No entiendo como hoy, todavía se sigue insistiendo en llamar indios a
los grupos nómadas de origen asiático, que se establecieron en el
continente americano hace unos doce mil años o mas.
Peor aun es llamarlos ¨originarios ¨como si alguna vez hubiera
existido algún Homus Erectus Americano - como es el caso de la
existencia del Homo Erectus Pekinensis, subespecie de Homo erectus
propia de China - del que hubiera podido descender la población
precolombina.Y es que reconocer a los asiáticos como los primeros y
verdaderos colonizadores de las tierras americanas,parece que cuesta
asimilarlo en Europa.
Especialmente si consideramos la influencia creciente de China sobre
este continente,país del que hipotéticamente emigro-ademas de Siberia
y Mongolia- una gran parte de lo que hoy es. Los rasgos asiáticos de
un volumen considerable de nuestra población son inocultables.Lo que
podría desatar una propensión a aceptar con mas naturalidad la
ancestral cultura china, antes que las culturas anglosajonas y
caucásicas impuestas por vía de facto desde hace mas de quinientos
años.
Los estadounidenses no dudarían ni por un instante en medio de esa
paranoia que los caracteriza,en calificar esta situación como ¨un
peligro para su seguridad¨. Especialmente por el impacto que tendría
en la autoestima de estos seres humanos que han sido tradicionalmente
vejados como si de huérfanos se trataran por no haberse comprobado -
sino hasta hace muy poco-una ascendencia comprobada de alguna parte
del planeta.
De repente se encuentran hoy, en la muy apreciada situación de ser
descendientes directos de una de las potencias económicas políticas y
militares mas poderosas del planeta.Nada mal.
Imaginen por ejemplo, un programa de reclutamiento de niños y jóvenes
¨indios ¨ para educarlos en la China de hoy y regresarlos convertidos
en ingenieros,matemáticos físicos,etc,etc y etc.¿ Habrá considerado
algún estado latinoamericano esta posibilidad ?
No dudo que se asimilarían rápidamente a la cultura
China,especialmente por sus rasgos fisionomicos y probablemente por
una mayor facilidad para el aprendizaje del mandarín y cualquier otra
lengua del lejano oriente .Seria interesante experimentar en ese
sentido y ver como afecta socialmente a las gigantescas comunidades de
asiáticos-americanos que tradicionalmente han permanecido deprimidos
política y económicamente por largos y arduos siglos.
Nuestros niños y jóvenes guajiros podrían estar en poco tiempo,
viajando a la gran china a adquirir en sus escuelas secundarias y
universitarias los conocimientos que pudieran empujar nuestra carrera
espacial o aprendiendo nuevos fundamentos económicos políticos y
sociales, aprendiendo observar el espacio profundo por medio de un
telescopio.es decir aprendiendo a resolver problemas en lugar de
convertirse en uno de ellos.
Y es que no es tan difícil de imaginar, porque ellos son en
realidad...asiáticos.
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