Soy un crítico severo frente a los casos de ineficiencia, corrupción y mediocridad que hemos permitido estos años de gobierno bolivariano.
Si hubiésemos hecho más contra esos flagelos, el país estaría mejor, y nuestra revolución volando.
Esto lo decimos con rabia y dolor, porque vimos deshacerse la vida de ese inmenso ser humano que es y siempre será Hugo Chávez, dando una batalla desesperada por la nueva sociedad.
Es por esto mismo, que anhelo el instante de estar ante la máquina de votación, para rendirle mi tributo personal al venezolano más integral y genuino de los últimos siglos: a Chávez hermanos.
Pensando en Él, en todos estos años de lucha, esfuerzo, entrega, logros, ataques, me dediqué unos minutos a pensar en todo lo hermoso que fue posible bajo su liderazgo.
Recordé, por ejemplo:
- Una nueva Constitución que hoy todos apoyan y que es la más democrática del mundo.
- Una participación popular masiva y protagónica en la política, algo inédito en la historia de nuestros países.
- Masificación gratuita de la educación y la salud en todos sus niveles.
- Inclusión y visibilizarían de los pueblos indígenas, que es el hecho más justo en cinco siglos.
- Inauguración de la igualdad de género como política de Estado y filosofía social, un aporte invaluable a nivel mundial.
- Incorporación del ecologismo sincero y profundo como componente esencial de nuestro socialismo y planes de la Nación.
- Emprendimiento de iniciativas para una Venezuela productiva, en fase de gestación, que merece continuarse.
- Promoción de valores patrióticos antiimperialistas, condición indispensable para existir como nación soberana.
- Hacer de la solidaridad un paradigma de la condición humana y línea estratégica de nuestra política exterior.
- Rescatar la estima por nuestra historia nacional, la cultura popular y el ser venezolano.
No hablo siquiera de las respuestas sociales que la renta petrolera y la visión socialista han permitido, los barrios dignificados, viviendas entregadas, pensiones y becas, hablo de esas cuestiones que no caben en la estadística, pero que, como la vida misma, son la razón para despertarnos cada día, con el ánimo y la ilusión de que algo mejor es posible.
Al contrario, veo lo que es capaz de hacer la derecha, falsa, hipócrita, cobarde y egoísta como es, con malos ejemplos recientes en Europa, Medio Oriente y Argentina, y me digo, caramba, no es lo que queremos para nuestro pueblo.
Yo voy pa'lante, con mis convicciones y sueños, porque pa'tras espanta, allá queda la pesadilla.
Porque el futuro independiente y próspero de este país, sólo será posible corrigiendo las fallas y empujando la marcha de la Revolución. Es la agenda que arranca el 7 de diciembre.
Yldefonso Finol
Sólo la verdad histórica forma pueblos libres.