Dice un viejo adagio que "la envidia y la estupidez no tiene límites en el lisonjero, el ególatra y el engreído", tal vez por esa razón algunos ex camaradas que ayer aplaudieron las consignan de la revolución desde sus curules y funciones de Estado, hoy al no estar investido de alguna responsabilidad o cargo en el gobierno del Presidente Maduro, movidos por el despecho, disparan su veneno contra los esfuerzos de un pueblo que lucha por preservar el sagrado legado de patria que nos dejó el comandante Chávez.
Lamentablemente, por esta gente es poco los que se puede hacer, su enfermedad ha alcanzado altos niveles de una patología psicótica que les hace coincidir casi a plenitud, con sus viejos adversarios (la oposición desquiciada). Por esos allí están, arrinconados en la vacuidad de sus frustraciones, y allí se quedaran, camuflados por su irresponsabilidad y diluidos en un caldo de incomprensiones, tratando de ocultar su incompetencia para la lucha, tras la mascarada de una crítica, de presunta factura científico social, que lejos de enriquecer el debate, profundizar la conciencia y arengar los bríos en todos los involucrados, intenta debilitar los cimientos de un proceso en construcción, que hoy es atacado por poderosos y feroces enemigos de la patria.
En ese sentido, a despecho de los antes nombrados, es importante destacar que la revolución no se detiene, y para muestra cito el simulacro del domingo próximo pasado, cuando los bolivarianos ejercitamos el musculo electoral, y en conjunto dimos una demostración del alto nivel de preparación, apresto operacional y compromiso con la revolución, el socialismo y el comando cívico-militar que conduce el Presidente Nicolás Maduro. Tuvimos la oportunidad de probar la maquinaria y la disciplina para la movilización; certificamos el nivel de lealtad, y a sabiendas de las dificultades (colas, bachaqueo y contrabando), ratificamos nuestra condición revolucionaria, bolivariana y patriótica.
Es importante destacar, que estamos consiente de los riesgos que implica este proceso electoral que como en toda confrontación las posibilidades de ganar o perder, se dilucidaran con el sufragio. Motivo más que suficiente para impulsar nuestra disposición por conquistar y reconquistar desde la revolucionaria verdad objetiva y concreta, hasta el último voto.
Seria mezquino desconocer los esfuerzos que hace el gobierno del Presidente Maduro en materia salarial y de estabilidad económica, sería injusto obviar la baja de los precios del petróleo, la devaluación inducida de nuestra moneda y el contrabando de extracción, sería una traición no acompañar al pueblo revolucionario en esta gesta histórica del 6D.
Nosotros estamos seguro del triunfo y en todo caso, de no ser así, estamos comprometidos con el reconocimiento de la derrota tal y como manda la constitución y las leyes. De todas maneras, en un supuesto y negado caso que la oposición tomara el control de la Asamblea Nacional, no tendrán más alternativa de acogerse al Estado de derecho y convivir con los patriotas que allí quedaran y con los demás poderes del Estado incluyendo las gobernaciones, alcaldías, legisladores y concejales bolivarianos. Cualquier otra acción constituye un rompimiento con el hilo constitucional y ameritaría acciones contundentes para su restitución. Así que no se equivoquen.
Señores de la oposicionismo entreguista y apátrida, en cada evento electoral en la Venezuela revolucionaria (20 en 17 años), se debate entre la ignominia imperialista, capitalista y salvaje, que es por esencia el modelo que ustedes defienden; y el desarrollo de un socialismo del siglo XXI por y para la vida plena. Lo irónico es que nuestra lucha es también por ustedes, y a pesar de sus odios viscerales, nosotros continuaremos profundizando en nuestra causa socialistas, humanista, bolivariana y Chavista y no habrá fuerza en el mundo que nos haga cambiar el rumbo. Nosotros somos socialista, tenemos postulados, defendemos un legado y tenemos un plan. ¿Qué son ustedes? ¿Dónde está su proyecto de país? ¿Cuáles son sus referentes? Nos vemos el 6D. Vivan los candidatos de la patria, viva el Presidente Nicolás Maduro, sigamos juntos.