Dice Arnold Toymbee, historiador inglés," que siempre hay crisis fundamentales en el interior de las civilizaciones. Son desafíos que exigen una respuesta. Sí el desafío es mayor que la capacidad de respuesta, la civilización entra en un proceso de colapso. Si la respuesta ante el desafío es excesiva, surge la arrogancia y el uso abusivo del poder. El ideal, es encontrar una ecuación de equilibrio entre el desafío y la respuesta, de forma que la civilización mantenga su cohesión, se enfrente a nuevos desafíos y prospere.".
Por supuesto que esta afirmación u opinión surgió en medio de la llamada "guerra fría" y en un contexto de manejo de elementos de propaganda muy diferentes a los que enfrentamos hoy día, por ejemplo un desafío hoy en cuestión de minutos deja su vigencia o se transforma en una ventaja o dicho de otra manera, la definición exacta estaría enmarcada entre conceptos antagónicos o de indiscutible disonancia; un ejemplo que serviría de ejercicio en cuanto la generación de un desafío podrían ser el uso indiscriminado de la mentira, la desinformación, base de datos falsos, entre otros; hay otros ejemplos que nos ubicarían en el uso y la costumbre de un país en particular, que podría alimentar desafíos distintos en otro país.
Este escrito lo hago en razón de lo que está ocurriendo en Latino América, con los gobiernos progresistas o de izquierda, la evidencia de un cerco cada vez más intenso desde la mediática en cada país y la internacional; amén de algunos gobiernos que deslizan opiniones que favorecen alguna intervención en Venezuela y utilizan para ello, a los propios presidentes o personeros y más allá de ello, el uso que quieren hacer de la Organización de Estados Americanos, en busca de la aplicación de la Carta Interamericana, lejos por supuesto de las verdaderas causas en las cuales está asentada su aplicación.
Toda esta situación, nos coloca en una situación de enfrentamiento de modelos civilizatorios que hoy los podemos identificar como capitalismo y socialismo; dos formas de organización de la sociedad totalmente opuestos, el primero lo conocemos bastante bien y sabemos lo que ha originado y las consecuencias en el proceso civilizatorio en el contexto de la relaciones humanas y de estas con la naturaleza; en la acera de enfrente nos encontramos ante la construcción en el caso que nos compete de un modelo que el Comandante Eterno llamó "Socialismo del Siglo XXI"; y que sus contenidos y ejemplos comenzamos a experimentarlos; por supuesto como todo lo nuevo con las fallas, errores, aciertos y altibajos, podríamos decir que las líneas maestras están en proceso en razón en primer lugar de administrar los recursos escasos con criterios de legitimidad y oportunidad lo cual se traduce en escasos y lo otro que las necesidades son ilimitadas; por lo tanto, la orientación política viene dada en el caso de la aplicabilidad hasta ahora en gestión de gobierno bolivariano cuyo signo más importante es la distribución de recursos en lo que se denomina la inversión social.
En el centro de toda la lucha y que no debemos perder de vista está en el desarrollo de la lucha de clases, lo que nos induce a contrarrestar al capitalismo como muestra de descomposición de la sociedad actual, mirar para otro lado no sería la actitud revolucionaria deseada, por tanto y cuanto, la hora de las definiciones vendrá en el momento culminante de la aplicación de quienes y porque las políticas públicas sean necesarias ahora en virtud de los acontecimientos mundiales y la sostenibilidad de los planteamientos del tipo de socialismo a construir, bajo la premisa incontestable del humanismo, la distribución equitativa de la riqueza y planteamientos, programas y políticas dirigidas a una economía para las grandes mayorías.
