¡Saludos, amigas y amigos! Es para mí un gran placer volver a estar con ustedes y a través de la palabra que se hace verbo y mensaje, conectarnos en la posibilidad latente de construir visiones compartidas y acertadas de las circunstancias del pensamiento. Por encima de nuestras creencias e inclinaciones ideológicas no debemos sacrificar la verdad, porque la verdad es siempre más que conocimiento.
Venimos de un año duro, difícil y complicado, donde las fuerzas de la oposición -llenas de maldad y de odio- arremetieron sin piedad contra el pueblo venezolano, secuestrándole la comida y alterándole la vida en todos los sentidos. El objetivo fundamental era crear una situación de rechazo general contra el gobierno de Nicolás Maduro y contra la revolución, que diera al traste con el proyecto político que despertó la esperanza en este país. En el 2016, la miserable clase política opositora, en componenda con las clase empresarial y comercial, pusieron en práctica toda su miseria como seres humanos, como políticos, como tendencias políticas, como empresarios y comerciantes. Acapararon los productos y los alimentos, luego los elevaron a precios infernales, golpeando el alma de nuestra familia, de nuestros padres y nuestros hijos. Por ello, más que por convicción ideológica, toda la oposición debe ser detestada, execrada y rechazada en todos los ámbitos.
Pero a pesar de todas esas acciones miserables de la oposición, el pueblo venezolano de manera consciente ha logrado una cultura política madura y de amplia visión, llena de fe por la patria donde vive. Gracias a esa madurez política el pueblo no ha sucumbido ante el formato de violencia sistemática de los grupos opositores. Igualmente, el gobierno revolucionario sigue avanzando para derrotar a la oposición en todos sus planes perversos. Ante toda esa campaña de terror y de violación constante a la convivencia política por parte de la miserable y detestable clase opositora, el gobierno sigue apegado a los postulados constitucionales y en ningún momento ha dejado de llamar al diálogo y a la paz. A pesar de todas esas arremetidas por parte de la oposición contra el pueblo y las instituciones del Estado, el gobierno siempre ha actuado en el marco de las leyes y el respeto a los derechos humanos y políticos.
¡Oh, ahora comienzo a entender! Durante el año 2016 toda la oposición se empantanó en el lodo egoísta de la conspiración y podemos decir claramente en estos primeros días del 2017 que no han podido y no podrán acabar con la revolución, porque mientras el gobierno junto al pueblo arrancó la victoria de las fauces de la derrota y las dificultades las convertimos en triunfos revolucionarios, la oposición se pierde en el plano negativo.
El 2017 es el año de las grandes batallas, donde estamos obligados a derrotar a esa oposición criminal y nefasta para Venezuela. Siempre hemos dicho que el socialismo y capitalismo son dos proyectos antagónicos y necesariamente, para que sobreviva uno tiene que morir el otro; y en el caso venezolano no hay esa posibilidad de convivencia, de allí que hay que implantar de una vez por todo el socialismo y enterrar para siempre el capitalismo. La tarea sublime del gobierno en este año 2017 tiene que ser una gestión justa, eficaz y sabia, y eso se logra con el socialismo. (Eduardo Marapacuto)