Este es el último Análisis de este año, entramos en período de festividades navideñas y esperamos que el lector descanse de nosotros por unos días. Paz y felicidad para todos. En cuanto al año que viene… ¡vaya usted a saber!
Hoy solo ensayaremos algunos pensamientos que se nos vienen cuando agoniza el difícil año 2015.
La derrota no tenemos que aceptarla, pero sí asumirla. No podemos aceptar que somos minoría sino más bien luchar por ser nuevamente mayoría.
Tenemos que asumir que somos minoría para tener posibilidad de ser de nuevo mayoría.
Si seguimos cometiendo los mismos errores, en la nueva situación que nos plantea el 2016 los seguiremos cometiendo pero además cometeremos algunos errores nuevos.
No nos creyeron que hay guerra económica ni nos creerán que la derecha ganó con trampas.
Hemos pasado de la credibilidad de Chávez a la incredibilidad de nuestro liderazgo. Mientras la derecha se aprovechaba de las colas, nosotros abandonamos a la gente en las colas.
El 1x10 fue una operación burocrática donde nos vimos el ombligo y dejamos de ver al pueblo.
El chavismo ya no es el pueblo sino la minoría del pueblo.
La oposición nunca ha sido ni es ni será el pueblo, pero ahora es la mayoría electoral.
Todavía seguimos pareciéndonos demasiado a nosotros mismos.
La oposición está montando su olla donde nos guisará si nos descuidamos.
La derecha no es estúpida y se está preparando bien para su montaje parlamentario.
Nosotros seguimos viéndonos el ombligo y resulta que no somos el ombligo del mundo.
La Ley de Amnistía no es para que soltemos a los presos sino para que nos veamos como intolerantes aquí, allá y acullá.
Cuidado con aparecer nosotros el año que viene como los saboteadores, los obstruccionistas y los violentos, ese es el plan de la derecha.
Si la autocrítica termina solo en maquillaje, nuestra cara se verá aun más fea que antes.
Andamos a ciegas porque no estudiamos la realidad y no hay peor ciego que quien no quiere ver.
Elecciones: quien tenga oídos, que oiga; quien tenga ojos, que vea.
Cuando el río suena, piedras trae, cuidado con el deslave.
Aquí está su regalo de Navidad, unas frases del gran filósofo chino de la política, Mao Tse Tung:
Debemos aprender a examinar las cuestiones en todos sus aspectos, a ver no sólo el anverso de las cosas sino también su reverso. En determinadas condiciones, una cosa mala puede conducir a buenos resultados, y una cosa buena, a resultados malos.
Para deshacernos del hábito de actuar a ciegas, tan difundido en nuestro Partido, debemos alentar a nuestros camaradas a pensar, aprender el método analítico y cultivar el hábito del análisis
Si nuestra tarea es cruzar un río, no podremos hacerlo sin un puente o una embarcación. Mientras no se resuelva el problema del puente o la embarcación, será ocioso hablar de atravesar el río. Mientras la cuestión de los métodos no esté resuelta, será inútil hablar de las tareas
Quien no ha investigado no tiene derecho a hablar. Aunque esta afirmación mía ha sido ridiculizada como empirismo estrecho, hasta la fecha no me arrepiento de haberla hecho; al contrario, sigo insistiendo en que sin haber investigado nadie puede pretender el derecho a hablar
Proceder como un hombre que caza gorriones con los ojos cerrados o como un ciego que coge peces a tientas, tratar las cosas superficialmente sin penetrar en los detalles, entregarse a una verborrea jactanciosa y contentarse con conocimientos fragmentarios mal asimilados: tal es el estilo de trabajo, extremadamente malo, que aún se observa entre muchos camaradas de nuestro Partido, un estilo totalmente opuesto al espíritu fundamental del marxismo-leninismo.
… es necesario estudiar concienzudamente la situación, partir de la realidad objetiva y no de los deseos subjetivos. Pero muchos de nuestros camaradas actúan en forma diametralmente contraria a esta verdad.
Únicamente un tonto se devana los sesos, sólo o unido a un grupo, para encontrar una solución o elaborar una idea sin efectuar ninguna investigación. Debe subrayarse que esto no conducirá en absoluto a ninguna solución eficaz ni a ninguna idea provechosa.
La investigación se asemeja a los largos meses de gestación, y la solución del problema, al día del nacimiento. Investigar un problema es resolverlo.