Hoy me desperté llorando... Por Venezuela...

Unos aman a nuestra bandera de 7 estrellas...

Otros veneran a nuestro tricolor de 8 estrellas...

Pero este simple viejo ama a las dos...

Porque las dos son Venezuela...

Millones de compatriotas se apasionan al ver correr nuestro caballo blanco hacia el lado izquierdo en nuestro insigne escudo...

Y millones de venezolanos que tienen derecho a pensar diferente, también le profesan amor al corcel que tuerce su cuello...

Pero mi corazón me confiesa que para él; todos representamos un mismo escudo...

Algunos echan afuera su rabia, cuando gritan "República de Venezuela"...

Mientras otros la aman como "República Bolivariana de Venezuela"...

Pero este viejo tonto...

Venezuela es para él...

Un puñado de mágicos encantos que logran el embrujo de hacernos a todos muy felices; cuando olvidamos los tontos motivos que nos llevan tontamente a dividirnos en vez de sumarnos...

Bueno...cosas de viejo...

De seguro pensaran todos...

Pero...

¿Cual es mi pecado?

Que culpa tengo yo...

Que cuando pienso en nuestro Salto Ángel como en nuestro Avila y nuestra incomparable y majestuosa Canaima...

Mi corazón me susurra al oído; que mis pies dejaron de tocar el suelo...

Que torpeza la mía...

de permitir que un extraño nudo tome por asalto mi garganta, cuando escucho al Tío Simón cantando "Mi Querencia"...

Como puedo estar de acuerdo, que alguien haga trizas un cuadro de nuestro Bolívar...

Porque alguien grita: ¡¡Ese no es mi Bolívar!!...

Cuando mi nieta que dibuja torpemente dos palitos como brazos, y dos igualitos como piernas...

Me dice abrazando mis rodillas...

¡¡Que ese es nuestro Bolívar abuelo!!

¿Y quien puede decirme que no le crea?...

O que me atreva a desmentir el amor en sus manos al pintar unos garabatos que para ella representan nuestro Libertador...

Venezuela se engalana de mil orquídeas para decirnos que nos quiere...

Como también con harapos de tristeza, para suplicarle a los jóvenes que no se marchen...

Y anoche en mis sueños estuve con todos ellos...

Reverón me llevo para Macuto y de una sola pincelada me dibujo mil colores...

Ándres Eloy vino para acompañarme con la Loca Luz Caraballo de su brazo, con su canastillo inundado de rramilletes de violetas...

¿Quien puede prohibirme de dejar escapar una lagrima cuando Ali Primera me canta sus "Techos de Cartón" para mi alguna noche...

Que culpa tengo yo, que Luis Mariano Rivera me espere siempre en su Canchunchu Florido, cada vez que me escapo a Carupano...

Que explicación debo dar, cuando nuestro maestro Dudamel con su Alma Llanera me hace perder la cordura...

¡O será que estoy loco!

Porque cuando escucho al oriundo de El Pilar, nuestro Gualberto Ibarreto con su Anhelante, siento que mi compañera deja de galopar mariposas por solo un instante, y regresa a mi lado nuevamente ...........

¡¡¡Venezuela es una sola caracho!!!... ¡¡¡Y es de todos!!!

¿Será que lo entendieron?

¿Será que no hará falta, de preguntarme, porque desperté llorando esta noche?



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José Varela


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