El pepe terminó su gobierno demostrando coherencia entre su discurso de vida sencilla y su accionar; descubriendo que el único leal en su gobierno era su perro (y eso incluye a Almagro); sin afectar los negocios de la oligarquía y defendiendo a América Latina, pero sin tocar con el pétalo de una rosa los intereses gringos.
Con ese "performance" se convirtió en una especie de vedet. Nadie podía tildarlo de loco y de paso se ganaba a el derecho de calificar como tal al que le viniera en gana.
En ese entonces (durante su gobierno) el loco de la comarca era otro, pero tenía, además de un verbo encendido, demasiado peso específico para endilgarle, desde sus propias filas, el remoquete y salir ileso
¿Recuerdan que la oligarquía y sus títeres exigieron un certificado de sanidad mental a Hugo Chávez?...Si, el loco Hugo.
Loco él (y quienes le seguían) porque jamás estuvo dispuesto a callar ante el genocidio que los gringos cometían en diferentes partes del mundo. Loco porque se atrevió a arrebatarle al imperio parte de las riquezas que los cipayos de la cuarta le dieron en bandeja de plata. Loco porque tenía claro que la soberanía de su patria no era negociable. Loco porque creyó que los pobres tenían derecho a vivienda, salud, educación, comida y trabajo.
A mucho más de un "revolucionario puro" le pareció que Chávez estaba loco, pero no tenían testículos suficientes para confrontarlo. Prefirieron simular ser sus amigos y en muchos casos disfrutar del poder.
Cuando el comandante cambió de paisaje, el momento se hizo bueno para tildar de locas sus ideas, sus métodos y a quienes intentan preservar su legado.
¿Cree alguien, en su sano juicio, que si hubiese sido Chávez el que calificará a Almagro de cipayo o basura, se hubiese atrevido el pepe a tildarlo de loco.
Hoy muchos no encuentran razones para atacar la derecha y menos a mercaderes como Almagro, Aznar; Uribe y otros que desde fuera la apoyan, incitan y financian.
No, hay que atacar a quienes como Chávez gritan "Aquí huele azufre. Aquí estuvo el diablo", pero que lamentablemente no tienen la fuerza, la imagen ni el carisma del sabanatero inmortal.
Desde la barrera el viejo pepe y muchos otros casi piden la guillotina de quienes hacen esfuerzos sobrehumanos para salvar al pais de las garras de un imperio que se babea mirando hacia la Faja Petrolífera del Orinoco y el Arco Minero y de una oligarquía dispuesta a cometer cualquier crimen (eso sí a través de terceros) para retomar el poder, entregar la patria y cobrar las comisiones.
Entiendo que hay razones para estar preocupados y molestos, pero no los hay para abandonar la lucha y olvidarse de la revolución cuando la cosa se puso difícil.
Si bien es cierto que el gobierno no ha sido capaz de dar respuesta efectiva s los problemas creados por la oligarquía. No es menos cierto que la oligarquía y sus operadores políticos son el cáncer que tiene al pais al borde del colapso.
Si, en resumen, me restéo con la revolución. Se equivocan los que creen que por hacer críticas puedo abandonar los sueños de toda una vida.
Insultaré a Maduro y lo acusaré de blando y hasta lo llamaré ineficiente, pero a su lado estaré defendiendo el legado de Mi Comandante.
Seguiré criticando, pero haciendo propuestas; seguiré combatiendo a la oligarquía y sus payasos políticos y diré "Adiós pepe, el camino que tomaste lo sé irreversible".
Si, yo también estoy loco, pues creo que la solución hay que encontrarla dentro de la revolución. El peor gobierno chavista, siempre será mejor que volver al pasado
Por último, a los lectores que confirmaron que estoy loco, a los que idolatran al pepe, mis excusas, pero yo no se filosofar y no me gusta estar perfumando la mierda, como decía Ali