La delincuencia criminal es uno de los graves problemas que confrontamos los venezolanos. Se trata de una atroz realidad, de la cual tenemos la percepción, más allá de las posiciones políticas que tengamos, que pareciera que cada día se hace mucho más agudo.
Los medios en general, día tras día, nos reportan asesinatos que suceden en cualquier lugar del país, por distintas razones: venganza, robo del celular, del vehículo, o por cuestiones fútiles, pasionales, etcétera y no es que falsean la realidad, dicen la verdad…
No obstante ello y en la generalidad de los casos, le agregan a la noticia que ello ocurre porque el gobierno carece de una política de Estado frente a la inseguridad. Que se hace de la vista gorda y no hace absolutamente nada para enfrentarla. Concluyen, añadiendo, que Venezuela es el país más violento del mundo, sin aportar cifras serias que así lo demuestren.
En ocasiones indican algunas obtenidas de Ong´s, dizque defensoras de derechos humanos, las que, al indagar sobre su trayectoria, advertimos que se trata de organizaciones creadas para conspirar y dañar la imagen del país, las cuales se financian con dinero que viene del exterior, suministrado por entes, como: Usaid y la Ned de USA; Faes de España y, entre otras, la Fundación alemana Konrad Adenauer, quienes manejan presupuestos millonarios aprobados para esos fines, por los parlamentos de esos países.
Si optamos por abrir el amplio abanico de información que nos ofrece la red, nos encontramos con variada información que desmiente que nuestro país sea el más violento del mundo, de donde se hace evidente que esos medios hacen oídos sordos a esas otras fuentes y con intencionalidad perversa transmiten dicha información sin antes verificar su veracidad, así como tampoco indagar sobre el origen de la misma. Muy poco les importa mentir, manipular y mucho menos acatar elementales códigos de ética.
A título de ejemplo, veamos estos datos de la Oficina contra la Drogas y el Delito de la ONU (2013): “muchas ciudades de USA registran tasas de asesinatos más altas que las de las naciones más violentas del mundo, como Honduras y México (..) Nueva Orleans iguala la cifra de muertes violentas de Honduras más de 60 asesinatos/cada 100.000 habitantes) (..) Detroit, con una tasa de 36 asesinatos por cada 100.000 habitantes…” e igualmente, otras fuentes para el mismo año, ubican a Acapulco con 142/cada 100 mil habitantes, Cali, Colombia con 79,27/cada 100 mil, Belice con 44,7, el Salvador con 41,2 y Venezuela para el mismo año, según información que en su momento suministró el ministro Rodríguez Torres, 39/cada 100 mil habitantes.
Tema y datos que dejamos para la reflexión y que en absoluto niegan lo trágico de nuestra realidad, sólo intentamos así precisar que hay otros países mucho peores, lo cual se oculta ex profeso.
