¡Fuera de orden!

Tuve la ocurrencia de sentarme a seguir en la TV la transmisión de la sesión de la Asamblea Nacional donde se discute la aprobación de la Ley de entrega de títulos de propiedad de la vivienda, a los adjudicatarios de casas o apartamentos construidos por la Misión Vivienda, Inavi u otros organismos del Gobierno.

El mecanismo de discusión que utiliza la Asamblea consiste en la lectura de un Artículo de la Ley por el Secretario y a continuación el Presidente o en su lugar el Vicepresidente da el derecho de palabra para argumentar sobre el Artículo leído, hacer sugerencias, rechazarlo, apoyarlo, cambiar la redacción. Para la intervención cada diputado dispone de tres minutos.

Leído el Artículo por el Secretario, si toma la palabra un diputado oficialista de la minoría autodenominada bancada de la patria, su intervención está dirigida a soltar la colección de epítetos y adjetivos insultantes –que lleva en agenda - contra el bando mayoritario de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), formada por apátridas, fascistas, pitiyanquis, enemigos del pueblo, facinerosos que tienen un pasado de atropellos contra el pueblo, carecen de moral, explotadores, lacayos al servicio del amo imperialista, traidores y vende patria, asesinos que pretenden engañar al pueblo con la entrega de la propiedad al adjudicatario de la vivienda que construyó nuestro "comandante eterno". En este país respiramos y vivimos y soñamos porque Chávez, nuestro "comandante eterno" nos enseñó a respirar, a soñar, a vivir, nos sacó de ese inmundo pasado de la Cuarta República, donde ustedes, fascistas, apátridas y ladrones, atropellaban al pueblo matándolo de hambre. Con el plan vivienda, Chávez, nuestro "comandante eterno", construyó un millón de viviendas y aunque les duela vamos a construir dos y tres millones de viviendas más, porque ustedes, apátridas no nos van a impedir la construcción de uno y dos y tres millones de viviendas. Esa Ley es un engaño al pueblo, es una privatización disfrazada, por cuanto el verdadero sentido de la Ley es la entrega a los bancos de la vivienda que construyó nuestro "comandante eterno". Palabras más, palabras menos, esta es la estructura del discurso de los diputados de la llamada bancada de la patria. Todos lo repiten como cartilla de la escuela primaria: los mismos latiguillos oratorios con entonaciones y modulaciones de voz, según la capacidad histriónica del diputado actuante. Este discurso, como las variaciones de una sinfonía, se repite en todas las intervenciones y en cada uno de los artículos, sin hacer la más mínima referencia al punto del Orden del día, o sea, al Artículo leído por Secretaría. Este discurso, en una Asamblea que se respete, está ¡Fuera de orden!

Si toma la palabra un diputado de la mayoría identificada como la MUD, su discurso está dirigido a señalar la situación que vivimos por el engaño, las mentiras, las falsas promesas, la demagogia, el populismo del gobierno durante los últimos 17 años. La inflación por encima del 300%, la más alta del mundo, la devaluación sucesiva de la moneda destruyó el valor del bolívar. El saqueo de las arcas nacionales desapareció un billón quinientos mil millones de dólares que ingresaron en 15 años ¿Dónde está esa inmensa masa de dólares? Sólo trajeron desabastecimiento de alimentos, medicinas, repuestos. Ustedes, destruyeron la industria, la agricultura, la ganadería. Paralizaron la economía. Crearon las colas de todo y para todo. Nada funciona. El ciudadano está acorralado por la inseguridad, la delincuencia, alimentada por la inacción del gobierno. La gente muere porque no encuentra la medicina para el tratamiento prescrito. Los hospitales no pueden prestar el servicio de salud porque carecen de los insumos mínimos, indispensables. Con la devaluación de la moneda y los subsidios crearon el contrabando de extracción y las mayorías, como no tienen empleo, recurren a la economía del rebusque, que adopta: la economía informal, la buhonería, el bachaqueo de los productos de primera necesidad; o se organiza en bandas delincuenciales que azotan los barrios y siembran la inseguridad en ciudades y poblaciones. Nadie se siente seguro ni en su casa ni en la calle ni en el trabajo. Llegan los delincuentes lo atracan o asesinan por un celular, por un par de zapatos o para robar el vehículo (automotor o moto).La corrupción, el robo, el saqueo de las arcas públicas se ha perpetrado sin freno en el gobierno chavista. Más o menos esta es la estructura del discurso de la MUD. Un epíteto más u calificativo menos, según el histrionismo oratorio del diputado. Cada uno sigue la misma cartilla de insultos, señalamientos, diatriba política. Pero, como en el caso del diputado patriotero, ninguno hace alusión al tema del Orden del Día. O sea, al artículo leído por Secretaría y puesto en consideración por la presidencia. Este discurso, igual que el anterior, está ¡Fuera de orden!

La Asamblea Nacional está transformada en dialogo de sordos, donde todos hablan, pero, nadie escucha. Durante cinco horas (3 a 8 p.m.) que duró el debate – suspendido por falta de quorum – cada orador repitió el discurso que hemos transcrito referido a cada bancada. En esos dimes y diretes, los señores diputados llevan tres meses. La bancada patriotera rechaza todo lo que propone la MUD. Y la bancada de la MUD, valida de su mayoría, aprueba todo lo que rechaza la bancada patriotera.

En mi larga experiencia de más de 50 años en organización popular, en la realización de asambleas gremiales o de cooperativas, aprendí - como participante o director de debate – que, cuando la persona solicita la palabra para intervenir en la Asamblea y no se refiere al punto del Orden del día, de inmediato se lo declara ¡Fuera de Orden!

Todos los diputados que durante cinco horas intervinieron en la sesión de la Asamblea Nacional para la segunda discusión de la Ley de entrega de títulos de propiedad de la vivienda, todos, absolutamente todos, estaban ¡FUERA DE ORDEN! Ninguno, de una u otra bancada, hizo, ni siquiera alusión al Artículo leído por Secretaría y puesto en discusión por la presidencia. Terminada la lista de oradores inscritos, para cada Artículo, se procede a votar el ignorado artículo de la Ley, al cual nadie hizo ni la más sutil referencia. ¡Aprobado! Refrenda el Presidente.

Es bochornoso ver la degradación intelectual en que ha caído la Asamblea Nacional, reflejo del país político. Ese parlamento perdió el brillo intelectual que tuvo en el pasado con diputados como Andrés Eloy Blanco, Edecio La Riva, Domingo Alberto Rangel (Constituyente de 1945) o con el transcurso del tiempo: Uslar Pietri, Rafael Caldera, Luis Herrera Campins, Jóbito Villalba, Gustavo Machado, Luis Beltrán Prieto,

Simón Sáez Mérida para sólo nombrar algunos que ahora vienen a mi memoria. ¿Dónde quedó aquel brillo intelectual? El país no sólo está devaluado en lo económico y político, mucho más devaluado está en el campo intelectual. Con la diatriba politiquera de insultos, inaugurada por Chávez e imitada por sus seguidores, el país se devaluó en el campo intelectual. Lo estamos percibiendo en el actual parlamento.

Si en la Asamblea Nacional se ofrece tal espectáculo, más propio de una comedia bufa ¿Qué suerte le espera al país con un Ejecutivo que, con la mayor indiferencia, ve como el país se desintegra sin que haga algo para detener el colapso? Son 17 años de errores en la conducción del país. Los hechos están a la vista para ser evaluados. No es el discurso ni las buenas intenciones lo que cuentan a la hora de evaluar. Son los hechos, y estos indican que el fracaso del modelo económico y político con nombre propio, Chávez, ha fracasado de manera rotunda.

Con las propuestas populistas de la Asamblea Nacional, dirigidas a conquistar electores para los eventos electorales en puerta –lo mismo que ha hecho el chavismo durante 17 años – el país no halla el camino que lo saque de la postración económica en que se encuentra y a la cual fue conducido. La Asamblea Nacional y el Ejecutivo Nacional al no sintonizar entre si ni con la realidad del país ¡Están fuera de orden! Las mayorías nacionales deben tomar cartas en el asunto y encontrar el camino del rescate de la economía, de la política, del bienestar social.



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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