PARA NO MORIRNOS DE HAMBRE,
DEBE GOBERNAR EL PUEBLO
Día a día se agudiza el colapso en que vivimos; omitimos describirlo, pues es suficientemente conocido por todas y todos, ya que cotidianamente lo experimentamos como parte de las clases oprimidas y explotadas de la nación.
En este contexto, INSURGENCIA COMUNISTA está consciente de la compleja y difícil situación por la que atraviesa la sociedad y el Estado venezolano; pero no renuncia a la esperanza ni abandona la lucha por reorganizar a Venezuela como una sociedad justa, pacífica, decente, productiva, soberana, que son atributos de la transición socialista hacia la Sociedad Comunista. Por consiguiente, las y los Comunistas no nos resignamos a vivir en un país en el que una mafiosa y minoritaria clase social -integrada por políticos corruptos (gobernantes y opositores), banqueros estafadores, empresarios acaparadores y usureros, burocracia vende-patria y generales traidores- hacen y deshacen en y con Venezuela sin que nada ni nadie se lo impida, más aún, sin que institución o fuerza social alguna les imponga las sanciones que se merecen.
Esta es la causa esencial de la tragedia que como país vivimos hoy: la ausencia de una verdadera Fuerza Social Revolucionaria. Hasta que, como pueblo oprimido y explotado, no resolvamos esta cuestión, mientras no nos organicemos para luchar por nuestros intereses y derechos, la clase social dominante continuará saqueando las riquezas del país, asaltando la hacienda pública, interpretando y aplicando la Constitución de la República a sus anchas, trasladando el peso del déficit fiscal en los hombros de las trabajadoras y los trabajadores.
Ahora bien, la historia nos enseña que los pueblos van elevando sus niveles de organización al calor de sus propias luchas; reconociendo que su desarrollo es desigual; que la concientización de la sociedad como colectivo no es un proceso lineal; que su enemigo de clase hará todo lo que esté a su alcance para obstaculizar dicho proceso de organización y lucha. Por ello, INSURGENCIA COMUNISTA está convencida de que la tarea estratégica en la hora actual es promover y desarrollar la lucha popular, en el marco de la agudización de la contradicciones de las clases que hoy estructuran la sociedad venezolana, a objeto de emprender el necesario y urgente proceso de organización de una Fuerza Social Revolucionaria.
Estamos conscientes que la gran mayoría de los sectores oprimidos y explotados de la nación no poseen vocación de poder; que buena parte de las direcciones de sus organizaciones de bases (sindicatos, frentes, centros, gremios, colectivos) no representan sus intereses; que carecen de un plan de lucha que los unifique en la acción; que padecen un generalizado desánimo y desaliento; que la gran mayoría de grupos y partidos que se autoproclaman de izquierda optan por la sumisión política a cambio de pequeñas migas y prebendas gubernamentales; en suma, que la correlación de fuerzas es desfavorable para los sectores populares. En consecuencia, consideramos que es forzoso, en un primer período de la lucha por la reorganización de Venezuela, centrarnos en las cuestiones de eminente carácter social, vale decir, protección de la vida, alimentación, medicina, capacidad adquisitiva del salario, control de las finanzas públicas, etc., toda vez que estos asuntos nos atañen a todas y todos por igual, por tanto, pueden dar lugar a un proceso de movilización de los sectores más conscientes del pueblo y, por ende, a su progresiva unificación en una Fuerza Social Revolucionaria.
En este orden de ideas, rechazamos categóricamente la tesis política de quienes postulan que para garantizar la continuidad de la Revolución Bolivariana y, subsiguientemente, la estabilidad del gobierno dirigido por el Presidente Nicolás Maduro, se deben suspender todas las luchas populares que están en marcha o abstenerse de emprender nuevos combates populares. Somos de la firme convicción de que la construcción Socialista, concebida como período de transición hacia la Sociedad Comunista, se desarrolla en el marco de la más intensa lucha de clases, bajo una correcta direccionalidad estratégica; sin embargo, el que seamos partidarios de impulsar las luchas populares en este momento tan crucial para la Patria, no significa que asumamos una posición de beligerancia frente al Gobierno Bolivariano, de allí que cualquier intento de derrocarlo para instaurar una dictadura reaccionaria, encontrará en nosotras y nosotros las y los Comunistas, la firme decisión de defenderlo en las calles y montañas de Venezuela con todos los medios a nuestro alcance. Nuestras críticas, nuestro descontento, nuestras denuncias y protestas contra el gobierno, reiteramos, no significan que constituya nuestro enemigo de clase.
El Gobierno Bolivariano será sustituido y superado históricamente por el Poder Popular Revolucionario en tanto y cuanto seamos capaces de organizar una Fuerza Social Revolucionaria. En tal sentido, cualquier interrupción de su período de mandato, en contravención al texto constitucional y para imponer una dictadura reaccionaria, representa un obstáculo para el avance de la organización popular. En síntesis, al fragor de las luchas populares es que será posible organizar a los sectores oprimidos y explotados de la nación, en la perspectiva de la construcción del Poder Popular Revolucionario, única forma de organización política de la sociedad venezolana que constituye una sustitución revolucionaria de la actual República Bolivariana de Venezuela y, por consiguiente, del Gobierno Bolivariano; por cuya razón, la preservación de su estabilidad es hoy un objetivo estratégico para la potencial constitución de la Fuerza Social Revolucionaria.
Con base a lo precedentemente expuesto, le PROPONEMOS al conjunto de organizaciones revolucionarias, clasistas y populares, lo siguiente:
1.- Propiciar la conformación de instancias de articulación, coordinación e integración entre las distintas organizaciones de base del pueblo venezolano. En tal sentido, promover la constitución de las BRIGADAS DE LUCHA POPULAR, como parte de un sistema de organización del pueblo para la lucha a favor y en defensa de sus propios intereses y derechos.
2.- Promover mecanismos y formas de Autodefensa Popular frente a la evidente incapacidad del Estado venezolano de cumplir su obligación de garantizar el derecho a la vida y resguardar el acervo patrimonial de las familias que habitan en el país. En tal sentido, planificar y realizar talleres masivos de capacitación para el ejercicio legítimo de la autodefensa de nuestros intereses y derechos, en la perspectiva de ir construyendo las FUERZAS DE AUTODEFENSA POPULAR.
3.- Estimular que las organizaciones populares de base asuman el control de la distribución de los alimentos y demás bienes básicos en sus respectivos espacios territoriales como parte de una forma incipiente de expresarse el ejercicio del Poder Popular Revolucionario. No estamos planteando que las organizaciones populares se encarguen exclusivamente del orden de las colas, sino que tengan acceso a toda la información relacionada con el flujo de los alimentos y demás artículos de primera necesidad. Las bachaqueras y los bachaqueros son la excusa de las mafias que trafican con nuestros alimentos y medicinas. Las mafias son las más interesadas en que subsista el desorden y el caos en su distribución. Debemos denunciar y forzar que se sancione a las cúpulas de las mafias y a sus cómplices en el gobierno. En conclusión, con la lucha popular debemos conquistar el derecho a conocer el origen, cantidad y precio de las importaciones; los propietarios de las empresas nacionales e internacionales que realizan las operaciones de importación; las guías de transporte; las cantidades de bienes asignados a los centros de distribución ubicados en nuestros respectivos espacios geográficos; los precios de venta y, esencialmente, controlar la elaboración del Padrón de la comunidad con preferente derecho a adquirir los alimentos y las medicinas, con base al principio de territorialidad, es decir, en consideración a la ubicación de su residencia. En fin, ir construyendo los cimientos de un SISTEMA NACIONAL DE DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS BAJO CONTROL POPULAR.
4.- Coordinar el desarrollo de una JORNADA DE AGITACIÓN Y LUCHA EN DEFENSA DE LA CAPACIDAD ADQUISITIVA DEL SALARIO, en consecuencia, exigir la inmediata reforma del régimen tributario nacional, en aras de que los incrementos que se conquisten, no sean expoliados por el SENIAT. Esta lucha es un modo concreto de negarnos a pagar la crisis de la cual no somos responsables. Los recursos que se requieren para cubrir el déficit fiscal que lo aporten quienes causaron la crisis. En el marco de esta jornada de agitación y lucha es que visualizamos la posibilidad de reactivar la clase trabajadora en Venezuela. Adicionalmente, debemos luchar para que se hagan públicos los aportes que la banca, comerciantes importadores y trasnacionales realizan al fisco nacional por concepto de impuestos. No podemos seguir aceptando que una minoría privilegiada que es la que obtiene más ingresos, sea la que menos paga impuestos, siendo que es la que se ha adueñado y criminalmente enriquecido a costa de la salud económica y financiera del país. Mientras, las amplias mayorías populares, que son las que menos ganan, son las que más pagan impuestos. Esto no es Socialismo de ningún tipo, esto es neoliberalismo del más despiadado. Finalmente, en materia tributaria debemos luchar en función de la derogatoria de los Convenios que Prohíben la Doble Tributación, en tal sentido, debemos restablecer el principio de que toda empresa trasnacional que obtenga ganancias en Venezuela, debe pagar impuestos en Venezuela.
5.- En la calle y con acciones contundentes, exigir que todos los organismos e instituciones públicas y privadas RINDAN CUENTAS DEL MANEJO DE LOS DINEROS PÚBLICOS que se les asignó, especialmente, aquellos relacionados con el sector alimentos y medicinas.
6.-Impulsar la constitución de una RED DE MEDIOS DE DIFUSIÓN A FAVOR DE LOS INTERESES DE LOS SECTORES POPULARES, a fin de garantizar que sus denuncias, planteamientos, iniciativas y opiniones se divulguen y romper así la dictadura comunicacional que ha impuesto el contubernio existente entre los medios públicos, privados y los mal llamados alternativos.
7.- Promover la realización de una gran marcha popular hacia Miraflores, a objeto de exigirle al Presidente Nicolás Maduro la reconstitución inmediata del Gobierno Bolivariano, en el marco de la aplicación de un conjunto de medidas destinadas a rectificar el rumbo de la Revolución Bolivariana para restablecer su carácter rebelde, popular, socialista y, esencialmente, que se gobierne bajo el principio de obedecer al pueblo como lo ordenó el Comandante Bolivariano: Hugo Chávez Frías.
¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!
¡INSURGENCIA COMUNISTA, 25 AÑOS DE LUCHA REVOLUCIONARIA!
¡SOMOS COMUNISTAS, SOMOS INSURGENTES!
¡GUERRA A MUERTE AL CAPITAL!
¡A ORGANIZAR LAS BRIGADAS DE LUCHA POPULAR!
¡A ORGANIZAR LAS FUERZAS de AUTODEFENSA POPULAR!
Secretariado Político de Insurgencia Comunista
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Venezuela, 27 febrero 2016.