LA APORÍA DE NICOLÁS, es decir, las contradicciones que subsisten en la obra de gobierno del Presidente Maduro y que no se pueden resolver en este orden político, económico y social representada por el sistema Capitalista imperante en la sociedad venezolana. Por mucho que el gobierno le dé vueltas a sus propuestas para salir de la crisis no le será fácil (desgraciadamente) ya que su ideología, entendida ésta como falsa conciencia, no lo deja avanzar, es más, hay un divorcio consumado entre la estrategia y la táctica; entre el discurso y el método; entre la teoría y la praxis, en fin, entre el verbo y la acción.
En suma, el gobierno entró en una situación aporética que mantiene al pueblo en un calamitoso estado de desesperación y lo que es peor, sin signos de recuperación de su estabilidad socio-emocional en corto tiempo. No obstante ser determinista me parece poco apropiado para quien acostumbra a ver en el horizonte un sinfín de oportunidades, el caso es que Nicolás no ha querido sacar adelante el proyecto bolivariano por no deslastrarse de tanto buitre que le pone la silla ejecutiva cada vez que va a un acto, pero, que en cualquier momento se la quitarán apenas dejen de lamer las mieles del poder. Nicolás se empeña en mantener como una unidad monolítica al Estado-Gobierno-Partido cuando el pueblo busca a la Nación.
El discurso del "Socialismo" ya no es sostenible y se convierte en camisa de fuerza para dialogar con aquellos que, con buena supervisión, pudieran poner a marchar el aparato productivo nacional. Si algo hay que reconocerle a los gobiernos progresistas de la región es el reconocimiento del Otro y la inclusión social, hoy la dirigencia nacional, que no solo la gubernamental se han encargado de llevarnos a una trampa sin salida cierta y comienzan los visos de "miseria socializada" a pulular las calles de Venezuela en una lucha por lo necesario como diría Trotsky, resucitando paso a paso el caos social.
Paulatinamente caminamos al Estado represivo lo que resulta contradictorio con la obra y ejecutorias del Presidente Chávez y el ejemplo más elocuente es la propuesta de la oposición de lanzar la política del referéndum revocatorio contra el Presidente de la República, lo cual es totalmente válido habida cuenta de que es letra viva de nuestra Constitución debimos recibirla lanzándonos a la arena política para enfrentarla con argumentos y no aprovecharse del poder para torpedearlo, ya que además de ser una insensatez es una estupidez, tal como hizo la oposición cuando era gobierno y trataron de frenar todos los caminos a Hugo Chávez inclusive colocando las elecciones al Congreso Nacional cuando correspondían la de Presidente de la República, tamaña torpeza les valió para sacar más parlamentarios, pero, no para llevar a Chávez a la presidencia y de inmediato, con el poder que le confería su liderazgo, llamar a Constituyente. En el horizonte utópico de la deconstrucción de afirmaciones tales como: "como sea", la Aporía puede ser superada en palabras de Weber: "Es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez", La lucha revolucionaria debe ser permanente, la actual coyuntura no implica el fin de la historia. Debemos aprender a fluir las emociones tal como lo afirma Mihaly Csikszentmihaly: "El único camino para averiguar en qué consiste esta vida es el intento paciente y lento de dar sentido a las realidades del pasado y a las posibilidades del futuro tal como puedan entenderse en el presente".