Alí Rodríguez Araque fue entrevistado por Walter Martínez recientemente y hablaron de petróleo. ¿Cuántos años tiene Alí? Dato irrelevante. Sólo importa saber que el "comandante Fausto" desde el principio, y hasta hora, mantiene su compromiso de vida por la liberación de los pueblos. "Venezuela es dependiente de la renta petrolera y este año ha habido una reducción significativa del ingreso al país, resultado de la caída de los precios internacionales". Y mostró una gráfica: de 160 mil millones de dólares percibidos en 2012, se cayó a 36 mil millones a comienzos de 2016. "La economía venezolana ha crecido en términos negativos, es decir, estamos en recesión, y la capacidad que tiene el Estado venezolano para importar es mínima. Esta es la esencia de la crisis". Nuestro Vicepresidente Ejecutivo, Aristóbulo Istúriz, ha sido más enfático: "Hubo un mes en que no entró un dólar". ¿Abril? ¿Mayo? Y si a ese dato se le suma el inmenso costo inflacionario que ha producido la guerra económica interna y el bloqueo internacional es casi un milagro que el país todavía funcione aunque sea con una pata coja.
No es milagro en realidad. El Gobierno Bolivariano ha sabido enfrentar la grave situación y ha tomado medidas que han permitido resistir e impedir que el país naufrague, promoviendo la conciencia del pueblo y su organización. "Quienes tenemos responsabilidad de gobierno debemos ir a las bases y explicarle esto al pueblo para que esté consciente de lo que está pasando en Venezuela", insiste Alí. Entonces le brillan los ojos y se emociona. "Tenemos que hacer lo que hizo Fidel cuando desapareció la Unión Soviética y vislumbró el futuro de Cuba en lo que se llamó el período especial". El pueblo venezolano sabe lo que ocurre. Sino no hubiera salido masivamente a las calles de Apure, Lara, Cojedes, Miranda, Trujillo, Yaracuy, Zulia y la avenida Bolívar de Caracas, llena como siempre, (recordando los mejores tiempos del presidente Chávez), a defender su revolución y respaldar su gobierno la semana pasada. Conciencia y organización popular es lo que enseña la Cuba revolucionaria. Y mucha firmeza.
