Ironía: Burla fina y disimulada. 2. Figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.
Transgredir la conciencia es una forma de eludir la responsabilidad sobre lo que se trata o esgrime por ejemplo en la lucha política; es signo de debilidad conceptual sobre la temática social, restándole importancia a la vez, que se elude enfrentar por ejemplo el caso de la pobreza y las causas que el sistema capitalista encubre a través de la mediática y la hegemonía de los medios de comunicación.
Tema no muy fácil de encarar de forma sistemática, por el contrario, la diatriba originada se basa en el uso desmedido de la mentira sin importar o dañar la credibilidad de lo que se propone en los planteamientos en el hacer política, acompañado del cinismo como rémora dado que, la mediática a favor endereza a partir de la contra figura de lo que en defensa no es lo que se quiso decir o plantear si es el caso. En otras palabras el uso de la mentira a través de la finura de las palabras, entienden y distienden el como se arreglan las cosas, la derecha política escruta la falsedad en uso de lo que dice contravenir como si en realidad fuese su verdad, aunque en lo absoluto se aproxime a ella.
Toda guerra oculta la verdad como arma sicológica y vulnerable, dados en sintonía con los fines de la misma, esto quiere indicar que encierra otros objetivos; caso emblemático el de Irak cuando se justificó la masacre por la presencia no supuesto, de la existencia de armas de peligro masivo para Occidente, comenzó con la mentira y terminó en nombre de la libertad y defensa de los derechos humanos.
La ironía consistió en vender el peligro que representaba inclusive para la paz mundial y termina la ironía cuando la Secretaria de Estado hoy candidata presidencial, se burló libremente del asesinato cometido como un trofeo de guerra, justificando todo el procedimiento y avalando lo que se demostró luego era una gran mentira, este desideratum es parte de la estrategia de un imperio que como decimos en criollo, se las inventan y se las creen.
De esta forma ha actuado impunemente el imperio norteamericano, interviniendo militarmente y directamente en muchos conflictos generalmente creados por ellos mismos, socavando principios democráticos sin importar que hayan sido gobiernos electos por el voto popular; que mayor cinismo con lo recientemente ocurrido en Brasil, donde la oligarquía brasileña con el engaño y la creación de falsos positivos y a través del dominio del Congreso se abroga el derecho de destituir con 61 votos y desconociendo la votación de 54 millones de ciudadanos de ese país, la instauración de un gobierno a todas luces ilegítimo violando descaradamente en complicidad con el poder judicial todo vestigio de legalidad.
Esta es la conducta de la derecha cuando el poder no está bajo su control absoluto y para nada le importa los avances sociales y la inclusión de millones de personas en Brasil, igual ocurrió en Honduras y Paraguay; arremeten con ironía contra los gobiernos progresistas de Ecuador, Bolivia y Venezuela, aunque Nicaragua y hasta el Salvador no escapan a las intenciones de la hegemonía de EUU y sus aliados en el mundo con la participación y complicidad de la derecha en cada uno de estos países, por tanto, la izquierda en el poder y fuera de el, debe replantearse el como combatir y actuar con propuestas de nuevas políticas y planteamientos revolucionarios, con una política en comunicación y divulgación no reactiva.
Para ello, definitivamente hay que entender que todo movimiento y lucha debe asumir posiciones de seriedad revolucionaria sin mezquindades y en el contexto global, todo hecho debe trascender y entenderse como necesario sin temerle a la realidad pero bajo su control y estudio. Por último como propuesta que hacemos, la información y tratamiento de lo económico debe estar asesorada por la opinión y participación de especialistas en el tema, en la economía, en la antropología, en la sociología y periodistas que cubran lo económico con experiencia en abatir la mentira en economía como ciencia social que es.