Lo he venido sosteniendo a lo largo de mis artículos escritos en estos últimos meses. Se están presentando oportunidades extraordinarias para superar la crisis que actualmente vivimos en nuestro país, producto de una agresión económica, política, social, cultural, hasta en lo ético y lo moral, lo que sin perder las perspectivas ni negar las dificultades por las que estamos afrontando en los actuales momentos, pero en lo particular, me hace ser optimista del futuro promisor para nuestra Patria.
Nuevamente, me veo en la necesidad de citar un trabajo del colectivo Misión Verdad. El referido trabajo, titulado "Doce noticias económicas que los medios privados ocultan", recomiendo ampliamente su lectura. Solo nos permitiremos citar esas doce noticias, que las veo como doce oportunidades que se nos presentan en el horizonte para superar la situación compleja por la cual estamos atravesando:
1. Se inicia el ciclo invierno de siembra nacional.
2. Los CLAP se consolidan.
3. El Gobierno asume una nueva y valiente estrategia de distribución.
4. El petróleo aumenta.
5. El fluido eléctrico por hidrogeneración.
6. Explota la burbuja del dólar paralelo.
7. Asignación de divisas.
8. Ajuste de precios.
9. Venezuela se encamina a certificación y monetizacion de reservas auríferas.
10. Revisión de escalas salariales cada tres meses.
11. Recaudación fiscal.
12. Productos que estaban escasos, pero ya no.
Realmente, recomiendo el referido trabajo, el cual puede leerse completo a través del siguiente link: http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/doce-noticias-economicas-que-los-medios-privados-ocultan
Sin duda, la derecha venezolana logró colocarnos en un estado de postración, nos ha hecho pasar muchas ronchas. Sin duda, una de las taras con las que debemos lidiar, es de algunos funcionarios corruptos y funcionarias corruptas del estilo de Hebert García Plaza, de infiltrados e infiltradas dentro de la Administración Pública y de la estructura del Estado que nos han hecho muchísimo daño. Más no obstante, no informamos a la opinión pública nacional e internacional que no menos de 3.500 funcionarios públicos y funcionarias públicas han sido procesados y procesadas por corrupción. Eso no es noticia para los grandes diarios.
También ha faltado la elevación no solo de las fuerzas productivas para la satisfacción de las necesidades humanas, sino también de la elevación de la conciencia de nuestro pueblo, para no repetir errores y fallas que hemos cometido.
Chávez nos lo dijo siempre: Cuidemos la conciencia, comprometámonos cada día más en la batalla para darle al pueblo lo que es del pueblo. La batalla contra los viejos vicios, que siguen siendo amenaza perenne: La corrupción, la ineficiencia, el burocratismo, la inseguridad en las calles, el crimen, el narcotráfico, el consumo de drogas, el alcoholismo, la falta de cultura y de conciencia, son viejas rémoras que perviven y de la que nosotros estamos llamados a derrotarlas y a echarlas. Esa es parte de nuestra batalla hoy en día.
Fidel Castro, a propósito del establecimiento del período especial en la Cuba revolucionaria luego de la caída de la Unión Soviética, en un memorable discurso del 28 de septiembre de 1990, dijo que hay los que pierden la moral y que tratan de extender su desmoralización. Pues bien, en estas líneas trato de salirles al paso.
Sin duda, la derecha ha tratado de postrarnos, nos puso en el piso, pero no nos mataron ni nos enterraron.
Y ante la posibilidad de que logremos estabilizarnos y ponernos de pie, las acciones de sabotaje, de operaciones psicológicas, de explotar nuestros errores, fallas y contradicciones para sembrar dudas dentro de las filas revolucionarias, las acciones violentas, atentados, ataques selectivos van a aumentar. Se les está acabando el saldo a los sectores de la derecha, y ellos lo saben. No me cabe la menor duda, y es por ello que, estamos en el momento más peligroso de la actual coyuntura.
También creo, que se presenta una oportunidad de oro para profundizar y avanzar en nuestro proceso revolucionario. Y para ello, necesariamente se requiere una depuración profunda y exhaustiva de muchas taras a lo interno de nuestra Revolución. Estoy convencido, que más temprano que tarde, llegará la hora de hacer una Revolución dentro de la Revolución, para poder restituir, en buena medida, los niveles de esperanza y moralización a lo interno de las filas revolucionarias.
Una cosa es la crítica, la denuncia de lo mal hecho, de los mafiosos enquistados dentro de las estructuras del Estado, y otra, como lo ha dicho Fidel, los que han perdido la moral y que buscan extender su desmoralización, haciéndole "la cama" a la estrategia del enemigo de clase. Esto es algo que particularmente no puedo aceptar.
Me llama poderosamente la atención, como algunos articulistas que se dicen revolucionarios, y articulistas que se dicen revolucionarias, coinciden casi en un 100% en el discurso que plantea la derecha. A estos camaradas hay que llamarlos a capítulo, definitivamente.
¿Cómo entender a un abogado supuestamente chavista, revolucionario, comunista, que se vende como el non plus ultra de la Revolución, apelando en sus artículos a la descalificación personal entre camaradas? ¿Por qué no debate ni refuta los argumentos en los que no está de acuerdo? ¿Será que no trabaja, que no labora, que le da tiempo de escribir todos los días en algunos portales, incluso en algunos de la más extrema derecha?
¿Cómo entender a algunos analistas políticos, que buscan golpear a algunas organizaciones políticas, y que sin presentar los elementos de prueba que sustentan sus afirmaciones, buscan acusar a priori al Gobierno Bolivariano de ciertos y determinados hechos? ¿A quién le hacen el juego? ¿Será que hacen el papel de doble agente?
Creo que hay que desenmascarar la estrategia enemiga que trata de infiltrarnos. Hay muchos supuestos articulistas que se han dado a la tarea de confundir a las bases revolucionarias chavistas. En la mayoría de los casos, y de acuerdo a mi evaluación, estos supuestos articulistas se contradicen en sus argumentaciones, llevándonos a la conclusión que debemos entregar la Patria a la oligarquía, que no tiene Patria. Prácticamente defienden a los que quieren destruir a nuestra Patria, para dársela a los gringos, a sus bancos y a sus grandes empresas transnacionales y petroleras, para que las venezolanas y venezolanos seamos condenados y condenadas a la vida miserable que nos dejó la Cuarta República.
Y apuesto a que muchos de esos articulistas no firman con sus propios nombres. Usan nombres cualquiera, además de algunos contrarrevolucionarios que montan escritos como ese en laboratorios para producir piezas con lenguaje chavista y que gusta a chavistas, aparentando ensalzar la memoria del Comandante Eterno y Supremo para luego darle la estocada, quitándole el apoyo a la Revolución Bolivariana, contribuyendo a la desmoralización, pero sobre todo, a la desmovilización, lo cual en estos momentos me parece extremadamente peligroso.
Los chavistas auténticos y auténticas, genuinos y genuinas, somos irreverentes en la discusión, pero leales en la acción, y no claudicamos en la crítica y autocrítica propositiva. Pero también nos damos cuenta cuando se quiere debilitar a la Revolución Bolivariana, al Gobierno que ejerce la vocería del legado de Chávez y al pueblo todo, que quiere que le hablen y le digan verdades, pero que no lo desmoralicen y lo desmovilicen.
Así que alerta pueblo, porque no olvidemos que a veces el diablo se disfraza de ángel de luz. Tengamos mucho cuidado con algunas cosas que leemos, porque el enemigo busca dominar nuestras mentes.
Insisto en la responsabilidad que debemos tener algunos articulistas como modeladores de la opinión pública. Debemos escribir con las neuronas y sobre todo orientando al pueblo. No negando los problemas que sin duda atravesamos, pero también colocando las cosas en su justa dimensión, y reconociendo las acciones positivas y esfuerzos que sin duda en estos momentos se están haciendo.
Como desde hace algún tiempo, cuando he logrado posicionar mis artículos, se activan algunos laboratorios, y como me lo indica mi intuición, seguramente por estas opiniones expresadas por mí se van a volver a activar, y con inusitada fuerza, pues les digo que no pierdan su tiempo, pues no amilanan mi espíritu ni mi moral. Estoy presto y me agrada dar este tipo de debates.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!