El 25 de noviembre en mi familia es fecha terrible, fecha de muerte.
Ese amanecer de 1981 nos dejó huérfanos de madre, que es decir, esdrújulamente huérfanos con mayúscula.
Y había sido Mamá quien nos conectó con el mundo del Fidel que este 25/N de 2016 resaltó con rojo historia la hoja del calendario.
Es mucha la gratitud, el amor y la vida vivida con estos personajes fundamentales, como para dejar de lado el deceso de un compañero sensiblemente estimado y sinceramente admirado.
Bernardo Alvarez también ha fallecido este jodido día. Hombre formal y jovial, elegantemente discreto y serenamente firme, no le perdonó horas al ocio para la tarea de serle útil al pueblo venezolano.
A finales de los ochenta nos conocimos entre los que -siguiendo el silbido del ideal de Alfredo Maneiro y Ali Rodriguez- fundimos la pasión revolucionaria con la eficacia política que reclamaba la Venezuela pos "puntofijista".
El, de Carora; yo, maracucho, demasiada facilidad de empatía. Siempre he valorado a los poetas y militantes de las cercanías jiraharas, los que como Crespo le sacan Musas al suelo agreste.
Tierras que tanto amó Alí Primera y donde su siembra no cesa de hacer brotar utopías concretas.
Los servicios de Bernardo a la Patria Bolivariana tendrán que ser enumerados con tipos luminosos; nada más imaginarse el terreno yanqui donde su planta se crecio, nos da una idea del reto que su talante diplomático tuvo que asumir.
En aquellos tiempos de la Causa R comprometida, este amigo larense se mostró amante del saber y la sapiencia, aficionado al poder creador popular y soldado disciplinado de las verdades.
Asi lo recordaremos y honraremos, porque su vida fue fértil y sus esfuerzos seguirán germinando futuro.
Un gran abrazo a su bella familia.
Viva por siempre en la gloria de la Patria nuestro eximio compañero Bernardo Àlvarez!
Yldefonso Finol
Camarada y amigo
Sólo la verdad histórica forma pueblos libres.