Sin duda que al tratar de escribir este artículo, y como lo expresé en el "creo", hay densos nubarrones que amenazan el horizonte de la Patria. Hay innumerables dificultades, y es probable que estas puedan agravarse, pero, como me lo expreso un amigo, detrás de las grandes pruebas luego vienen grandes victorias.
No pretendo con este artículo lanzar loas a la gestión del Presidente Nicolás Maduro. En ocasiones, y los que me conocen los saben, he sido crítico de ejecutorias que ha implementado el Primer Mandatario Nacional, en aras de corregir errores y entuertos, siempre en aras de preservar la Revolución Bolivariana y el legado de Hugo Chávez. Además, los procesos auténtica y genuinamente revolucionarios, se alimentan de la crítica y la autocrítica propositiva.
Pero tampoco es menos cierto que a Maduro no le ha tocado una tarea nada sencilla. Ocupar el lugar de un gigante como Hugo Chávez; recibir ataques desde todos los frentes y con toda una intensidad superior a las que recibió el Comandante no es cualquier cosa. Y en eso hay que tener empatía, y ponerse también en los zapatos de Maduro.
Han sido sin duda tres años de una tragedia histórica terrible producto de la pérdida física de Chávez, y de una conspiración que comenzó con el asesinato del líder bolivariano, y del recrudecimiento de acciones de guerra no convencional manifestado en diversos órdenes: en lo económico con la carestía, especulación, bachaqueros, en lo político con la derrota electoral del 6-D de 2015 y acciones paramilitares, ataques y asesinatos selectivos, guarimbas, sabotajes; en lo cultural con ciertas concesiones ideológicas con los adversarios, entre otras. Pero, pese a ello, en medio de todas las contradicciones que estamos viviendo, de los errores cometidos y las dificultades, la Revolución se ha mantenido y continuamos teniendo Patria.
Hemos pasado por tres años de profundas dificultades. Y fundamentalmente en lo económico, ya lo explicaba con la colega María Alejandra Díaz, los imperios del mundo han tratado de ahogarnos, han tratado de bloquearnos para destruirnos, porque de lo que realmente se trata es que ellos buscan destruir un Estado-Nación llamado Venezuela. Y se desesperan porque hasta ahora no lo han logrado, y de mantenernos unidos, no lo lograrán.
Para algunos analistas, esta arremetida y reflujo imperial venía estando el Comandante Chávez o no estando el Comandante Chávez, porque no olvidemos que las estrategias geopolíticas y geoestratégicas imperiales se planifican con visión prospectiva para más de 100 años. Por eso el enemigo temía Chávez y estaba consciente a quien estaba eliminando. Sólo se equivocaron en pensar que eliminando físicamente a Hugo Chávez, todo este proceso se caería.
¿Quién puede dudar en estos instantes que la estrategia del uso del fracking no era más que la intervención de los EEUU en el mercado de los hidrocarburos para propiciar una baja en los precios del barril del petróleo para "arruinar" a países como Rusia o Venezuela, por ejemplo? ¿Quién duda que las calificadoras de riesgo le den altos puntajes a Venezuela, muy por encima de países que se encuentran en Guerra, propiciando un bloqueo económico y financiero a nuestro país?
Sin embargo, y no es cuento lo que señalo una vez el Presidente Maduro, "el que se mete con Venezuela, se seca", y es por ello que esa estrategia del "fracking" ya ha devenido, además de los daños ambientales, en quiebra de las empresas que han usado ese método y es incosteable esa forma de producción petrolera. Además de ello, los gringos se han visto en la necesidad de usar sus reservas estratégicas de petróleo, lo que hace que se les acabe este recurso estratégico, y además se constituye en un peligro, ya que haría que el complejo tecnológico- militar e industrial se active para obtener hidrocarburos en cualquier lugar del planeta y saquearlo al costo que sea.
Arabia Saudita, lacayo del imperio yanqui, ya está acusando una severa crisis económica que ya hace inaguantable su acompañamiento en las políticas con EEUU para no reducir los barriles petroleros. A los jeques no les está entrando plata, y quieren sus churupitos como antes.
Es entonces, en ese contexto, donde un país no OPEP como Rusia se acuerda con países como Qatar, Arabia Saudita y por supuesto Venezuela, de adoptar la medida de congelar la producción petrolera a los niveles de enero de este año 2016. El solo hecho de esta decisión, ha hecho que varios países OPEP y no OPEP deseen sumarse y plegarse a esta medida, segundo, que en casi un mes, el precio del barril del petróleo haya subido un poco más de 10 dólares, y tercero, que la cesta petrolera venezolana haya pasado de 24 a 30 dólares en el mismo período.
Y si a eso le agregamos que el venidero 17 de abril de 2016, debe escenificarse esa reunión de países OPEP y no OPEP para acordar entre todos medidas similares a las descritas en el párrafo anterior, cobra total pertinencia lo expresado por el Presidente ecuatoriano Rafael Correa, cuando expresó que en lo que resta del año 2016 y el año 2017, el precio del crudo pudiera alcanzar los 200 dólares.
Y si a eso le agregamos lo dicho hace algunas semanas por el Presidente del BCV, Nelson Merentes, es muy posible que a finales de este año 2016 haya un repunte bien importante de las reservas internacionales.
Ni mencionar cuando haya la certificación de las riquezas de todo tipo que yacen en el Arco Minero. La visión estratégica que tiene el Arco Minero y la Región de Guayana como alternativa no petrolera es vital para nuestro país, aún cuando podamos tener reservas y críticas a la implementación de ciertas y determinadas políticas de las que puedo referirme en próximos artículos.
Y si a eso le agregamos que entre los meses de mayo y abril se den las lluvias, y ya para el momento en que escribo estas líneas empiezan a darse algunas precipitaciones, hasta el estado crítico que se vive por los niveles de sequía del Guri, paulatinamente comenzarían a recuperarse.
Quiero permitirme, además, transcribir unas líneas de lo que detecte en un pasquin de derecha llamado "ZETA" del agente de la CIA, Rafael Poleo, en su edición 2042 de la semana del 18 al 31 de marzo de 2016, en un artículo titulado "Venezuela hacia el Rescate" firmado por Alex Vallenilla: "El propio presidente Barack Obama, explicó a CNN sobre lo que podía causar Venezuela económicamente en la región, por lo que instó por un nuevo gobierno venezolano. La urgencia de un nuevo gobierno se impone para antes de octubre, mes de vencimientos de deuda, para cuya fecha Venezuela ya debería tener fondos" (Subrayado y Resaltado del articulista).
Ahora es que comprendo con toda claridad el por qué Henry Ramos Allup dijo que debían salir de Maduro en "seis meses". Ahora se comprende el desespero de la derecha por salir lo antes posible de Nicolás antes de los meses de junio y julio de este año 2016.
Sin duda toda la estrategia opositora pasa por derrocar a Maduro ya, para que en el momento en que esta recuperación económica empiece a darse, y que sin duda se traduciría en la mejora de los niveles de abastecimiento, de recursos, de riquezas que permitirían reimpulsos importantes y retoma de proyectos, ya este montado un títere de ellos para saquear esos recursos y poder "gobernar por largo tiempo" nuestro país. Eso es de manera sencilla, franca y diáfana lo que realmente busca la derecha y el por qué quieren salir del Presidente Maduro y a toda costa ya.
Y de allí que ratifico lo que en otros artículos ya expresaba: Lo que queda de marzo y el mes de abril serán determinantes del destino de lo que ocurrirá a la Revolución Bolivariana en este año 2016. Por ello, mi confianza en que esta situación compleja y difícil, la vamos a superar.
Y ellos saben que si esta época de "vacas gordas" llega, sería la consolidación, más que de Nicolás Maduro en el poder, de la Revolución Bolivariana. Ahí si es verdad que se puede decir, hay "Revolución pa rato".
Y he allí la comprensión del por qué arrecian los ataques en este momento. Creo que sin dejar de lado la irreverencia y la crítica, debemos estar preparados y seguir resistiendo, porque si se hace lo que se debe hacer, superaremos la crisis mucho antes de lo que muchos se imaginan, y nos encaminaremos a la Nación de grandeza y prosperidad que soñaron nuestros libertadores y libertadoras.
Sin duda la mayoría de los medios nos dan un panorama sombrío y lúgubre donde no hay esperanza. Pero con estas informaciones que he obtenido y que me he permitido socializar en estas líneas, pretendo señalar que siempre al final del túnel hay siempre una luz. Y más temprano que tarde, nuestra Revolución Bolivariana y nuestro pueblo verá esa luz, luego de atravesar por duras y penosas adversidades.
Pero lo más importante de todo esto, más que el período de bonanza, desahogo y respiro por el que podamos entrar, es que aprendamos la lección y nuestro modelo económico se base en la producción, en el trabajo y en la educación como pilares para echar los cimientos de la Patria que nos legaron nuestros libertadores Bolívar y Chávez.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!