Cuando en la conciencia colectiva el ruido de los mezquinos deseos individuales enmudece ante la realidad política, económica y social que nos plantea el capitalismo y sus secuaces, los razonamientos revolucionarios fluyen sin complejos y las verdades combativas emergen para ratificar nuestra posición ante la historia. En ese sentido, es importante dejar claro que la revolución bolivariana es un invento fantástico que desde 1998 ha logrado voltear la tortilla al capitalismo a través de la institución electoral que este creo para perpetuarse en el poder, lo que pone de manifiesto ante el mundo, un ejemplo real del poder democrático y popular que las masas organizadas pueden llegar a tener.
Es así como de cara a las elecciones del 6D, en el marco de esta contradicción que nos plantea el asedio imperial y sus guerras económicas, no hay espacio a las inconformidades pasivas, la entrega y el mutismo de la resignación ante el opresor. No hay cabida más que para la lucha irreverente y contestataria que demanda la acción organizada y certera de las masas consientes, que a sabiendas de las debilidades y/o omisiones de nuestro joven proyecto de construcción del socialismo, sentimos el deber de ratificar con el voto la convicción de patria, socialismo o muerte con la que nacimos desde siempre en contra de la injusticia y sus verdugos.
Por ahora no hay tiempo para cualificar a nuestros hermanos de lucha, no olvidemos que somos diversos en el debate pero sólidos en el combate, pues lo que está en riesgo no es el curul de uno u otro candidato, sino la estabilidad de la patria y el desarrollo del plan legado por el Comandante Eterno. Este momento no es propicio para evaluar perfiles e individualidades como si el tema de quienes son los y las candidatas estuviera por encima, de las tareas que como un todo hemos de cumplir de cara al desarrollo de la contradicción histórica del presente.
Partamos del hecho que nos falta un mundo por desarrollar en nuestro modelo político de desarrollo. Que aquí todo está en construcción, en dinámico movimiento dialectico, en un estado creativo que nos exige no perder de vista el horizonte, no bajar la guardia y seguir empujando nuestra historia con toda nuestra fuerza. Entendamos que en estos 17 años de lucha y en el poder, se les ha dado a las mayorías lo que nunca antes conoció en educación, salud, vivienda y desarrollo. Entendamos que en cada elección, nos jugamos a Rosa Linda, pues ponemos en riesgo la estabilidad del Estado Revolucionario que con errores y todo, siempre será superior, por su calidad creciente, al derrocado Estado de la cuarta República.
Sé que el poder sin moral, ni compromiso, corrompe y obnubila, pero también sé, que la ética revolucionaria que emana de la conciencia colectiva de las y los revolucionarios organizados, desecha a quienes así se comportan y sepulta cualquier acción individualista que se atreva a traspasar los límites. Para muestra basta revisar la página de Contraloría General de la Republica o recorrer el país y preguntar por algunos individuos, ayer todo poderosos o hoy desaparecidos en acción (Isea, Baduel, Aponte etc…)
Compañeros revolucionarios, el 6D tenemos una nueva batalla, como toda lucha, la posibilidad de ganar o perder es directamente proporcional al trabajo, organización y unidad que logremos en las calle con la gente. A diferencia de otros momentos, no tenemos a Chávez, pero tenemos su legado, y no honrarlo en la pelea con todas nuestras fuerzas, seria tal vez el más grande error histórico jamás cometido en revolución alguna.
En consecuencia, "CUIDADO". No hay nada más importante que la Revolución y el logro de la mayor suma de felicidad posible para todos. Todos a la calle, llevemos nuestra verdad por delante, escuchemos al pueblo pero no dejemos que nos gane la tristeza. Viva la Patria, viva el Presidente Maduro, vivan los Candidatos de la Patria. VIVA Chávez CARAJO…