No cabe duda que el hombre sea un ser hecho a imagen y semejanza de Dios, pero ojo únicamente a imagen y "semejanza" no es Dios. Queda claro que como ser imperfecto comete errores graves, peores cuando no se corrigen, y el hombre como líder, se rodea de una padilla de "amigos" aduladores que lo traicionaron a lo largo de los años.
Chávez, fue cristiano, y llegado el momento, creyó ser el Mesias y como tal, perdonó a enemigos peligrosos y mortales, que jamás ningún otro hubiese perdonado. No utilizó el castigo, como lo hace Jehová el padre eterno cuando expulsando a Adán y a Eva del Paraíso, y con el diluvio universal al hombre corrupto, y pecador, con fuego castiga a Sodoma y Gomorra y al faraón de Egipto con las diez plagas, y la muerte de gran parte de su ejército en el Mar Rojo. No dudamos que Hugo Chávez, fue un nuevo mesías, quizá hasta la reencarnación de Bolívar, "sin duda él se lo creía" y muchos de nosotros pueblo al unir hoy coincidencias de su vida con las de Bolívar, encontramos grandes similitudes entre ambas y su muerte inducida.
Militares y civiles se aprovecharon del buen corazón de Chávez, lleno de perdón para los pecadores. Gracias a ello, los corruptos aduladores, fueron apoderándose poco a poco del gobierno y de los mandos de decisión, acabando con la revolución bonita que Hugo Chávez soñaba para su pueblo.
Así, la derecha continúo en el poder, y los amigos corruptos contaron con mil perdones generosos de su parte, y se fue desmoronando el sueño de las bases del pueblo de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Aquel dicho de los soviets de Petrogrado, "todo el poder para el pueblo" se torno en eso, sólo un sueño, una falacia nunca cumplida.
Pasamos a los controles de cambio monetario: Donde la casta bancaria, política y burocrática de la derecha, lo aprovecha para enriquecerse como nunca antes y desangrar la renta petrolera venezolana de los años de bonanza.
El gobierno cómplice de Hugo, tanto como hoy el de Maduro es cómplice y se deja robar por sus amigotes ocasionales de la derecha, que ahora se dicen chavistas. De este modo se esfuman 300.000 mil millones de dólares sin saber el nombre de estos o cuales filibusteros fueron los ladrones y sin que ninguno de ellos este preso todavía.
Hoy gracias a la complicidad complaciente vista ciega y oídos sordos del gobierno, burguesía y la derecha regresan al poder con paso firme e inexorable, tienen hasta un ministro en el gabinete de Maduro, el que aumenta según dice él, a precios justos la comida del pueblo diariamente y sin piedad alguna.
La revolución, se queda sin líder, y una pequeña vanguardia es incapaz de enfrentar tamaño desastre, unos y otros conspiran a diario para destruir lo que queda del sueño inconcluso del Mesías.
Todo queda en eso, sólo un sueño inconcluso. Atrapado por la muerte irreverente del joven líder y su revolución del siglo XXI. Una utopía difícil de olvidar, la de su último discurso.
Así, el golpe de Timón y el Plan de la Patria, fue hábilmente desviado, traicionado y nunca se llevó a la práctica.
¿Que dirá el líder Hugo Chávez? de todo lo que ha pasado desde el tiempo de su muerte, cuando él despierte dentro de otros cien años, como narra Neruda, en su visionario poema "Canto a Bolívar" y le pregunte algún otro poeta al alma inmortal de Bolívar. Padre eres tu quien eres y el le responda.
Sí despierto cada cien años cuando despierta el pueblo.