Una nueva experiencia pone a prueba la fortaleza ideológica del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela y de América Latina, así como la capacidad de las bases sociales del Poder Popular, para revertir movimientos equivocados en el tablero de la revolución amenazada con los zarpazos de la ultraderecha. El proceso revolucionario suramericano y caribeño, está en la mira del fascismo mundial y ha sufrido en nuestra región dos estocadas en fechas recientes. La primera con el triunfo de un genuino representante del capitalismo salvaje, en las presidenciales de Argentina y, ahora en nuestra patria con el triunfo en las parlamentarias de los mas putrefacto de la política del Continente, donde represores con crímenes de lesa humanidad pendientes por rendir ante la justicia, instigadores al crimen y a la violencia organizada, se han cobijado bajo el manto de la inmunidad parlamentaria gracias a la avanzada democracia venezolana y a la fragilidad ideológica de honestos compatriotas, que siendo beneficiarios de los avances de la revolución, cayeron en la trampa del discurso del cambio, apoyado en la criminal guerra económica que desde los laboratorios del norte han impuesto a nuestro pueblo, con el apoyo de los cipayos internos que hoy se erigen en sicarios al servicio de sus amos desde las instancias que con engaño le arrebataron al pueblo. Igualmente esa guerra de hambre contra la nación cuenta con el apoyo de países vecinos con gobiernos lacayos que sirven de papel higiénico al imperio, como el caso del régimen colombiano, cabeza de playa para la despiadada arremetida contra la economía bolivariana y plataforma para las actividades terroristas contra la patria de Bolívar y Chávez.
Pero los pueblos como conglomerado humano nos equivocamos. Cometemos errores de los cuales nos arrepentimos apenas abrimos los ojos. Afortunadamente esa condición de ser pensante también permite la rectificación y es lo que ya se ve, se oye y se palpa en las calles, valles y montañas de nuestras ciudades y nuestros campos donde ya se hace visible el arrepentimiento del sufragio bajo engaño. Ya saben que cayeron por inocentes, el 6 en vez del 28. A 24 horas de la circunstancial victoria, el lobo se despojó de la capa de "Caperucita" y mostró su babeante hocico y sus ensangrentados colmillos, al presentarse ante las cámaras de la TV privada, el vocero y visible líder de la MUD , a amenazar y a descalificar al pueblo chavista, al cual definió como una vergüenza ante el mundo, cuando se refirió a los miles de trabajadores de la comunicación social, que ejercen en ANTV, en AN Radio, en el Canal 8 y demás medios del Sistema Bolivariano de Comunicación e información (SIBCI). Ese innombrable que tiene en su conciencia el asesinato de estudiantes de secundaria y universitaria, durante su nefasto desempeño en cargos gubernamentales durante la cuarta república, con la mayor desvergüenza se plantó ante el país a descalificar a todo lo que huela a pueblo y soberanía y para lección de quienes le votaron anunció como prioridad de esa mayoría parlamentaria aprobar una ley de amnistía para poner en libertad a los "presos políticos" y permitir el regreso de los exiliados.
En otras palabras poner en libertad a los criminales que en 2013, asesinaron en una primera avanzada a 14 venezolanos incluyendo dos niños, cuando el demócrata Henrique Capriles Radonski, desconoció su derrota como candidato presidencial y llamó a sus huestes a drenar "Esa arrechera", contra el pueblo chavista. Esos mismo demócratas, entre febrero y mayo de 2014, asesinaron a 47 venezolanos entre ellos dos capitanes de la Guardia Nacional Bolivariana, una veintena de uniformados entre policías y militares guardianes del orden público y el resto, civiles, cazados con francotiradores, guayas tensadas en calles y avenidas, quemados y unos 800 heridos, con un alto índice de discapacitados, el incendio de un preescolar con 90 niños en aulas salvados milagrosamente por el arrojo de bomberos y de padres y representantes ,daños multimillonarios al Estado venezolano con la quema y destrucción de activos, cuando al señor Leopoldo López, que se cree escogido por destino manifiesto para gobernar al país, se le ocurrió llamar a "La Salida" proyecto político-terrorista, que tenía como finalidad salir del presidente Nicolás Maduro, por la vía del magnicidio y la insurrección armada, para lo cual los factores de la derecha habían infiltrado en el país escuadrones de paramilitares, que se encargarían de crear desconcierto y violencia para generar ingobernabilidad e invocar la intervención militar externa.
Los exiliados que pretende repatriar, no son más que los banqueros ladrones, que saquearon los bolsillos de los ahorristas y luego se fueron a Miami a conspirar contra la economía y la soberanía nacional y financiar el golpe continuado que lleva 17 años en ejecución contra el pueblo venezolano. El resto, son los cobardes terroristas que montaron el golpe de estado del 11 y 12 de abril y que luego de dejar ese rastro maloliente en Miraflores por sus disfunciones fisiológicas, al ser echados por el pueblo, se fueron al exterior autoproclamándose mártires, víctimas del régimen comunista, que valga decir hoy reconoció a escasos minutos del veredicto del CNE, el triunfo electoral de la derecha; que estaba lista para cantar fraude y sembrar violencia si los resultados no le favorecían.
Ya hizo su aparición en los medios al amo de la bancada de la MUD, el señor Martínez, presidente de Fedecámaras, exigiendo la derogación de la Ley Orgánica de la Trabajadora y del Trabajador, de la Ley de Precios Justos, la liberación del dólar y la revisión de todo el conjunto de leyes revolucionarias. Fedecámaras no renuncia sus aspiraciones de gobernar y para eso tiene su candidato en Colombia, Pedro Carmona Estanga, esperando el momento del retorno. Eso será el 5 de enero, cuando el señor Henry Ramos Allup y su patota, arremetan desde la Asamblea Nacional contra la institucionalidad y anuncien al país nacional, el regreso de Carmona.