Parece ser, que en una reunión extraordinaria de asesores de primer nivel...
Se habló de la necesidad de implementar medidas urgentes y necesarias para nuestro pueblo...
Se analizó minuciosamente los pros y los contras, de medidas que no pueden ser aplazadas de manera si se quiere premeditada, por el costo político que acarrearía las mismas...
Nuestro presidente estuvo en cada uno de los análisis exhaustivos que se llevaron a cabo...
Se trato el tema del aumento de la gasolina, que acarrearía un beneficio inmediato para el estado de 12.500 millones de dólares, en medio de un estado que urge de liquidez por deudas contraídas por la nación, en momentos que un barril de petróleo roza los 20 dólares...
La reunión extraordinaria de entendidos en la política y asesores pitonisos, se daban banquete en medio de un sancocho en olla gigantesca (parecido a los récords de Guinness, por el tamaño de la misma), por los lados del Oriente del país, específicamente en playa Medina...
El portugués Manuel, dueño de la bodega del barrio, decía que nuestro gobierno tendría que implementar el "Cinturón de Castidad, porque de no hacerlo, la natalidad llegará a la estratosfera este año, porque ni con lupa se consigue los preservativos y las pastillas anticonceptivas...
José el pescador artesanal de Puerto Santo, le pedía una explicación al portugués, al desconocer el significado de la cosa rara que hablaba el lusitano...
Manuel le dijo que era un cinturón de seguridad que los caballeros le colocaban a sus damas en las partes íntimas, cuando los caballeros medievales salían a pelear las grandes batallas, para garantizar que sus esposas no los engañaran, y que bien podían colocar los padres a sus hijas en estos tiempos de escasez...
Otro oriental algo pasado de birras, le daba la razón al portugués, diciendo que si seguimos así, el amor libre en tiempos de los hippies de los años 60, será poco, con lo que se nos avecina...
Un gocho invitado de honor de un vecino de San Martín de los lados de Carúpano Arriba, también daba su sabia opinión a los problemas del día a día de nuestro pueblo...
"El eterno problema del costo político"...
El costo político imperó en las decisiones del cupo electrónico, el dólar viajero y las remesas...
Un país aunado en catajarrias de problemas, el costo político evita arrancar de cuajo todas esas vagabunderías y medidas chucutas que se activan, a la vista de todos...
El electrónico lo bajaron más de una vez, en vez de eliminarlos, celulares de última tecnología invadieron Venezuela para que fueran a parar a manos de los choros de turno, para que hoy nuestro pueblo ande con los perolitos más baratos, al ya no haber "con que"...
El dólar viajero igual, miles de trabas agregaron, pensando detener el chorro de fuga de divisas y la "viveza criolla" los sorteaba una y otra vez, por el terror de nuestra dirigencia política al costo político, que no lo eliminaban de cuajo...
A todo eso, un anciano pescador, con todos los años del mundo sobre sus espaldas, que dejaban ver a la vista de todos, esas manos curtidas por el sol y el trabajo sin descanso, los miraba a todos sin participar en el cónclave político de nuestro pueblo...
Cuando la matrona del sancocho le dijo de una, al anciano:
"Di algo José Ramón"...
-A mi me pueden preguntar de todos los peces que pasaron por mis manos (recordando a nuestro Eduardo Galeano cuando nos decía: "Tengo las manos gastadas y vacías, de tanto dar sin tener; pero las manos son mías")...
"Pero que opine de política, ¡no caballeros!"...
Lo único que les puedo decir; es que tengo miedo que Josefa se me vaya antes de tiempo...
Tengo meses que las benditas pastillas para la tensión no se consiguen...
Como las pichis aspirinas, que tanto falta hacen para nosotros los orientales, que la mayoría sufrimos de
trastornos de ACV que los de batas blancas entendidos llaman: "accidentes cerebro vasculares", y con ese medicamento tan baratos ayudamos a prevenir...
Digo yo... soltó el anciano mirando pal cielo, buscando tal vez al que no divisaba...
"En vez de regalar esas millonadas de dollares verdes para que paseen de lo lindo sin costo, un puñaditos de avispados...
Porque no colocan chárter en Conviasa para llevar catajarrias de viejitos a los países vecinos y que compren dichos medicamentos y los regresan en dos días, felices y tranquilos....
Haaaa, pero es verdad...
Casi lo olvidaba...
Los viejitos no contamos...
Como decía mi querido suegro, que en paz descanse...
Los viejos, llega un momento...
¡¡Que jodemos!! Para los demás...
"Solo el comandante se acordaba de nosotros...
y nos regaló la pensión de amor mayor"...
"Así están las cosas"...
Diría el copeyano Oscar Yanes...
El silencio se hizo presente, ¡ni las aves se oían!...
Menos mal que la matrona presente, los hizo olvidar por un momento, el sufrimiento de nuestro pueblo, con el grito de guerra que los alegró a todos...
"¡¡El sancocho está listo!!"
Y los abrazos y la alegría, regresaron nuevamente................