A propósito de nuestra crisis humanitaria

No soy experto en la materia económica, de vaina sé multiplicar, dividir, sumar y restar; pero lo que está a la vista no necesita anteojos ni lupa para leer la letra chiquita. Lean la entrelinea de estos dos artículos que extraje de la web. Y olvídense de que la OPOSICION nos va a salvar, por el contrario nos van a hundir más, porque esperan llegar al poder para mamarle las medias al FMI y entregar otra vez todas las riquezas naturales del país al imperio, no es mentira que eliminaran todo, pensiones, recuperaran mediante la expropiación todo lo que han perdido y arrebataran los apartamentos y vehículos entregados al pueblo. Como una manera de protestar arrecho pero a la vez con temor de perderlo todo. Aunque no tengo nada, siempre sueño con tener algo que el gobierno me regale o me facilite, así andamos todos, mientras que los opositores solo quieren arrebatar todo para negociar con el imperio. Bueno ahí les dejo esa inquietud para que los de arriba se autocorrijan incluyendo a los militares de alto rango.  Los militares si le ponen corazón a esta gran misión estoy seguro que saldremos de la crisis o al menos sobreviviremos sin sacrificios, en este momento que estoy escribiendo tengo dos días comiendo mal, pura arepa de maíz amarillo molido que me recuerda el nepe que le daban a los cochinos caseros, pero que carajo palante sigamos luchando. Los dejo pues con estos dos interesantes artículos:

La crisis económica mundial /II
La crisis económica mundial es el más claro ejemplo de la insostenibilidad del mundo capitalista. Esta se propaga como pandemia y comienza a desatar pánico en los principales mercados financieros, bursátiles, bancarios y monetarios.
Se requieren profundos cambios en el sistema de Bretton Woods, impuesto desde 1944 por las potencias vencedoras en la II Guerra Mundial, con el modelo del libre mercado que está irremediablemente agotado.
Las principales economías del mundo asociadas al G-8, al G-20, al FMI y al Banco Mundial no han tenido el coraje y el liderazgo para enfrentar los retos y las nuevas realidades y, en consecuencia, han caído en graves errores, generando incertidumbres, desconfianza e inestabilidad en la economía mundial.
Para entender la crisis actual, es importante analizar históricamente sus causas, consecuencias y salidas.

1 La primera gran crisis del capitalismo (1873-1898) duró 25 años; fue la crisis del capitalismo industrial y la caída del imperio británico. Se presentó cuando la política liberal ansiosa por aumentar sus ganancias deseaba incrementar la explotación de los trabajadores, enfrentándose a sus reivindicaciones.

En ese momento, el "canciller de hierro", el alemán Otto Bismarck, propuso que el mecanismo para enfrentar esas contradicciones fuera la Seguridad Social, que fue el gran catalizador del sistema capitalista.

2 La segunda crisis del capitalismo duró 33 años (entre 1913 y 1936). Representó la caída del patrón oro como moneda de cambio y reguladora de la cantidad de dinero en la economía.

También se produjo la gran depresión económica de 1929, por la falta de regulación de los mercados financieros internacionales y la especulación en los mercados bursátiles, lo que generó recesión económica, desempleo de 25% y estanflación.
Aparte, el economista John M. Keynes, con su Teoría Keynesiana, propuso que el Estado dinamice la economía impulsando la generación de empleo. Así los trabajadores con sus ingresos aumentarían la demanda de bienes, y esta incrementaría la inversión, generando más empleo y crecimiento económico. De nuevo el capitalismo salvado por la intervención del Estado.

3 La tercera crisis capitalista se inicia en 1971 (sin final definido). ¿Será la caída del imperio de los EEUU que representa 18% del PIB mundial? Sus causas son el debilitamiento del patrón dólar, el incremento de los precios de las materias primas, el alto endeudamiento, la especulación financiera y la recesión económica.

4 El debilitamiento del patrón dólar: esta moneda se devaluó en 4.528% al pasar una onza de oro de $ 35 a $ 1.620 entre 1945 y 2012. De 1945 a 1971 el tipo de cambio fue fijo. La flotación del tipo de cambio no solo se empleó como mecanismo para devaluar y mantener la competitividad, sino que se utilizó en los mercados a futuro especulando con el tipo de cambio, lo cual desvirtuó por completo el mercado cambiario.
La propuesta es que el FMI abandone el patrón dólar para las reservas internacionales y lo sustituya por Derechos Especiales de Giro con respaldo de una cesta de monedas y de materia prima como petróleo, cobre, oro, etc. Las fluctuaciones de la moneda se dan de acuerdo con la productividad de cada país y las reservas de sus materias primas, para regular la cantidad de dinero en la economía y evitar la especulación cambiaria.

5 El aumento de los precios de las materias primas, principalmente el petróleo, se inicia entre 1973 y 1975 por la negativa de la Opep de exportar crudos a los países que habían apoyado a Israel. La segunda crisis llegó en 1980-82 por la guerra entre Irán e Irak, y actualmente los altos precios de este recurso no solo han generado déficit comercial y fiscal a los países consumidores, sino que también afectaron el crecimiento de sus industrias.

6 El alto endeudamiento público de Estados Unidos y Europa, que supera su PIB, por la demanda de materia prima, el consumismo, los costos de las guerras -además de la deuda bancaria y privada- se hace insostenible, conllevando al derrumbe de las principales economías.
7 La especulación financiera en los mercados cambiarios, hipotecarios, de materia prima y la emisión de más de $ 40 billones en títulos valores (un tercio son tóxicos) están en los mercados financieros y bursátiles, generando incertidumbre y desconfianza, restringiendo el crédito, lo que hace que caiga la inversión y el PIB.

8 Los signos de recesión económica comienza a sentirse con la desaceleración del PIB mundial. Las políticas neoliberales del FMI y BM producen desconfianza, malestar, incertidumbres y desaceleración de la economía mundial rumbo a un colapso.

Esta crisis debe abordarse desde la raíz de sus causas y no desde sus consecuencias, requiere de un nuevo orden económico mundial que fortalezca al Estado, controle la especulación, motorice el crecimiento, genere estabilidad y confianza. El bloque Brics y América Latina tienen un rol central en la edificación del nuevo sistema económico mundial.

Leer más en: http://www.elmundo.com.ve/Firmas/Blagdimir-Labrador/La-crisis-economica-mundial--II.aspx#ixzz4EI7hSQ40
“El que tenga ojos que vea y quien tenga inteligencia que sea inteligente. La crisis en Venezuela no es producto de una guerra económica asimétrica del imperio, sino de la mala administración y falta de gobierno o peor aún  producto del gigantesco vandalismo gubernamental con una corrupción nunca vista, la crisis la produjo el mal comportamiento del gobierno. Y como están a punto de una explosión social, le entregaron el aparato productivo a los militares a ver si logran evitar el inminente derramamiento de sangre porque de hambre ya pronto comenzaremos a morirnos de hambre. Los civiles políticos del gobierno han robado más que los propios militares de la elite, es decir el generalato, pero como todo se sabe nacional e internacionalmente, los escurridizos  y cobardes políticos civiles le zumbaron el JUDAS PRENDIDO a los militares y a la vez llaman al pueblo a unirse a los militares en una misión cívica militar, para que sigan aguantando hasta Abril de 2017, que Nicolás Maduro renuncie y muera la intención revocatoria de mandato y el Vicepresidente que no creo sea Aristóbulo termine el mandato por los dos años que quedan. El CNE llamara a elecciones conjuntas para revolver las aguas y hacer un arroz con mango, como saben que van a perder hasta el modo de cagar agachado, se las van a jugar con todo.”
 
Las causas de la crisis mundial actual
 Por: Vicenç Navarro.*
Consejo Científico de ATTAC, Sistema Digital

No es la crisis financiera la que determinó la crisis económica, sino al revés: fue la situación económica la que creó la crisis financiera.
Gran parte de los análisis que se han realizado de las causas de la crisis se han centrado en la crisis financiera. Y de los miles de trabajos y artículos que han atribuido la crisis actual a la situación financiera, destacan los trabajos de Hyman Minsky, uno de los pocos economistas que predijo el colapso del sistema financiero. De ahí que se le considere como el analista que mejor ha definido la causa de la crisis, centrándola en el comportamiento del capital financiero. Tal como escribió Martin Wolf en el Finantial Times de Septiembre de 2008, “La respuesta a la pregunta del por qué de la crisis, ya la tenemos. Minsky ya nos la dio. Y llevaba razón”. Paul Krugman ha añadido su voz a este reconocimiento en otro artículo en el The New York Times (04.05.09), en el que subraya la necesidad de releer de nuevo el trabajo de Minsky. Se ha desarrollado así una bibliografía larga y extensa sobre las causas de la crisis financiera y cómo ésta ha generado la crisis económica.

De ahí la gran cantidad de artículos –tanto en la literatura científica, como en la prensa en general- sobre las consecuencias de la desregulación de los mercados financieros e introducción de nuevos productos de alto riesgo, que originaron la crisis financiera y, como resultado, la crisis económica. La consecuencia de este enfoque ha sido que la mayoría de propuestas para resolver la crisis han tenido como objetivo salir de la crisis financiera mediante ayudas a la banca y medidas (muy moderadas) dirigidas a su regulación, junto con políticas encaminadas a desincentivar los comportamientos especulativos por parte de los gestores bancarios, además de acciones (también muy moderadas) sancionadoras de tales comportamientos, con el objetivo de paliar el enorme descontento general hacia la banca por parte de la población.

El problema de tales intervenciones es que, aunque necesarias muchas de ellas, son insuficientes, porque no es la crisis financiera la que determinó la crisis económica, sino al revés: fue la situación económica la que creó la crisis financiera. De ahí que, aunque se resolviera la crisis financiera, el problema económico de base permanecería. Tom Palley, en su artículo “The limits of Minsky’s Finantial Inestability Hypothesis as an explanation of the crisis”  (New American Foundation, Washington D.C. Nov.18, 2009) subraya lo que también otros autores (como Kotz, Foster and McChesney, y otros) han mencionado, y es que Minsky y sus seguidores ignoran la causa de que el capital financiero adquiriera una enorme importancia (tanto en su tamaño como en su poder) a partir de los años setenta y ochenta. En otras palabras, la crisis financiera es el síntoma de un problema mayor, que los trabajos de Minsky y sus seguidores parecen desconocer.

¿Qué pasó antes de que se iniciara la crisis financiera? La respuesta es que las relaciones de poder (y muy primordialmente, las relaciones de poder de clase) cambiaron en aquel periodo. El Pacto Social Capital-Trabajo que había existido después de la II Guerra Mundial se rompió, debido al poder del mundo empresarial de las grandes compañías que en EEUU se conoce como la Corporate Class (la clase empresarial de las grandes compañías). El Pacto Social había posibilitado el elevado crecimiento económico desde 1945 hasta mediados de los años setenta. En el sector industrial, el Pacto daba lugar a convenios colectivos de cinco años, inicialmente firmados por el Sindicato del Automóvil (United Autoworkers Union, UAW) y las tres compañías de automóviles de EEUU, y que se convertían en el punto de referencia para el resto de conven ios colectivos en tal sector. En ellos, los salarios estaban ligados a la productividad, de manera que el crecimiento de la última determinaba el crecimiento correspondiente de los salarios. Durante aquel periodo, la riqueza creada por el aumento de la productividad se distribuyó a todos los sectores, beneficiándolos a todos ellos. Desde 1949 a 1979, el incremento de la renta de la decila inferior fue de un 116% y el de la decila superior fue de un 99%.

Esta situación cambió durante la Administración Carter, cuando el Gobernador del Banco Central Estadounidense, el Sr. Paul Wolcker, creó una recesión, aumentando los intereses bancarios, a fin de crear un elevado desempleo y reducir los salarios. El argumento utilizado es que había que reducirlos a fin de controlar la inflación. En realidad, significaba un cambio en las relaciones de poder de clase que dio origen a unas políticas fiscales y económicas que claramente beneficiaron a las rentas de capital y a las rentas superiores. Fue el fin del Pacto Social, y ello determinó que a partir de entonces los crecimientos de la productividad no se tradujeran en un crecimiento paralelo de los salarios. La riqueza creada por el aumento de la productividad pasó a beneficiar primordialmente a las rentas del capital y a las rentas superiores. Del periodo 1970 a 2005, el 5% de la poblaci&oacu te;n de renta superior incrementó su renta un 81%, el 20% de la población de renta superior un 53%, mientras que las rentas medias e inferiores vieron disminuir sus rentas (el 20% de la población con menor renta vio descender su renta un 1%) o la vieron crecer muy lentamente (el siguiente 20% por encima del anterior 20% vio crecer sus rentas un 9%). Y ello fue consecuencia de que los salarios descendieran o se estancaran durante aquel periodo, tal como han documentado los informes The State of Working America del Economic Policy Institute. Es este descenso el que determinó el gran endeudamiento de las familias, que originó el enorme crecimiento de la banca. La financialización de la economía (es decir, la gran extensión del sector financiero en la economía) se explica precisamente por el gran endeudamiento de la población, endeudamiento que era posible por el elevado precio de la vivienda, el mayor aval de tal endeudamiento. La práctica agresiva de promoción del endeudamiento por parte de la Banca llegó también al fenómeno de las hipotecas basura que se supone que son el origen de la crisis financiera.

Por otra parte, la escasa demanda hizo disminuir el crecimiento económico, lo que forzó al Banco Central del gobierno federal a bajar los intereses, facilitando la aparición de las sucesivas burbujas, siendo la última la burbuja hipotecaria. De nuevo, la crisis financiera se originaba por la escasa demanda, resultado del descenso de las rentas del trabajo. De ahí que, a no ser que se resuelva el enorme endeudamiento de las familias, recuperando las rentas del trabajo existentes antes de la rotura del Pacto Social, no se resolverá la crisis. (Para una ampliación de este tema, leer mi artículo “Para entender la crisis. Así empezó todo en Estados Unidos”, en Le Monde Diplomatique, junio de 2004, en http://www.vnavarro.org/, sección EEUU.). De ahí se deriva el hecho de que, aún c uando se hayan evitado los colapsos de la gran banca, la crisis no se está resolviendo, pues el problema de fondo no se está resolviendo. La escasa capacidad de consumo por parte de la población se traduce en un problema de demanda de dimensiones enormes y que no se puede resolver sin solucionarse el enorme problema del endeudamiento privado. La única manera inmediata de resolver esta situación es aumentando la demanda pública a costa, en parte, de un elevado endeudamiento público. De ahí la necesidad de mantener un elevado déficit público. Reducirlo es retrasar todavía más la recuperación económica y la creación de empleo. Tal como he indicado repetidamente, el estado debiera mantener un déficit elevado, a fin de permitir una inversión sobre todo en empleo público, que permita no sólo resolver el enorme problema de falta de creaci&oacu te;n de empleo sino también solucionar el retraso en la recuperación económica.

Vemos que, por desgracia, la Unión Europea está todavía estancada en el pensamiento liberal, que toma el Pacto de Estabilidad como su dogma, Pacto que ha sido responsable de que la Unión Europea haya crecido menos y haya creado menos empleo que EE.UU. donde tal Pacto ni existe ni se espera.

* Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University (www.vnavarro.org)

Otros artículos del autor: “El copago sanitario”: F1.pdf
“La lenta recuperación económica”: F2.pdf Fuente: ATAC -Madrid



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Ysaac Jacobo Mosqueda

Representante de la Fundación Por La Dignidad de Aragua. Luchador Socialista. Militante del PSUV. Miembro de la vieja vanguardia del MBR (Paracaidista 76-86).

 yjmosqueda@gmail.com      @ysamosqueda

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