O varias. No es mi intención ser amarillista ni hacer uso de un tema escabroso para llamar la atención de los lectores. Pero fue lo primero que se me ocurrió cuando la rectora del CNE anunció un centro electoral para la contingencia. Decisión por cierto muy bien pensada, necesaria e inteligente.
Y mucho menos se trata de un artículo para desanimar a los que tengan que ir a votar. Por supuesto yo, de todas todas, iré a votar al Poliedro por la Constituyente. Aún si solo fuese por ir en contra de estos opositores locos, desquiciados que ya están perdiendo su fuerza. Lo decía muy bien Pérez Pirela en su programa de ayer jueves, que me emocionó por el tono vehemente, la lucidez y, sobretodo, la pasión que puso en sus palabras declarándose chavista. Los que podían estar descontentos con el gobierno bolivariano se encendieron en cientos de miles, tal vez millones, como reacción contra los hechos absurdos, por ejemplo de un paro "cívico" pero obligado, y además muy especialmente en contra de los asesinatos inducidos por la inmensa insensatez de los dirigentes de la oposición en estos últimos cuatro meses.
Sabemos que sigue el descontento con los precios que arreciaron semana a semana, y con mayor intensidad en esta última semana. Hay descontento porque no se consiguen los productos nacionales a precios solidarios. Azúcar, harina, pastas, aceite, sí se consiguen pero todos a precios internacionales. Y parece más que evidente la guerra económica entendiendo además, en la situación actual, la imposibilidad del gobierno en aplicar los controles.
¡Todos están en desacato! A cuenta del artículo 350 de la Constitución, lo aplican no sólo para trancar las calles del este de Caracas y auto secuestrarnos, sino está aplicado en su máxima expresión en los supermercados, en todos los precios. Pero estamos seguros que, al contrario de lo que esperaba la inteligente y sagaz oposición, no será éste un motivo que no nos hará votar el domingo 30 de Julio por la Asamblea Constituyente.
Y como la violencia asociada con la brutalidad se ha vuelto un indicador importante de los dirigentes opositores y de sus secuaces, en gran parte delincuentes y seguramente hasta paramilitares, no es de extrañar que se les ocurra realizar un acto de alto impacto, una acción desesperada como colocar artefactos explosivos en el Poliedro.
El Poliedro, como centro de contingencia, va a estar repleto de gente, miembros del Plan República, funcionarios del CNE, miembros de las mesas electorales, público quienes no nos es posible usar nuestro centro de votación. ¿Cómo controlarán los ingresos? ¿Quién supervisará los objetos que traen consigo la gente? Es apenas una leve advertencia a los organizadores, que no está demás. Por si acaso no se les haya ocurrido también.
Y así al igual que unas compañeras que viven en las zonas y que bien de la ciudad, ahora inmersas en basura, escombros, porquerías, quienes se irán desde el sábado en la noche a pernoctar en zonas de fácil salida, yo también me iré hacia otros lares porque nada ni nadie me impedirá ejercer mi derecho al voto en esta elección histórica.
Contra las bombas del odio, la intolerancia, la violencia y la miseria humana, nuestro voto por la PAZ será el mejor regalo para Venezuela.