¡Grano a grano llena la gallina el buche! Cómo le encanta a los chavistas firmar por cualquier vaina. Con el decreto del compañero Obama, donde dice que Venezuela es una amenaza, salieron esos chavistas bolígrafos en mano buscando dónde firmar y zas, 11 millones de firmas, y nosotros, que por razones de higiene no firmamos un carajo que venga del régimen, los vemos con una arrechera que no la brinca Ismael – Talanquera- García en sus mejores tiempos. Ahora, como saben que nosotros no firmamos ni vamos a firmar ese acuerdo con el CNE, donde nos piden que respetemos los resultados electorales, salen y montan esa firmadera por todo el país, y gente que no tiene nada que hacer sale a firmar, porque ya la vaina se está convirtiendo en una tradición, una cosa así como la lancha Nueva Esparta que ayer salió.
Montaron su fiesta y se fueron a firmar al CNE el acuerdo, y como nosotros no firmamos, entonces salió el presidente Maduro también a firmar, porque no había firmado, a lo mejor no tenía bolígrafo, y aprovechó y dijo que el pueblo tiene que firmar, y ya ustedes vieron a la gente en las Plazas Bolívar firmando. Esa vaina tiene un solo fin, jodernos a nosotros, que nos queremos tanto.
Los carajos además nos acaban de joder en la ONU, otra vez nombraron a Venezuela representante en el Consejo de Derechos Humanos, y nosotros, que tenemos a la señora de Ledezma y a Lilian dándole la vuelta al mundo para que digan que aquí se violan los derechos humanos, y vienen 131 países y dónde estampo mi rabo e cochino, parece que dijeron algunos, porque claro, todavía están debiéndole real al país, seguramente. Además, antes teníamos a la compañera María – Sumate- Machado girando por Europa y la Casa Blanca de Estados Unidos con el único fin de decir que esta dictadura torturaba, violaba, reprimía y perseguía a la gente decente del país, y miren ustedes cómo nos echan esa vaina.
Pero menos mal que ahora están asustadísimos, porque es bueno darle un susto a esos chavistas que se la pasan firmando por la paz y cantando. Vino el compañero John Kelly, secretario de estado de nuestros Estados Unidos jamás serán vencidos, y dijo una vaina que los tiene como el color de Primero Justicia, amarillos de bola a bola, porque el hombre dijo allí que le dedica cuarenta segundos diarios a Venezuela y que ellos participarían aquí si hay una crisis humanitaria, así que este es el hombre que nos puede salvar. Ay Maduro, ay Madurito
El papá de Margot vio cómo la gente firmaba que daba gusto el acuerdo en las Plazas Bolívar del país, y se puso de pie, dio media vuelta y se fue directo al cuarto, agarró la puerta, nos vio y lanzó aquella vaina con toda la fuerza bruta del mundo, y al momento se dispararon las alarmas de todos los carros y establecimientos comerciales, incluso, la farmacia Virgen del Valle, que queda en Margarita.
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Vengo a decirle adiós a los muchachos,- me canta Margot.