“Donde salga la autocrítica, no le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta”
Hugo Rafael Chávez Frías;
Golpe de timón;
Caracas, 20 de octubre de 2012.
Sin duda alguna el revés electoral del seis de diciembre (6D), nos estremeció de manera profunda a todas y todos, las y los revolucionarios de este mundo, sobre todo al ver un resultado de 55 a 112 a favor de la oposición y donde se disputan la presidencia de la Asamblea Nacional, personajes nefastos para esta Patria como Ramos Allup y Julio Borges. Este acontecimiento adverso para la Revolución Bolivariana nos obliga a un proceso de crítica y autocrítica que permita:
1. Reconocer la derrota de manera consciente y de lo que eso significa para la historia de nuestro país y la historia de Latinoamérica y del Caribe
2. Identificar las causas fundamentales de ese resultado
3. Tomar las medidas que correspondan, por muy duras que sean, para hacer los cambios y transformaciones necesarias que permitan superar las causas de la derrota y retomar con fuerza el camino revolucionario rumbo al Socialismo Bolivariano que nos legó Chávez.
Generalmente, hay una tendencia a quedarse en el diagnóstico de las causas de la derrota, muchas veces determinando grados de culpabilidad hasta alcanzar estados depresivos que en nada sirve para enfrentar los problemas y resolverlos; y no con los niveles de responsabilidad individual y colectiva con que debe asumirse este tipo de situaciones para ir a la batalla, salir de la derrota y alcanzar en el menor tiempo posible la victoria.
La Revolución Bolivariana ha pasado en varias oportunidades por momentos de reflexión semejantes a estos; no olvidemos el llamado de nuestro Comandante Chávez a la aplicación de las 3R y luego a las 3R al cuadrado, entre otras. Podríamos mencionar varios momentos; pero solo voy a dar dos de ellos a manera de ilustración; uno fue la pérdida del referéndum a la reforma constitucional el 2 de diciembre del 2007, donde la burocracia reaccionó contra el Pueblo y contribuyó a la derrota; allí determinamos causas que no fueron superadas; luego en las elecciones del 7 de octubre de 2012, el Comandante Chávez luego enfrentar una dura campaña electoral en medio de su enfermedad, contra un candidato opositor de lo peor, el majunche Capriles; ¿quién podría pensar que un gigante como Chávez diera una batalla dura contra un tipo como ese?; eso es inexplicable; bueno en ese entonces los errores que estábamos cometiendo en la gestión mas la estrategia imperial, hizo que nuestro Comandante se enfrentara, en medio del dolor por el cáncer que padecía, a asumir él mismo la campaña en todo el país para salvar la Revolución; a punto que le pedía a las masas que le dieran otro chance que el no lo iba a defraudar; recordemos que tuvo que recorrer al país, se mojó en Cumanacoa, se enfrentó a las llamas en el sabotaje a la refinería de Paraguaná, y pare usted de contar. Ganamos esas elecciones gracias a Chávez, con los sustos y los sinsabores; luego el 20 de octubre del mismo año, reúne a los ministros y ministras en el Palacio de Miraflores y lanza el golpe de Timón; allí nuestro Comandante Eterno hace las reflexiones más duras y profundas sobre:
1. El Socialismo y su esencia absolutamente democrática
2. La revolución política previa a la revolución económica
3. La transición del capitalismo al socialismo
4. La autocrítica para rectificar
5. Las Comunas, el Estado Social de Derecho y de Justicia. Comuna o nada
6. Las micromisiones como concentración de fuego
7. El Poder Popular. No es desde Miraflores ni desde la sede de los ministerios que vamos a resolver los problemas
8. El Socialismo no se decreta
9. Cada planta industrial que se inaugure debe tener al mismo día producción propia de guayaba por ejemplo
10. Misión vivienda y la producción. Se preguntaba: ¿Dónde está las zonas productivas de Ciudad Caribia?
11. El objetivo es el Pueblo
12. Mayor eficiencia para mejores resultados. Eficiencia o nada
13. Reforzamiento del Sistema Nacional de Medios Públicos. Un verdadero Sistema de Comunicación Popular
14. La moral, ética, principios y valores
Seguramente en las dos situaciones de reflexión que hemos citado, nos conseguimos con las mismas causas que están apareciendo en los análisis críticos y autocríticos que estamos realizando en estos momentos por el resultado del 6D y he allí el meollo del problema en que estamos metidos; no basta con determinar causas del problema hay que tener voluntad y capacidad para asumir esas causas y ponerse de manera decidida y planificada en acciones de transformación para que no caigamos en los mismos problemas o arriesguemos el rumbo definitivo de la Revolución Bolivariana.
No basta con identificar causas, eso es necesario, pero es determinante la voluntad y acciones para la transformación; para eso debemos tener convicciones y sentimientos profundos por el legado de Chávez que nos lleve a una transformación espiritual en función de los más desposeídos de la tierra, en una amar al prójimo como así mismo. Además es fundamental escuchar con humildad las criticas y autocríticas, estudiarlas y tomar las medidas pensando en el futuro y en la sociedad; rompiendo las vinculaciones grupales y particulares que nos conduzcan a los mismos errores; decía nuestro Comandante Chávez: “entre un principio y mil amigos, me quedo con el principio”; y decía Jesús el Nazaret, en Mateo 5:30: “Y si tu mano derecha te es ocasión de pecar, córtala y échala de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno”.
Para alcanzar la Sociedad Justa y amante de la paz, es fundamental que las personas que conforman la sociedad actual, en funciones de gobierno o no, superen, entre otras cosas: la cleptomanía, la paranoia, la hipocresía, la mentira, la demagogia, la prepotencia, la politiquería, la flojera, el revanchismo, el sectarismo, la intolerancia, la violencia, la irresponsabilidad, la inmoralidad, la incoherencia, el egocentrismo, la arrogancia, el clientelismo, el autoritarismo, el oportunismo, el ventajismo y la mitomanía. Todas estas cosas no se superan sino se asume conscientemente el reconocimiento del problema, la disponibilidad para superarse y un verdadero proceso de transformación mediante la educación y el trabajo.
En conclusión, debemos asumir esta vez de manera responsable y decidida, la voluntad para la transformación definitiva de los que conforman nuestras filas revolucionarias desde el Estado, el Gobierno y el Partido hasta asegurar la irreversibilidad de la Revolución Bolivariana tal como nos lo pidió nuestro querido Robert Serra.
Solo el amor enciende las maravillas
Silvio Rodríguez.
“Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”
Alexander Pope