Al chivo manso tú lo arreas, lo que no pasa si es montaraz

Es del Poeta Alí, que “…a veces pienso que todo el pueblo es un muchacho que va corriendo tras la esperanza que se le va” y sigue el Grande Poeta conque “… un día tuviste sueños y esa esperanza será verdad pero dejando de ser pendejo, no se te olvide que al chivo manso siempre lo arrean y eso no pasa si es montaraz, vuelve a tu canto de turpial, llena de gritos tu cardonal…”.

El prán de la harina prán, Lorenzo Mendoza, dispuso aumentar el paquetico de harina de maíz de 19 a 65 Bs, lo que entraña un aumento porcentual de 342, y eso no es todo, dicho prán ahora sacó la harina que él tenía acaparada desde junio porque le faltaban pocos días de una semana para vencer la fecha de venta y ya esa harina tenía gorgojos y gusanos, ¡qué desprecio del sujeto para con su mayoría de chivos mansos que votaron por la MUD!

Me consta que un par de paqueticos de arroz que por medio de una buena vecina y patriota logramos adquirir “aque” el “chino asiático” -(ella es medio tramposa, se llevó toda la tropa y compró 12 paqueticos a precio justo y de los cuales me facilitó un par, claro, yo también la asisto de vez en cuando con burda bolsita de cherechere)- también tenía gorgojos, así que dispuse para darle puñitos a las palomitas que religiosamente se asoman al portoncito a eso de las 6 de la mañana cada día sin pelar uno solo, y a falta de arroz, entonces buenos son granitos de maíz que cuestan, rebuscados, a 85 bolos el kilito.

Otra vecina, pero escuálida, me abordó, como de costumbre con eso de señor Guillermo, así:

_Señor Guillermo, ¿no tendrá la señora un paquetico de azúcar que me preste y yo se lo devuelvo mañana? -y, prosiguió ceremoniosa- es que fulano quedó de traer el martes un pedido y no pudo, yo se lo devuelvo.

Ella se ayuda con la pensión que Maduro -no el prán Mendoza- le concede, y haciendo heladitos (tetas) que vende a buen precio a los mocosos de la comarca, pero dicha escuálida sobrelleva virtuosamente la carga de varios nietecitos y eso es magnífico, por lo que hay que socorrerla siempre y sin titubear.

Y, por cierto, hay tres mentiras que no pelan, la primera es ¡préstame cien bolívares que te los pago mañana! (yo te aviso chirulí); la segunda es “…la puntica nomás..” (…chirulí); y la tercera es ¡…la última y nos vamos pa´l carajo! (…chirulí también).

_De acuerdo, pero si hay -le respondí amablemente pero aguantando las ganas de echarme a reír-, usted déjeme llegar a casa y consultar a la autoridad.

_Anjá, ojalá y que Dios se lo pague.

Y en efecto, que si había, la Duquesa es la mar de solidaridad, una virtud que de ella me fascina siempre, pero ella nunca deja de refunfuñar tratándose de escuálidos.

_Claro que sí, llévale este paquetico pero que me devuelva mi vaina, si tú fueras mujer serías  puta, -lo que asumo como un insulto, y además ese vocabulario no  queda nada bien en una persona de sangre azul, tal el caso, pero a toda hora y circunstancia yo evoco mi recuerdo de lo que aconsejaba “El Gabo” [el de “El General en su laberinto”], que los peos con su mujer él nunca los resolvía discutiendo sino todo lo contrario, no discutiendo, ¡sabio pensamiento!- mas, donde pongo el acento pongo la bala, es la virtud de la generosidad abierta para con el/la necesitado/a, proceda de donde proceda y aunque con refunfuño, lo que francamente me fascina siempre, le doy el gran valor a ello porque lo pequeño es hermoso.

Para más, para reforzar estos criterios por mí expuestos en esta perorata latosa,  esternocleidomastoidea y circunfirolítika, pongo de relieve algo que en cierta ocasión dijo el Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, que “Nadie sabe lo que vale un cayuco hasta que el gran barco se va a pique”.

 

Así que le llevé la cuestión a mi escuálida vecina y, por supuesto, sin la aviesa recomendación de la autoridad; y pregunté a mi fuero íntimo ¿qué es una raya más pa´un tigre?

Qué bonito es privilegiar un valor por encima de un precio, mira tú, dilecto lector y/o dilecta lectora, a mi modo de ver nada supera el valor de la solidaridad, ésta, la solidaridad, es a mi modo de ver el valor insignia del socialismo bolivariano y chavista.

Dice el aforismo popular que lo que haga tu mano izquierda no lo sepa la derecha y viceversa; de acuerdo, pero a veces hay que poner de por medio las cartas sobre la mesa porque hay mucho pendejo engatusao.

Yo no sé de aguja ni de hilo porque maría es la que cose pero si no estoy pelao, el kilo de azúcar oscila entre 15 y 35 Bs al justo precio, y no obstante, el bachaquero inconsciente te lo pone ahí mismitico a 300 Bs.

Y si tú indagas debidamente te vas a percatar de que quien armó ese tinglado fue el prán Mendoza precisamente para echarle la culpa a Maduro y luego embaucarte para que votaras por la MUD, ahora ¡tooooooma tu tomate!

No hay que ser muy inteligente para saber esa verdad de tremendo tamañote, para ver lo que está a la vista no se necesita espejuelo.

 

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com

 

 



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Guillermo Guzmán


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