura y otros no muy diferentes, disfrazados de socialdemócratas, que padecimos los latinoamericanos durante casi todo el siglo XX, por efecto de las políticas imperiales del "buen vecino" del norte, aseveración ésta que, damos por seguro, le molestará sobremanera a ella que eso lo afirmemos con la debida contundencia…
Le sugerimos a la ex camarada Cuenca, dada su profesión y a que observamos que es columnista habitual de opinión en los medios de comunicación, que se actualice leyendo con el debido interés y rigor esa Ley Mordaza…
Es una pena, como dicen nuestros hermanos colombianos, que esta dama no esté enterada de que los españoles, con esa nuevo esperpento y atroz instrumento legal, se les haga ahora más cuesta arriba, poder manifestar su inconformidad y tremenda arrechera (término éste ya de uso común, utilizado por un ex candidato presidencial de nuestro país), ante las políticas neoliberales de su gobierno que les ha quitado sus puestos de trabajo (25% de desempleo general y +50% para jóvenes en edades comprendidas entre 18 y 35 años); su viviendas (600 desahucios diarios); les aumentaron la edad para el derecho a la jubilación y entre otras medidas neoliberales, les rebajaron el monto de las jubilaciones y pensiones…
Para concluir, le damos este dato a la profesora Cuenca para ver si se anima no sólo a leer la mencionada ley, sino a que nos las comente en sus artículos para los medios: El que conforme un grupo y con pancartas proteste enfrente al Congreso de los Diputados o quién se resista o sólo preste su ayuda para impedir un desahucio, es castigado con multas que están entre los treinta mil y seiscientos mil euros.
¡Naguará!, como diría un larense…