Otra vez apelo a la recomendación que le hizo Fidel Castro al Comandante Chávez, sobre la importancia que tiene cuidar los detalles, los cuales al no ser tratados a tiempo o adecuadamente, se van acumulando hasta convertirse en un soberano problema.
El 1 de mayo el Presidente Nicolás Maduro, en el momento que estaba anunciando los aumentos de salario en la Av. Bolívar, fue conminado por la multitud de trabajadores allí concentrados, a que se pronunciara contra la escalada de especulación , que se viene produciendo cada vez que el gobierno anuncia medidas sociales para favorecer el poder adquisitivo de los trabajadores.
Ante tal reclamo el presidente se comprometido a revisar la petición obrera, nombrando una comisión integrada por el Vicepresidente y dos Ministros de su gabinete, para que se avocaran a preparar una respuesta al tema del reclamado control de precios.
Lamentablemente a esta fecha los voceros designados, no han dicho ni pio al respecto, provocando desconcierto en la clase trabajadora y de la población en general, que se vio interpretada en el reclamo de los cientos de miles de voces que se escucharon a lo largo de esa Av.
En donde si se les ha escuchado la voz a dichos voceros del gobierno es para referirse a la convocatoria de la Constituyente promovida por el Presidente, que sin negar su importancia y sus propósitos, hizo que la solicitud de un control de precios, pasara a un segundo plano.
Uno de esos detalles de los que se cuidaba el Comandante Fidel y de los que comenzó a cuidarse el Comandante Chávez, no crear expectativas en el pueblo, que luego se desvanecen en la inoperancia de la burocracia oficial , en el mal cálculo político o en la acostumbrada creencia que el pueblo tiene memoria corta y como consecuencia pronto olvidara el reclamo de una medida que ponga coto a la perniciosa especulación de los comerciantes que tiene al borde de locura de la población, particularmente a la de menos recursos.
Ahora bien tengo la impresión que el gobierno está jugando con fuego, hay que salir a la calle como lo hago yo, para tomarle el pulso al problema del alto costo de la vida, métanse en las colas para que oigan como la gente habla peste del gobierno y de los guarimberos de la oposición.
Una masa importante de venezolanos que viven el viacrucis para encontrar los alimentos y las medicinas no hablan de la Constituyente, sino del mal cotidiano, que están viviendo, toda vez que cuando encuentran los alimentos o las medicinas están tan caros que no le alcanza para comprarlos con el salario mínimo y el bono de alimentación, y no hablemos de los pensionados, quienes más tardan en cobrar la pensión que el tiempo que dura para que los inescrupulosos comerciantes le desplumen el modesto incentivo que reciben del gobierno.
Cuanto quisiera que los voceros nombrados por el Presidente Maduro, se pusieran en los zapatos de esos millones de venezolanos que están pidiendo a gritos, que el gobierno tome la medida revolucionaria de decretar el control de precios, pero no a los precios actuales que fueron abultados caprichosamente por los comerciantes en más de trescientos por ciento, partiendo del hecho cierto que desde el año 2014 los empresarios y comerciantes vinculados a la derecha , comenzaron a utilizar los Alimentos como arma de guerra y desestabilización ,con el propósito deliberado de promover un golpe de estado, llegando a su punto culminante en lo que de este año, cuando les soltaron el moño a los precios, buscando un estallido social , el cual están A PUNTO DE LOGRAR, SI EL GOBIERNO NO REACCIONA A TIEMPO. Como dice el refrán la masa no está para bollo, tomando en cuenta que amor con hambre no dura.
La tan deseada paz que promueve el presidente, está siendo trastocada por la angustiosa situación que se ha apoderado del estado de ánimo de muchísima gente, que sienten impotentes ante la arremetida de los comerciantes, QUE NO SOLO ESTAN DESAFIANDO AL GOBIERNO, SINO TAMBIEN LA IRA DEL PUEBLO,
Presidente Maduro DONDE HAY HAMBRE NO HAY PAZ, así que acelere el paso en tomar las medidas que sean necesarias, para desinflar esa bomba de tiempo, en el que se ha convertido, la brutal especulación , que les tiene crispado los nervios a la población
Una medida que puede catapultar el proceso constituyente, a menos que haya un descuido en atender al clamor del pueblo, que si se lo puede llevar en los cachos de ese toro rebelde que llevamos por dentro los seres humanos ,que se les sale cuando se ve acorralado.
Hernán Urbina