Ya no estamos solos. El destacado y prolífico intelectual, así como profesional del derecho, Luis Britto García, ha dicho en entrevista al diario Correo del Orinoco (23/11/15), ante la pregunta que le formuló su directora, Vanessa Davies, ¿Qué hacer, de manera eficaz, contra la corrupción?, lo siguiente: "…aplicar las leyes que ya existen (..) exigir transparencia (..) legitimidad de grandes fortunas repentinas (..) crear escuelas de formación ideológica, ética y técnica (..) empezar un proceso de formación ética desde los primeros grados (..) para formar ciudadanos y no saqueadores (..) habilitar mecanismos eficaces para la denuncia…" y "reinstaurar el control previo del gasto, que sea integral y no selectivo o al azar..."
Hemos escrito por años lo mismo y estas palabras de un personaje de la talla del profesor Britto, nos han llenado de inmensa alegría, pues creemos a fe ciega que su voz será escuchada por quienes en el Estado deban hacerlo. Ya este año fuimos sorprendidos muy gratamente, cuando en abril último, el actual Contralor General, Dr. Manuel Galindo Ballesteros, quien fue juramentado en la AN en diciembre/14, dijo en los festejos por los 40 años de la creación del Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal: "después de varios meses de estudio creemos ciegamente que a través de la prevención podemos disminuir y evitar el flagelo de la corrupción" y agregó, ya para finalizar su intervención en dicho acto, tal y como lo reseñó el Correo del Orinoco en su edición del siguiente día (21/04), que tenía en su "agenda de trabajo (..) la modificación de la Ley Orgánica de Contraloría, para volver a restablecer el control previo."
De manera que ya creemos haber llegado al final del camino donde nos quedan sólo dos opciones, o seguimos tolerando que los corruptos de la burocracia estatal sigan haciendo de las suyas porque el país carece de mecanismos de control preventivo, los cuales fueron eliminados durante el último gobierno de la 4ta. República (1996) o se toma la decisión responsable de restablecer no sólo el control previo del gasto obligatorio en los entes de la administración central, como lo propone Britto García, sino también el control previo del pago, pues desde nuestra óptica vemos que ambos controles ofrecen una mayor garantía para el logro de la total eficacia que aspiramos en el control del manejo de los dineros públicos. Con los adelantos informáticos sorprendentes, esos controles en absoluto entorpecerían la marcha óptima de la administración, como tal fue el alegato de mayor peso que, entonces, se esgrimió para descartarlos.
De manera que abandonemos el discurso anti corrupción engañoso, que a nada conduce, sino a entretener a incautos, mientras otros le roban al país los dineros y bienes de todos los venezolanos, sin medida y dentro del mayos descaro.
Ya basta. El Señor Contralor debe proceder, sin más dilación, a poner en marcha su propuesta de rescatar los controles preventivos, a imprimirle mayor impulso al control posterior en los entes descentralizados, en donde, al parecer, la corrupción ha estado desatada e igualmente requerirle a la Asamblea Nacional la urgente discusión y aprobación del proyecto de Ley de protección a denunciantes y testigos que, entendemos, hace mucho rato fue revisado y aprobado por la respectiva Comisión de Contraloría. Nos atrevemos a pronosticar que sin ese instrumento legal, no será nada fácil darle el golpe mortal a los corruptos.