I.
El pasado 20 de Febrero, el camarada Nicolás Maduro Moros, en su carácter de presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), anunció que está iniciando una fase de reorganización que durará 60 días, es decir, que culminará el próximo 19 de abril.
Con la reorganización, además de lo funcional, aborda con fuerza la presencia territorial del PSUV en el país, a tal punto, que para cada parroquia se ordena la apertura de una Casa del PSUV, garantizando la densidad política requerida por un partido que tiene la responsabilidad histórica de gobernar haciendo revolución chavista.
Abiertamente apoyamos el lineamiento del camarada Nicolás Maduro para reorganizar el PSUV y abrir sus casas, ya que siempre nos han preocupado los riesgos que corre un movimiento político disperso y nómada, de ser convertido en Comité de Aplausos por tendencias y corrientes que nunca faltan en el partido.
De hecho, en diciembre de 2015, en el artículo de opinión Venezuela: Batallas del 2016, escribimos: "El partido político de la revolución, que se asuma para esta nueva etapa, tiene que ser fuerte (no un Comité de Aplausos) y tiene que direccionar la gestión del gobierno a favor del pueblo para que no sea un ejercicio contrarrevolucionario. Se hace necesario crear Casas del Partido en las comunidades para estrechar los vínculos con el resto del pueblo y estudiar la Doctrina Socialista".
Llegó la hora de la creación de las Casas del PSUV, que en palabras del camarada Nicolás Maduro deben ser "una casa para cumplir tareas de diversos signos: de gobierno, de formación política, de organización, de movilización, de propaganda".
II.
Las Casas del PSUV para garantizar la amplitud prefigurada por el camarada Nicolás Maduro, tienen que ser un espacio libre y permanente para la participación de toda la militancia del partido. Un espacio para el encuentro responsable y fraterno de revolucionarios y revolucionarias; el debate interno sobre la coyuntura política en lo internacional, nacional, estadal, municipal y parroquial; la exposición crítica y autocrítica sobre el gobierno y el partido; la conformación de brigadas de propaganda; la rendición de cuentas de los funcionarios públicos en cargos de elección popular; la interpelación de los funcionarios en cargos de libre nombramiento y remoción y la revisión del presupuesto participativo.
Por tal motivo, hay que considerar ciertas condiciones mínimas en la apertura de las Casas del PSUV:
a) deben funcionar en inmuebles propiedad del PSUV o arrendados con recursos del partido. Evitando así manipulaciones, atropellos y chantajes de parte de los dueños del local.
b) Estar ubicadas en las inmediaciones de una plaza Bolívar.
c) Nombrar una junta administradora que garantice el orden y la limpieza.
d) Crear una biblioteca.
e) Publicar el cronograma de actividades semanales en los ejes de formación, organización y movilización.
III.
Toda la militancia, en cada parroquia, tenemos que ponernos a montar la Casa del PSUV, antes que se den otros pasos de la reorganización.
Se entiende que el PSUV está en una especie de proceso constituyente para revitalizarlo y ponerlo a tono con el momento histórico. Entonces, nada más acertado que desarrollar ese proceso desde la Casa del PSUV, que por ser de densidad parroquial, es sinónimo de arraigo en el pueblo venezolano.
Todo el PSUV a la carga, a ubicar el local, el mobiliario, la papelería y las pinturas para inaugurar, en cadena nacional, el 5 de Marzo y en honor al Comandante Eterno, Hugo Chávez Frías, las 1136 Casas del PSUV.
