Vreo más en los pobres que en los ricos

El tema de los ricos y de los pobres, ha sido el tema de nuestras soledades y preocupaciones.

Sabiamos que había pobres y que había ricos; y sabiamos que los pobres eran más que los ricos y estaban en todas partes, nos faltaba conocer todavía la tercera dimensión de la injusticia.

Un día nos dimos cuenta, que había pobres como había pasto, y que había ricos como había arboles. También oimos por primera véz, de labios de un hombre de trabajo, que había pobres porque los ricos eran demasiado ricos, y aquella revelacion me produjo una impresión muy fuerte.

Relacioné aquella opinión con todas las cosas que había pensado sobre el tema...y casi de golpe, me di cuenta que aquel hombre tenía la razón, más que creerlo por un razonamiento, ¨senti¨, que era verdad. Desde entonces, creo más en lo que dicen los pobres que los ricos, porque me parecen sinceros, más francos y también más buenos. Este último paso me ha llevado a conocer la tercera dimensión de la justicia social.

La mayoria de los hombres y mujeres, saben que hay pobres porque hay ricos, pero lo aprenden insensiblemente y tal véz por eso le parece natural y lógico.

Yo reconozco, que lo supe casi de golpe y que lo supe sufriendo, y declaro que nunca me pareció ni lógico ni natural.

Sentí , entonces indignación. No comprendía que habiendo pobres hubiese ricos y que el afán de éstos por la riqueza, fuese la causa de la pobreza de tanta gente.

Nunca pude pensar, desde entonces, en esa injusticia sin indignarme, y pensar en ella me produjo siempre una rara sensación de asfixia, como si no pudiendo remediar el mal que no veia, me faltase el aire necesario para respirar.

Ahora pienso que la gente se acostumbra a la injusticia social en los primeros años de la vida. Hasta los pobres que la miseria que padecen es natural y lógica. Se acostumbra a verla o sufrirla, como es posible acostumbrarse a un veneno poderoso.

Yo no pude acostumbrarme al veneno y nunca me pareció natural y lógica la injusticia social.

Creo que así como algunas personas tienen una especial disposición del espíritu para sentir la belleza como no la sienten todos, má intesamente que los demás, y son por eso poetas o pintores o musicos, yo tengo, y ha nacido conmnigo, una particular disposición del espíritu que me hace sentir la injusticia de manera especial, con una rara y dolorosa intensidad.

?Puede un pintor decir por qué él ve y siente los colores?, ?Puede un poeta explicar por qué es poeta?.

Tal vez por eso yo no pueda decir jamás por qué ¨siento¨la injusticia con dolor y por qué no terminé nunca de aceptarla como cosa natural, como lo acepta la mayoría de los hombres.

Entonces empece a leer marxismo, reconociendo al marxismo como ¨cientiífico¨, como ciencia de la historia y como saber ¨práxico-revolucionario¨, en el cual se inspiran, no sólo los comunistas, si no también la teologia contemporanea (LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN ) y en un sentido todavía genérico pero ya decididor, Gustavo Gutiérrez parece incluirse a si mismo entre ¨los muchos que piensan, por eso, con Sartre que ´´el marxismo, como marco formal de todo pensamiento filosófico de hoy, no es superable ¨La respuesta concreta viene dada por los atributos que Gutierez reconoce al marxismo como ¨científico¨, como ¨ciencia de la historia¨, y como ¨saber praxico-revolucionario¨ en el sentido que ya apuntabamos.

Los teólogos de la liberación adhieren, al marxismo, en términos de ¨analisis social, posible ¨ciencia de la historia¨, ¨método de interpretación histórica de la sociedad¨.

Sobre la teólogia de la liberación hemos escrito mucho y sera motivo de otros analisis.

Ahora viendo a Dossier de Walter Martínez, me encuentro con una faceta que no conocía, ¨LA FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN¨, sosenida por un gran filósofo Argentino, con más de cuarenta libros escritos, profesor en La Sorbona y en otras Universidades del mundo y conferencista a filósofos en Alemania y otras ciudades, que me sorprendió gratamente, con su tesis muy interesante. Vale la pena estudiarla y conocerla a fondo. Se trata del filósofo Enrique Dussel.

Ser pobre hoy significa, cada vez más, empeñarse en la lucha por la justicia y la paz, defender su vida y su libertad, buscar una mayor participación democrática en las decisiones de la sociedad.



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Raúl Ramirez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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