En la antigüedad, en diversos lugares como China, Persia, Grecia... etc, era practica común castrar jóvenes del sexo masculino; esta bárbara costumbre era mantenida por personajes poderosos, política o económicamente, con el fin de usar a estos castrados, llamados "eunucos", como guardianes de sus harenes y en otros casos para preservar la voz juvenil de las victimas para sus actos musicales.
Adicional a los efectos biológicos que la pérdida de los genitales causaba en estos jóvenes (Ausencia de hormonas, pérdida de virilidad, aspecto femenil, ausencia de signos de maduración como vellos, cambio voz...) muchos escritores especulan sobre la formación, en la psiquis de los eunucos, de un sentimiento de sumisión extrema que los hacía actuar con exagerado servilismo y mansedumbre y rendir pleitesía a sus castradores; lo cual los llevaba a humillarse y a mostrar obediencia y una mansedumbre reverencial ante sus victimarios.
Aunque no haya evidencias incontrovertibles de esta actitud de los eunucos es seguro que hay muchos elementos que indican la certeza de esta especulación; pero no es mi interés analizar la conducta de las victimas de esa bárbara costumbre de la antigüedad, sino más bien manifestar mi sorpresa porque, al parecer esta forma de proceder o de sentir ocurre en otros ámbitos del devenir humano aun cuando tenga ligeras variaciones de forma.
Yo no puedo dejar de manifestar mi pasmo y mi incredulidad por el comportamiento inverosímil y chocante de ciertos países en la farsa que ha montado "usa" (minúscula intencional, m.i) en la "oea" (m.i) con el fin de sentar las bases para la defenestración del gobierno de N.Maduro; sin embargo hay que decir que la sorpresa no es por las acciones de "usa", que ya sabemos del gusto que tienen por deponer gobiernos autónomos y por poner, en América Latina, gobiernos títeres que sean de su agrado y que les sirvan dócilmente y con mansedumbre, también se tienen registros del gran numero de veces que lo han hecho y de la diversidad de métodos; no, la sorpresa no es por USA, es por la actuación despreciable, deshonrosa y repugnante de algunos países de la región siguiendo la senda de los eunucos, veamos los casos más notables:
ARGENTINA.
Durante la guerra de las Malvinas el año 1982, cuando Argentina trataba de recuperar su soberanía sobre dichas islas, el suministro de equipos y dotación militar así como el apoyo estratégico y entrega de información por parte de "usa" (m.i) fue decisivo para la derrota Argentina, a pesar del tratado denominado TIAR que "obligaba" a los EEUU a apoyar a la Argentina, pero más valió los intereses con Inglaterra y el desprecio por Argentina. Hoy día más puede la sumisión y el deseo de complacer al violador (EEUU) que el honor, la dignidad y la solidaridad con un país hermano y alli los vemos con gran fervor satanizando, sin verdad pero con mucho cinismo, a Venezuela y lamiendo las botas de Trump, como lo haría un eunuco, para ganar una palmadita en la espalda.
MEXICO.
La verdad es que enumerar las agresiones, abusos y saqueos de territorio y todo tipo de bienes que ha sufrido Mexico se llevaría todo el artículo, baste decir que mediante amenazas, engaños, sobornos y todo tipo de ardides y artimañas le ha birlado la mitad de su territorio y el desprecio y la falta de respeto por el pueblo, las personas y las instituciones es un hecho reconocido antiguo y muy actual como lo demuestra la actitud displicente y soberbia del gobierno de los EE UU sobre el asunto del ofensivo muro y su posible pago por Mexico; por eso no deja de impactar la forma obsequiosa, servil y baja como, México, se presta a obedecer los deseos de los EE UU dedicándose con gran entusiasmo a atacar a Venezuela sin importar la verdad, lo justo o lo bueno para el pueblo venezolano de sus justificaciones. Parece que el sentimiento de inferioridad de los eunucos ante el castrador es superior a cualquier sentimiento de respeto propio.
Historias similares pueden contarse respecto a Chile, Colombia, Perú...etc, y siempre ocurre lo mismo: el deseo de congraciarse con el poderoso y agradarle humillándose y poniéndose de rodillas es una constante.
En una discusión que sostuve con un amigo, él concluyó diciendo: " pero que importa lo que hagamos, así sea infame o humillante, para granjearnos la simpatía de EE UU y obtener unas migajas de su bienestar, si esas migajas me dan para vivir 100 veces mejor que con todo lo que podemos generar por nosotros mismos?", mi respuesta fue: "hay algo de lógica en lo que dices, pero no lo puedo apoyar porque si yo lo aceptara siento que algo me duele y se rompe en mi autoestima, en mi orgullo y en mi dignidad, y en verdad no sé que son esas cosas, ni donde están ni para que sirven, pero de que me duelen, me duelen.."