"El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas. Se han roto las cadenas; ya hemos sido libres y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos"
Simón Bolívar, Carta de Jamaica, 6 de Septiembre de 1815.
Estamos en un momento crucial, restan para el momento en que escribo estas líneas, 89 días para una nueva batalla. No serán unas meras elecciones para renovar las bancadas de nuestro Parlamento. Lo que estará en juego y en pugna nuevamente son dos modelos y concepciones de ver el país. Entre la disputa de un modelo humanista, de un modelo que busque la sociabilización de los medios de producción, de la promoción de la conciencia del deber social, del gobierno que garanticé la mayor suma de felicidad, de estabilidad política y de seguridad social posible; y el modelo del neoliberalismo salvaje, el modelo altamente represivo, beneficioso de las grandes élites, de las empresas transnacionales, de la corrupción y el saqueo de los recursos estratégicos y las riquezas que yacen en este suelo, en esta Patria de Bolívar y Chávez. Dentro de 89 días, nos tocará elegir entre el imperio y la Patria.
Quiero continuar refiriéndome a algunos tópicos y seguir formulando algunas reflexiones, para tocar la mente y el corazón de nuestro pueblo y estemos bien conscientes de lo que podemos perder, producto de innumerables reflexiones y debates con muchos compatriotas y camaradas que andan por estas calles.
Una de esas reflexiones que me permito hacer en esta segunda entrega, tiene que ver con lo siguiente. Bajo la etiqueta de fascismo se ha emprendido un ataque contra las formas e institución militar como uno de los puntos de ataque a la unión cívico-militar. El enemigo sabe que este es uno de los pilares y sostén que ha evitado la caída de la Revolución Bolivariana luego de la partida física del Comandante Chávez. Y es por ello, que no hay que hacer comparsas de algunos compañeros y compañeras y otros adláteres que en este punto creo que han perdido un tanto la visión y la perspectiva de todo lo que está en juego. Recordemos que la política se hace con las neuronas y no con las hormonas.
También y en correspondencia con esto, Miguel Salazar publica una supuesta hermandad con respecto a este tema, y ahora también el señor Nelson Bocaranda, una vez más con su necrofilia, pretende montar todo un drama con la enfermedad y convalecencia del Ministro Padrino López. Es el flanco que han encontrado los enemigos de la Patria para hacerle daño a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Sin duda, convengo en que hay que hacer el debate sobre el fascismo a la venezolana que realmente existe (racista y excluyente de pobres). Y esto lo expreso desde mi vivencia y la vivencia de otros de la calle, de los vecinos de nuestros barrios y como pasajero del Metro de Caracas o de las camioneticas en cualquier lugar de nuestra geografía venezolana.
Sería prematuro medir los alcances, o impactos de esta coyuntura, en lo táctico cualquier acción puede sumar. La pregunta sería ¿Hacia quién? ¿Hacia el Gobierno o hacia la población? ¿O ambos? Eso hay que tenerlo claro y de a quien preferimos o nos interesa.
En estos momentos, la inseguridad, la incertidumbre podemos observarla como una asimetría entre la capacidad de obrar y la capacidad de prever. Esta última es un déficit frente a la capacidad de producir y es un mismo efecto, que el mismo cuadro de la coyuntura en que se planteo este plano de la realidad.
Sin duda vivimos en un sistema visual muy inestable en el que la mínima fluctuación de nuestra percepción provoca rupturas en las simetrías que vemos.
Estas son algunas concepciones que tengo, les invito a estar pendientes de la tercera y última entrega, que tendrá que ver un poco con el que hacer y el cómo sortear de la mejor manera esta coyuntura.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!