Vi el despliegue “informativo” en los medios públicos, generado por la gira que realizó recientemente Nicolás Maduro por países miembros de la OPED. La finalidad según la “subliminal” de los mensajes era cuadrar un cierre de válvulas y contralor la producción petrolera.
Nada de este despliegue pasó por mi cabecita vacía o como si mis archivos que guardo en me disco duro estuvieran contaminados de virus o vacíos. Ya sabía, que antes de este viaje de Nicolás Maduro para –según se oía en esos medios- bajar producción, se habían producidos reuniones entre Rusia y Arabia Saudí para resolver este asunto.
El 05/09/2016 por ejemplo, se produjo una reunión calificada de “histórica” entre Rusia y Arabia Saudí y acordaron trabajar “en conjunto o con otros productores de petróleo para mantener el equilibrio del mercado de hidrocarburos” Más precisamente, esa “histórica” reunión confirmó que a través de estas reuniones, "los ministros acordaron instituir un grupo de trabajo para hacer un seguimiento de los índices fundamentales del mercado y elaborar recomendaciones sobre medidas y acciones conjuntas para mantener la estabilidad", subraya la declaración que Nóvak calificó como "un momento histórico en las relaciones entre la OPEP y los países fuera del cártel" (http://www.elmundo.com.ve/
Si tenemos una ligera idea del asunto petrolero, no cuesta mucho deducir, que Rusia y Arabia Saudí son los principales productores y que este acuerdo ya no requería de muchos toques. Por si dudamos de que Rusia y Arabia Saudí ya estaban seriamente cerrando el acuerdo en esta materia de reducir la producción para recuperar precios, recordemos que las agencias internacionales nos informaron de otra reunión entre los ministros de energía de Rusia y Qatar con el secretario general de la OPED para irle colocando los puntos a las íes. En internet está registrada en esa información por diferentes fuentes.
Maduro regresó hace poco de su gira por países miembros de la OPED y las noticias en medios oficiales nos “sugerían”, como si uno estuviera su disco duro fragmentado o dañado algunos sectores de ese disco duro, que Maduro había movido la mata con estos países y casi logrado, lo que Rusia y Arabia Saudí habían ya trabajado y acordado.
Alguna noticias tomron titulares en estos términos:
“Maduro: Venezuela triunfa una vez más en la diplomacia bolivariana”
(http://www.avn.info.ve/contenido/maduro-venezuela- triunfa-una-vez-m%C3%A1s- diplomacia-bolivariana )
Alguien, que en verdad supone que tenemos el “disco” duro fragmentado, nos dirían que Eulogio Del Pino y la Canciller estuvieron en agosto en un recorrido por países y OPED y que ahí estuvo el asunto. Pues creámosles así.
Pero este reciente recorrido de Nicolás Maduro, me recordó un momento de mi vida, ya lejos en el tiempo, en el cual echaba mis canitas al aire y preparaba como excusa para justificar una llegada al día siguiente o muy tarde en la noche a mi casa, lo del carro dañado y que no podía dejarlo tirado por ahí. Llegaba con las manos y camisa llena de grasa. Tomaba la precaución de decirle a un par de amigos, que al otro día llamaran a las casa sin que yo estuviera para preguntar si había arreglado el carro y que no habían podido irme auxiliar por problemas. Así justifica esas canitas al aíre, que no fue un invento mío, ya era una estrategia rutinaria. La estrategia se afirmaba con mis medios de comunicación, que eran mis amigos y el teléfono CANTV porque para esa época no existía celular.
Sé que fue una cosa reprochable, machista pero sabrosa, pero fue así. No digo que Maduro fue a echar una canita al aire tal como yo lo hacía algunas veces, sino que más bien, creo que Maduro fue a relajarse un poco, porque eso de la reducción de la producción petrolera que se decidirá en noviembre ya estaba trabajado. No sé si Nicolás llegó con la camisa y las manos manchas de petróleo, pero tal vez llegó así.
En mi caso, los amigos cuando llamaron dijeron, Sra. Domínguez Claudio es un verraco, mira que pasar la noche arreglando el carro el carro es una proeza.
