A propósito de los 4 años de la siembra de nuestro Comandante eterno, HUGO CHÁVEZ, organizamos una Jornada en la Zona Educativa del estado Sucre, consistente en la presentación de varias ponencias ( José Ramos, el Director; Zuraima Martínez, Diputada Regional; Luis Chacín; Jesús Ramón Meza Díaz, Abogado y este servidor) sobre los logros de su gestión de gobierno a lo largo de trece años.
Demás está decir que es impresionante refrescar esos logros en lo económico, político, social, territorial e internacional. Varias veces nos encontramos con las palabras: RECORD HISTÓRICO, ya sea en precio del barril de petróleo, reservas internacionales, PIB, mayor explotación de Gas, explotación de petróleo, menor índice de riesgo país, menor porcentaje de deuda con relación al PIB, mayor índice de recaudación, menor índice de desigualdad, menor índice de pobreza, menor desempleo, mayor salario mínimo, mayor inclusión en educación, expansión y profundidad de derechos de la mujer, del indígena, del afrodescendiente, de las personas con discapacidad, leyes populares e inclusivas, victorias políticas internacionales, nacionales, regionales, municipales, parroquiales y comunales, institucionalización de planes soberanos, nacionalistas, ant-imperialistas y socialistas,…
Todo ello, pese a un golpe de estado (2002), saboteo petrolero (2002-2003), paro patronal(2002-2003), crisis capitalista mundial del 2009, derrota de la Reforma Constitucional,…
Al final una "marca" inigualable, diríamos. Una marca que el Imperio se dispuso a borrar con más fuerzas, a partir de la desaparición física de nuestro Comandante y, por supuesto, de la entrada en escena de Nicolás Maduro Moros, su heredero.
Buscando la documentación del caso para cumplir con mi compromiso como ponente ante el personal de la Zona, me tropecé con un libro editado en 1.998 que habla de la Rebelión de Chávez, ese libro que vendimos con gusto, entre otros, José Ramos, Gilberto Isava y mi persona. "HABLA EL COMANDANTE", se llama y, lo publica, el Profesor Agustín Blanco Muñoz, un miembro de Bandera Roja que luego se hizo bien escuálido y me hizo perder, como el gusto por libro; aunque allí quien habla es mi Comandante. Tiempo tenía que no lo tomaba en mis manos, pero a propósito de este compromiso, lo revisé y me encontré con qué, en él, Chávez nos muestra una faceta, en derrota, que me llamó muchísimo la atención. Es impresionante como el camarada, detenido, de cara al generalato traidor y "vendepatria", va solicitando e imponiendo condiciones para salvaguardar la vida de sus compañeros, de la pureza de su mensaje. En ese forcejeo, se niega a dejar a alguno de los suyos "guindando" y logra resguardarlos; así como logra, también, dar su mensaje hablado; pues, le insistían en que lo escribiera y lo leyera. Al fin, habló y dijo lo que sentía y le salía del alma. Habló bien, eso lo sentenció de inmediato el pueblo y dejó para siempre el mensaje del "por ahora". Dispuso Chávez, lo que debía ser, aún en aquellas condiciones. Me recordé que "disposicionero", lo llamaba su abuela.
Viendo resistir a Maduro, ante tanto asedio, verlo de pie ante tanto ataque y sentir que tenemos Patria pese a toda la ofensiva del Imperio durante ese infernal año 2016, me recuerda a Chávez y a esta faceta suya; esa, de disponer lo que debía ser, de hacer sus cálculos, de sacar sus cuentas, hacer meticulosamente sus evaluaciones y al final tomar una decisión "plena como la luna llena". Esa condición innata suya, nos dice hoy que le dio otro logro trascendental, el de haber elegido a un hombre de la madera de Nicolás Maduro, que cada día más se erige en su lealtad y en su capacidad estratégica, para, siempre con humildad, junto al pueblo consolidar nuestra Independencia, seguir teniendo Patria y transitar hacia el socialismo.