La realidad es la lucha todo lo demás es banalidad

La mejor parte de escribir y publicar en aporrea y demás espacio para el debate, es la retroalimentación que de inmediato llega a mi correo. Después de cada publicación, recibo tantos halagos que parecen insultos y tantos insultos que se cargan de halagos, que al final solo me queda el agradecimiento como consuelo y sarcasmo como refugio ante los ataques a mi indiferente ego, que afortunamentes es sordo a las afirmaciones presuntamente certeras e inmutables de los autodenominados críticos amos del socialistómetro, ciego a los dioses y semi dioses y su "verdades absolutas" y mudo por condolencia, para no responder de mala gana.

En ese orden de ideas, de las sentencias recibidas la más llamativa es: "Ud., escribe bien pero se aleja de la realidad".

¿Cuál realidad será esa? Pues si la realidad es un espacio determinado por los referentes cognitivos que acumulamos en el tiempo histórico que nos toca vivir y ella es más que una posición ontológica, es el resultado de la experiencia concreta y el análisis exhaustivo a los elementos que la constituye, como es posible determinar con tanta e incómoda precisión, cuando estamos dentro de ella o meando fuera del recipiente.

En el caso de nuestra política interna, la realidad, compleja y cambiante, con facilidad es sustituida por las imposiciones dogmáticas de los ideólogos de la oposición y sus aliados ex empleados de la revolución. Desde allí se edifican "verdades temerarias" que rayan en exabruptos ilógicos, fraudulentos y sobre todo, intransitables desde la acción dinámica y cambiante de la vida del hombre común, que a pesar de lo difícil de la situación que atraviesa, apuesta a la construcción de un mundo de vida mejor.

De allí que, si bien estamos en una profunda crisis económica con clara incidencia en el hacer cotidiano, no es menos cierto, que el Estado Bolivariano, como ningún otro estado en el mundo, hace todos los esfuerzos por sobrellevar la situación, sin abandonar los valores del plan de la patria que marcan la ruta para la construcción del socialismo del Siglo XXI.

Tal vez por eso, los ideologizados fanáticos de la crítica sin fundamento, señalen en mí, y en todos los involucrados y comprometidos con el proceso, una enajenación de la "realidad" que solo se comprende, si se revisa con detenimiento el despecho eterno y manifiesto en el que viven atornillados los citados criticones desde que salieron de los puestos de mando que otrora ocuparon en los distintos niveles del Estado.

Ese es el meollo del asunto. No hay sinceridad en sus posturas, pues la pregunta que surge es: ¿Ahora que ellos no están la revolución mala? Por ahora no ahondaremos en la respuesta, dejemos que el tiempo avance y por su obra los conoceremos.

La realidad se transforma, siempre será dura, contradictoria y opuesta a nuestros deseos. A ella acudimos armados de compromiso y sin negar su existencia, nos centramos en las potencialidades para conquistar futuro combatiendo desde adentro al enemigo, infiltrados y adversarios, coleados o producidos en la misma dinámica social.

Sigamos el debate de cara al objetivo central, cualquier desviación es cuando menos una traición. La revolución no es instantánea y la hacemos todos, pero dentro de ella.



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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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