Partimos de la efeméride propia de Venezuela, pues cada pueblo tiene su particular historia para simbolizar la valoración que tiene del papel de las nuevas generaciones en su imaginario popular. Nosotros escogimos el 12 de febrero, por el papel que jugó la juventud un día como ese del año 1814 cuando ocurrió la llamada Batalla de La Victoria (en el hoy estado Aragua), una batalla que era imposible que ganaran los patriotas, pues las experimentadas tropas realistas de Boves comandadas por Francisco Tomás Morales contaban con 2.500 soldados mientras que los patriotas, escasos de soldados, solo sumaban 1.500 incluidos 800 estudiantes de colegios y seminarios de la capital, siendo 85 de ellos pertenecientes al Seminario de Santa Rosa de Lima.
Bolívar se encontraba en Valencia y los realistas pretendían aislarlo de Caracas cuya defensa era dirigida por el General José Felix Ribas. Decidido a impedirlo, Ribas ordena que los estudiantes convocados reciban instrucciones sobre el manejo del fusil y marcha hacia La Victoria el 10 de febrero a preparar las defensas. Llegado el día arengó a sus soldados con esas palabras que se hicieron famosas:
"Soldados: Lo que tanto hemos deseado se realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!".
Una vez que vencieron y que Bolívar tomó conocimiento, concedió a Ribas de manera emocionada el título de "Vencedor de los Tiranos".
Tratemos ahora de imaginarnos que hubiese sucedido con nuestro país si Bolívar hubiese contado con una generación de relevo que no hubiese permitido que se perdiera nuestra primera independencia. ¿Se imaginan lo que sería hoy Venezuela si el impulso revolucionario que comandó Bolívar no se hubiese perdido? Este ejercicio de imaginación es lo que ha sido denominado en el campo de las ideas, de la historia y de la literatura una "ucronía", es decir, una versión de los hechos no como fueron sino como podrían haber ocurrido. Esta continuidad imaginada de la obra de Bolívar podríamos considerarla una ucronía positiva. Un caso de ucronía de signo negativo es la que se encuentra relatada en la novela El Hombre en el Castillo de Philip K. Dick en la cual el autor construye un relato donde los nazis ganan la Segunda Guerra Mundial. Pero atención que atribuirle un carácter positivo o negativo a un posible desenlace histórico depende también de nuestra postura frente al mundo y su ubicación en el tiempo. Si nuestra revolución fuese derrotada hoy perdiéndose esta segunda independencia por varias décadas, alguien que escribiese en el año 2080 podría construir una ucronía positiva imaginandose que hubiese pasado si la Revolución Bolivariana no hubiese sido derrotada en el 2017. Pero como a ninguno de los revolucionarios nos interesa esa posibilidad, los chavistas y la juventud bolivariana en particular tenemos que evitar desde este presente que alguien pueda tener mañana bases materiales para imaginarse algo así. Brindémosle entonces a nuestro gigante Hugo Chávez la certeza de que ese escenario no existirá jamás redoblando nuestro compromiso práctico para garantizar que la Revolución Bolivariana si tendrá la continuidad revolucionaria que no tuvo nuestro Padre Libertador Simón Bolívar. Dediquemos a ambos gigantes de nuestra historia nuestros mejores esfuerzos para hacer irreversible y definitiva nuestra segunda independencia. No arruinemos el futuro de la Revolución repitiendo los errores del pasado pues como bien dijo el compañero y amigo @jj_aguiar: "Nunca arruines tú presente por un pasado que no tiene futuro."
Vamos todos con Bolívar, con José Felix Ribas, con Chávez y con Robert Serra a seguir haciendo Revolución.
Si la juventud asume la Contraofensiva, La Patria Sigue!!!