"No son los actos irracionales de voluntad de las partes de un contrato los que fundamentan la pretensión de validar las normas, sino su reconocimiento motivado racionalmente – reconocimiento siempre lícito de cuestionar"
HABERMAS, RAZON Y LEGITIMIDAD
Cuando llegué al café ya Anacleto había comenzado su disertación. Aunque no me había dicho nada, en nuestra conversación telefónica de la noche anterior, imaginaba que trataría de un tema de actualidad, algo que estuviera sobre el tapete. Y no me equivoqué. "Parece un festín de zamuros" le escuché decir en tono sarcástico, "Sí, tengo la ligera impresión que para ellos la muerte es un festín, un festín macabro que rematan con unas condolencias, a los deudos, que no son sinceras. Llevan a jóvenes, a veces menores de edad, para que sean en primera línea el grupo de choque, en eso que ellos llaman ‘protestas pacíficas’, que no son otra cosa que actos incendiarios de vandalismo y hasta pudiéramos llamarlos de terrorismo. Les entregan todo tipo de artefacto que sirva de herramienta de terror, como morteros de fabricación casera, chopos artesanales, bombas molotov, clavos, balines de diferentes diámetros, metras, tuercas, etc., y escudos, cascos, chalecos y máscaras anti-gas ‘y que para que se protejan. Pero además les proveen drogas para que, en su éxtasis, no den ‘ni un paso atrás’. Debo aclarar que todo esto lo hacen con la participación interesada de palangristas, camarógrafos y fotógrafos que sólo reseñarán las reacciones de los cuerpos de seguridad del estado, ante los ataques virulentos de estas hordas de desadaptados. Se me olvidaba decirles que reclutan jóvenes y no tan jóvenes en los sectores populares, que muchas veces llevan sus propias armas ‘y que para defenderse’, a los que les pagan diariamente por ejecutar acciones que ellos no tienen el valor de llevar a cabo. Y como reclamaba uno de ellos, los valientes contratantes se quedan a 50 ó 60 metros de distancia, bien resguardados del peligro, para sólo salir como hienas, cuando cae herido o muerto uno de los contratados. Son como zamuros que andan revoloteando en busca de los caídos. Quieren que ruede la sangre, pero que no sea la de ellos ni la de sus familiares. ¡Así que fácil es hacer la guerra!"
La historia responderá simplemente a la pregunta "¿Por qué está sucediendo esto?", porque de momento ninguno de los actores de esta tragicomedia reconoce el rol que está desempeñando, a pesar de todas las historias, medias verdades y mentiras que sale a declarar. Para la muerte del joven de 17 años Neomar Lander, acaecida este pasado miércoles, cuya autopsia señala que "hubo explosión del pulmón izquierdo con derrame hemorrágico interno provocado por un explosivo de fabricación artesanal", no hubo excepción. En vano, sus compañeros hicieron un intento desesperado por salvarle la vida. De inmediato Miguel Pizarro señaló como causa de la muerte al impacto de una bomba lacrimógena, a pesar de que él sabía que eso no era cierto. Mentía descaradamente ante un trofeo, porque eso es la muerte para ellos: una meta alcanzada, un trofeo.
La bandada de zamuros no se hizo esperar. Uno a uno fue declarando la misma historia Capriles, Guevara, Requesens, Blanco, Smolanski, Borges, Tintori y pare de contar. El guión ya estaba escrito; eso había que repetirlo "mil veces" para que se convirtiera en verdad, para salvar sus pellejos y convertir a nuestra gloriosa GNB en la culpable. Jamás pensaron que casi automáticamente al momento del suceso, varias personas, testigos del hecho, colgaron en las redes sociales lo que habían grabado con su respectivo audio. "¿Qué hace ese muchacho ahí? Ay, ay, ay, se le explotó un Bin Laden en el mortero", fuero las palabras de algunas de ellas.
El cinismo con el que actúan es tal que han convocado una movilización nocturna para este jueves en Caracas, con el objetivo de "rendir homenaje a Neomar Lander, joven que falleciera la tarde de este miércoles en Chacao". Lo que no dicen es que el joven fue llevado a la muerte por ellos mismos. Según Pizarro no se debe hacer política con la muerte de los venezolanos, pero de inmediato agregó que el "momento político que vive el país, exige que día a día sigamos en las calles luchando por un futuro"; le pidió a los venezolanos evitar que el miedo les invada y remató: "Sigamos en las calles luchando por el futuro". ¡Vaya caradura! Grupúsculo emberrinchado matando chamos.
El mismo miércoles hirieron a un GNB de un disparo desde un edificio; encontraron a un GNB muerto boca abajo en Chacao; dos policías y dos civiles heridos en enfrentamientos en Lecherías entre PJ y VP; trataron de asesinar a una periodista de Telesur y quemar a su camarógrafo; en pelea interna degollaron a un joven con un pico de botella en la Plaza Altamira. Pero de estos hechos no se pavonearon porque la operación TUN TUN los carga locos; se está cazando uno a uno a los autores físicos de todos estos hechos para dar con los intelectuales, aunque es público y notorio quienes son los "cerebros" detrás del terrorismo. No sólo son terroristas, sino además asesinos e incendiarios; ya tienen experiencia en quemar la disidencia.
Decía Habermas (sic): la democracia no es ni la salvaguarda de las libertades privadas, ni la instauración de mecanismos de compromisos sobre la base de principios formales, ni el mantenimiento de un equilibrio de poderes; la democracia es el estado político gobernado por una legitimidad cuyos principios consisten en la formación expresa de la voluntad ... La separación de poderes es un principio de organización destinado a garantizar un equilibrio de poderes dentro de los diferentes dominios de los intereses particulares, pero tanto la separación de poderes como la democracia no son principios políticos de organización de un mismo rango. Esto parece ser demasiado profundo para los "intelectuales" de la MUD y sus satélites. ¿Qué opinará la Sra. Fiscal General de esto, ahora desde la acera de enfrente?
El problema básico en la Venezuela de hoy no es de leyes, sino de la aplicación de las existentes. Los facultados para imputar a los "supuestos" infractores son los fiscales del Ministerio Público, con la Dra. Luisa Ortega Díaz a la cabeza. ¿Ha cumplido ella fehacientemente con su obligación? o ¿ha permitido que la impunidad reine? Decía Eduardo Galeano (sic): "La impunidad premia el delito, induce a la repetición y le hace propaganda; estimula al delincuente y contagia su ejemplo". Quizá esa sea una buena explicación de la "labor" que le tenían asignada a la Sra. Fiscal General. El pueblo repite que para que haya paz, debe haber justicia. A la impunidad le quedan 52 días.
Las hienas esperan para comer lo que dejan los leones. Los zamuros revolotean sobre la carroña hasta poder bajar a devorarlos. Podemos decir que los zamuros reyes son Julio Andrés, Lilian Adriana y Freddy; ¿su festín? Los más de sesenta muertos que sus tropelías han dejado, los jóvenes heridos y las familias desmembradas. Y a pesar de todo el mal que han causado, siguen llevando impunemente a menores a los frentes de acción sin importarles lo que les pueda ocurrir y burlándose de la LOPNA. ¿Ves ahora quienes son tus verdugos?