Pese a los bombos y platillos con el cual se anunciaron los cambios en el modelo de asignación multivariable para el ingreso a las universidades en 2015, la verdad es que los errores cometidos fueron de tal magnitud, que terminaron opacando el logro de haber eliminado las pruebas de ingreso aunque fuese con cuatro años de retraso.
El primer grave error fue haber modificado los pesos y variables sin haber realizado las simulaciones necesarias para visualizar previamente que no se obtuviesen resultados no deseados. El trabajo chapucero realizado esta vez, cuestionó los pesos y variables públicamente desconociendo que eran fruto de un estudio estadístico serio. Cambiaron los pesos y variables originando resultados indeseables: aspirantes con altos promedios de calificaciones no fueron asignados en ninguna carrera o Programa Nacional de Formación (PNF) seleccionado. Este error pudo haberse evitado fácilmente dejando la arrogancia de creer saberlo todo y preguntarles a los técnicos. La derecha nos dio hasta con el tobo por este error.
El segundo grave error fue presentar al Modelo Multivariable de Asignación de creado en 2008 COMO UNA SOLUCIÓN TRANSITORIA sustitutiva de la eliminada Prueba de Aptitud Académica, como si fuese el NUEVO SISTEMA DE INGRESO A LAS UNIVERSIDADES, abandonando el conjunto de acciones que deben conducir a un verdadero sistema: creación del Sistema Nacional de Orientación, creación del Ciclo de Iniciación Universitaria, realización de Pruebas de Exploración Vocacional; creación del Expediente Único Estudiantil; Comisiones regionales de Acreditación, Aprendizajes, Reválidas y Equivalencias; medidas de acción afirmativa para sectores tradicionalmente excluidos, ferias de orientación universitaria, calendario único de ingreso, integración informática de los controles de estudio, actualización del Libro de Oportunidades de Ingreso, entre otras.
El tercer error fue el silencio. Los anunciados procesos sucesivos de asignación se redujeron a dos y desaparecieron de las noticias a lo largo del 2015, en la medida que los Ministros de Planificación y Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, parece que se dieron cuenta de lo que siempre han sabido los técnicos del ministerio y de la OPSU: la desigual distribución de la demanda concentrada en pocas carreras, produce año tras año los mismos resultados, un montón de aspirantes que se queden sin cupos, y otro montón de cupos que se quedan vacantes en carreras que nadie quiere estudiar. Mientras no se trabaje sobre la desigual atractividad de las carreras, de nada valdrá que se aumenten los cupos. Lo más preocupante es que dentro de las carreras o PNF que nadie quiere, están las agroalimentarias, científicas, técnicas y de educación especializada, todas consideradas vitales para nuestro desarrollo integral.
Al final y de acuerdo a lo que se deja traslucir de las declaraciones del anterior ministro Manuel Fernández a fines de octubre de 2015, de los 414.228 aspirantes se asignaron 218 mil, por lo cual no sabemos cuál fue el destino de los 196 mil que no resultaron asignados. La situación es más grave, porque declaró, que a esa fecha, solo se habían inscrito 56 mil bachilleres debido a trabas impuestas por las universidades. Puede que sea cierto en las universidades con autoridades opositoras, ¿pero debemos creer que instituciones como la UNEFA, la UBV o la UNESR y muchas otras identificadas con la revolución bolivariana, también están poniendo obstáculos? Es urgente indagar qué está pasando, porque esto reduce a polvo las asignaciones realizadas.
A lo largo del 2015 alerté sobre estos errores, me puse a la orden y les remití estudios y recomendaciones sobre el ingreso a las autoridades del MPPEUCT MPP de Planificación y a la OPSU sin obtener ninguna respuesta.
Llegó el 2016 y a la fecha no hay ningún pronunciamiento de ninguna autoridad sobre el tema. Casi medio millón de nuevos aspirantes se sumarán a los no asignados del 2015. Una política acertada sin mentiras ni show, ayudará a frenar el hecho que los nuevos votantes sigan apoyando a la derecha. ¡ACTUEMOS YA!
¡UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA!