Y el pueblo les sonó la campana

Cada día que pasa nuestro pueblo da mejores lecciones de conciencia política y el mundo (el que puede observarlo) se da cuenta de su madurez y sensibilidad humana ante los desmanes destructivos de una clase política, que supuestamente se preparó, incluso, en mejores escuelas, en distintos niveles. No estará el pueblo venezolano preparado para planear una guerra, pero si sabe y conoce a los enemigos de su patria. Los marca y bloquea a su manera y con sus fuerzas de razón, patriotismo y verdad.

Un domingo (hermoso día por ser dedicado primero a Dios y luego a la paz del descanso) un grupo de letrados pero alucinados, torpes e indignos dirigentes decidieron forjar, o mejor, copiar y pegar una proclama que fue utilizada cuando los traidores chilenos derrocaron al valiente Salvador Allende. También plancharon y pegaron la proclama absurda que leyó un tal Daniel Romero (a lo mejor lo echaron de menos) en el año 2002, cuando Carmona juró ante sí mismo como presidente de Venezuela después de un penoso capitulo politiquero, militar y empresarial de la historia de nuestro país.

Las absurdas y peligrosas situaciones en las que ha incurrido La Asamblea Nacional venezolana, liderada por el más recalcitrante odio a Chávez y que escudándose en esa circunstancia de inmunidad parlamentaria, han devenido en uno más lamentables momentos políticos para la Venezuela pacifica. Las mentes criminales de los diputados, sus jefes norteños y la mediocre oligarquía nacional no han hecho otra cosa desde enero de 2015 que arremeter contra la tranquilidad institucional, económica, moral, familiar, social y hasta comunal del pueblo venezolano.

La entrada al hemiciclo parlamentario en momentos en que se cocinada el putrefacto guiso político con fantasía narcótica, (eso no existe en la patria de Bolívar) por el pueblo llano pero consciente no fue sino producto de tanta payasearía (con el perdón de los payasos), senil, traidora y cobarde con la que se ha caracterizado la salvaje compostura de los diputados de la MUD en su ruta absurda para tomar el poder nacional. Fue un ejemplo patriótico, un ejemplo de compostura y un ejemplo de sabiduría para esos politiqueros de mugre que hoy son mayoría en La Casa de Las Leyes, convertida ahora en La Casa del Estiércol envuelto en palto y corbata.

No fue la toma de La Asamblea, fue la seña que les advierte que el pueblo sabe de La Constitución Bolivariana y que ya está en sus venas, sus genes y su conciencia. No se pareció a las guarimbas que incendiaron al CNE de Maracaibo, que incendiaron un simoncito en Caracas, que degolló a un hijo de Dios, que destruyó la oficina de la fiscalía, que mato a más 40 venezolanos, nadie les pagó con dólares, no tuvo artistas desnudas, no tuvo pajuos ante las cámaras, nadie lanzo miguelitos, no hubo resorteras lanzando balines, no se vio ni una molotov, tampoco la danza de la droga como en residencias PALAIMA cerca de URBE en Maracaibo. Fue solo eso la advertencia patriótica de lo popular y que la derecha llama tierruos, pata en el suelo, desdentados, despeinadas, sudorosos, pelo malo, amulatados, indios y muchos otros lastimosos etc.

No hubo sino asustados derechistas, y MANGO el periodista chavista con el casco roto por un sillazo que salió del palco oposicionista asesino. Y cuando un liderazgo los contuvo y les dijo ya, salieron sin ninguna frustración, y continuaron su rutina diaria con la consigna de siempre "VENEZUELA SE RESPETA".

Ahora, quien diría que el pueblo chavista visitaría La Asamblea Nacional para emitir una opinión, si desde enero 2015 está cerrada para la gente del pueblo y sus medios. Solo bastó que quisieran los diputados de oposición corromper la democracia; para que sin llaves, ni dinamita abriera los portones y asustara a quienes gritan y despotrican de su país en USA, OEA (solos con Almagro), y otros nidos internacionales donde los reciben para pagarles. Ya opinó y la derecha se asustó. Les enseño como es una toma pacífica pero con fuerza y los hizo que se fueran a cambiar los pañales. Aunque su asquerosa reunión terminó en paz pero arrechos y más locos.

Lo sucedido el domingo trastoca el análisis de la democracia venezolana, no cabe duda de su grandiosidad. Su ejemplo a nivel mundial, despertará envidias en los grandes escenarios de ortodoxo desempeño político. Las letras del "GLORIA AL BRAVO PUEBLO" se materializaron y en cada uno de esos hombres y mujeres. También iba la justicia cansada; de ofensas, de ridículos, de indignidad parlamentaria, obstinada de odios escupidos por traidores, por mercaderes de futuro, por asesinos de patrias.

Solo Dios sabe en que terminará esta embestida justa, del olvidado, del marginado, de ese venezolano que mira y acaricia la utopía chavista. Aquel que solo sabe de petróleo; lo que lee en los periódicos. Que quiere compartir la riqueza nacional de forma justa y ayudando el prójimo. Aquel que llama a Latinoamérica "La Patria Grande". Aquel que pidió libertad desde su choza y se la dio, en el siglo IXX. Las cotizas rayaron el pulido piso de la Asamblea, hasta un perro entró y la burguesía impotente arreció en amenazas, los curas desde lejos excomulgaron a los marginados osados y espontáneos.

Creo fue acertada esta campanada patriótica, si los necios no descansan el pueblo no dormirá. La democracia participativa y protagónica está en peligro, la constitución pretende ser borrada, al chavismo lo quieren asesinar, a Venezuela la quieren vender barata, no darán tregua. Pero sabemos que si el peligro persiste hasta el perrito entrará de nuevo y allí si morderá.



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Pedro Barrera


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