I.
El domingo 3 de abril de 2016, el presidente de Venezuela, camarada Nicolás Maduro anunció la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (los CLAP), puntualizando: "Comienza una revolución económica en el Sistema de Distribución de Alimentos del pueblo venezolano por la vía del socialismo".
A 90 días del anuncio, los CLAP son una realidad, al punto que el miércoles 8 de junio, mostraron su fuerza en una gigantesca marcha nacional, llena de alegría y valentía, que recorrió Caracas hasta llegar al Palacio Presidencial de Miraflores para defender la alimentación y apoyar la revolución.
Gobierno Chavista y pueblo consciente estamos enfrentando la guerra económica a escala local y los resultados finales de la confrontación (triunfo o derrota) siempre dependerán de la robustez permanente de los CLAP: organización, formación y movilización.
En Junio 11, presentamos la caracterización de lo que podía ser la primera etapa de desarrollo de un CLAP invencible. La llamamos Etapa de la Emergencia para: a) garantizar la entrega directa y segura de alimentos a las comunidades; b) combatir el acaparamiento, la usura y el contrabando; y c) promover las potencialidades endógenas como Patria Soberana.
II.
Para cumplir con esta última función, en los CLAP hay que considerar el legado del Comandante Chávez, que en su Aló Presidente N° 190 en Mayo 2, 2004, dio la orientación: "Venezuela tiene que volver a ser un país Agroproductor, un país que produzca buena parte de los nosotros nos consumimos, alimentos para la vida, alimentos para la soberanía, alimentos para la fortaleza mental, para la fortaleza física, para la fortaleza individual y sobre todo para la fortaleza colectiva".
Llegó la hora de hacer realidad ese pensamiento de Chávez.
En los CLAP no queda otra que, producir lo que podamos, traer lo que necesitamos y distribuir lo que tengamos, en la localidad. No podemos quedarnos en deseos y discursos, ni distraernos en encantos. Tenemos que producir para sostener los CLAP.
Como dice nuestro amigo Sergio Rodríguez: "Podemos cumplir el programa de marchas pero si no producimos alimentos perderemos la guerra".
III.
Entonces, en los CLAP hay que hacer varias cosas:
1) Calcular el consumo necesario: los requerimientos en calorías y proteínas, según la edad, la salud y la actividad física de la población que tenemos en la localidad.
2) Calcular cuántas proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales tienen los productos que necesitamos para estar alimentados sanamente.
3) Calcular, en base a los datos anteriores, cuantos kilos de alimentos sanos: papas, plátanos, cambures, lechosas, caraotas, frijoles, quinchoncho, lentejas, tapiramas, maíz, mijo, yuca, batata, ocumo, parchitas, zanahorias, remolachas, auyamas, patillas, pepinos, carnes y pescado, necesitamos en el CLAP.
4) Contar todos los metros cuadrados de tierra que hay en la localidad: techos, terrazas, balcones, pasillos, patios, solares, conucos, jardines, parques, plazas, áreas comunes, terrenos baldíos, en engorde, todo sirve para producir. A la vez, hay que verificar que cantidad de alimentos seguros podemos obtener en la tierra disponible en la localidad.
5) Con todo lo anterior, decidir cuánto produciremos, cuánto saldremos a buscar y cuánto podemos intercambiar con otros CLAP.
Hacer este estudio colectivo resultará muy sencillo: apoyándose en el resto del pueblo que tiene tradición agrícola, consultando la Colección Bicentenario que está en todas las escuelas, con ayuda de la Gente-INN, contactando al INIA, visitando las Escuelas Técnicas Agropecuarias o acudiendo a las sedes de los ministerios de alimentación, educación y agricultura.
Venceremos