Consciente de la difícil situación económica y política que atravesamos. Quienes nos reconocemos como revolucionarios y estamos dispuesto a seguir la senda por la construcción del Socialismo Bolivariano por la vía pacífica y electoral, sabemos que la lucha es continua, incesante, cargada de tropiezos y de efectos sociales, políticos y económicos para todos por igual.
Por ello, estamos convencidos que nuestra única posibilidad es la paz y el entendimiento en el marco del mandato constitucional de la V República y en ese sentido, creemos que el dialogo es la salida lógica, y en primera instancia, debe ser con los sectores sociales progresistas organizados, partidos políticos patrióticos de izquierda y grupos sociales disconformes con algunas de las políticas del gobierno, a lo interno del proceso, para luego ir a la búsqueda de un adversario opositor que apueste al ejercicio pleno de sus derechos constitucionales, bajo el manto de la obediencia a sus deberes republicanos.
En ese sentido, requerimos de un dialogo que nos permita a los y las venezolanos, despejar la paja del trigo. Un Dialogo, no un acuerdo entre cúpulas, que transite por la vía de un proceso diacrítico, dialógico y de apego absoluto al estado de derecho, a través del cual se ratifique la autoridad y legitimidad de las instituciones del Estado en un tránsito hacia el orden democrático que exige la patria.
Sabemos que en el terreno político nacional se contraponen dos fuerzas opuestas por sus idearios y praxis, las cuales están enfrentadas, pero anudadas en la maraña de circunstancias provocadas por la intromisión de agentes externos, especialmente, el imperio y sus cachorros Latino Americanos: La OEA, Almagro, Macri, Temer y los inútiles asesores y coach del terror.
También sabemos que de seguir por la vía de la exacerbación de las emociones y frustraciones colectivas provocadas por el fácil razonamiento, el cálculo político, el peloteo de las culpas, los deseos desmedidos y extemporáneos de la derecha por tomar el poder y los discursos insensatos, vacuos y ajenos a la realidad concreta devenido de los presuntos auto críticos con sus análisis interesados. Las consecuencias son de pronóstico reservado, pues pasaremos de una guerra económica (golpe suave), a una confrontación fratricida que al fin de cuenta solo favorecen a los perros de la guerra en detrimento de los pueblos.
Por ello el llamado es simple, los queramos patria debemos convocarnos sin protagonismos individuales, sin imponer verdades preconcebidas, interesadas y sin asidero tangible, estamos obligados a presentarnos en el marco de una profunda humildad (disciplina y compromiso) para el logro de la unidad, con énfasis en la preservación de principios revolucionarios y en concordancia con el plan de la patria. No perdamos de vista que nos enfrentamos a una dura guerra contra los ultraderechistas hambrientos de poder.
En ese sentido le sintetizo:
"Somos la esperanza por un mundo mejor
¿acaso la vida no es una esperanza?
Y Uds., los alejados y auto excluidos
desde sus exactitudes alejadas de nuestra eternidad,
de su sospechosa sentencia que huele a acumulación de cosa
favores, prestigio,
¿sabrá descifrar los sueños,
escaso, tontos para la historia dura y certera,
pero cierto, tangibles y concretos
…. Para los mortales y sus comprometidas vidas?."
La paz no tiene atajos y la revolución no tiene retroceso. Unámonos por la vida, que de muerte están cargadas las pesadillas imperialistas.
