A las revelaciones de Rafael García, ex director de informática del DAS, de que ese organismo policial bajo el mandato de Jorge Noguera, quien debió ser separado del cargo en semanas recientes por graves acusaciones que lo vinculaban a grupos paramilitares y del narcotráfico, había estado tramando un plan para asesinar a varios funcionarios del gobierno de nuestro país, incluyendo al presidente Chávez, se añade ahora la importante noticia de que el gobierno norteamericano le ha quitado la visa al jefe de campaña reeleccionista de Uribe en la costa atlántica por sus vinculaciones con el narcotráfico, Raúl Montoya Flórez, tal y como lo ha revelado el Nuevo Herald, información que la divulga la revista Semana en su edición digital.
Como es bueno recordarlo, Montoya Flórez fue señalado por García en sus explosivas revelaciones como uno de los más importantes contactos que tenía Noguera con los narcos e igualmente que a raíz de ello el propio presidente Uribe salió en su defensa, calificándolo de ser “un empresario muy correcto”.
Las cosas se le empiezan a enredar y mucho al presidente Uribe, pues las acusaciones en su contra de que ha tenido vínculos muy estrechos con las mafias del narcotráfico son de vieja data y al parecer estos hechos no hacen otra cosa que ratificarlas. Tienen su origen en los mismos instantes en que inició su carrera política en la década de los años ochenta y comienzos de los noventa como Concejal, Alcalde de Medellín, Senador y, luego, gobernador de Antioquia, época para la cual se ubica la creación de las fuerzas del paramilitarismo en el hermano país con el nombre de las “Cooperativas de Seguridad Convivir”, cuya paternidad se le atribuyen. En esa misma época se asegura que mantuvo estrechas relaciones de amistad con Pablo Escobar Gaviria, a quien favoreció con la entrega de jugosos contratos para la construcción de ambiciosos planes de vivienda y otras obras públicas.”
Quienes han estado hurgando sobre la vida de Uribe sostienen que es un “personaje cuya historia está vinculada a los tradicionales factores de injusticia social, desigualdad, terrorismo de Estado, narcotráfico y corrupción. A la vez (agregan), Uribe Vélez y su política guerrerista, paramilitar y proyanqui ayuda a que se profundice en Colombia un modelo económico caracterizado por la más grande acumulación y concentración de capital y tierra en unas pocas manos de grandes burgueses y terratenientes, mientras el capital financiero imperialista controla las arterias vitales de la economía, garantizándole al imperialismo yanqui que Colombia continuará siendo una fiel neocolonia… Nació en 1952 en Medellín, en una familia de la granburguesía antioqueña, vinculada también a la gran propiedad terrateniente y al negocio del narcotráfico. El libro Los Jinetes de
Cocaína de Fabio Castillo, relata que su padre, Alberto Uribe Sierra, era un conocido narcotraficante que fue arrestado una vez para ser extraditado, pero Jesús Aristizábal Guevara, entonces Secretario de Gobierno de la ciudad de Medellín, logró ponerlo en libertad (y pocos años después) fue muerte por la guerrilla por sus actividades contrainsurgentes.” (Tomado de redaccion@anncol.com )