Y de las catacumbas salió: vadeando ríos, haciendo trochas, saltando verjas, desafiando peligros, alegre, cantando, riendo. Y llegó a los centros de votación para después de recorrer la herradura, mostrar con orgullo el papelito que significaba la victoria de su gesta. Y así papelito a papelito el pueblo venezolano sumó más de ocho millones de voluntades que respondieron al llamado a Constituyente del Presidente Maduro que dijeron al unísono: no más violencia, no más muertes, queremos paz, queremos justicia, no más saboteo, no más guerra ni económica ni mediática ni de cualquier naturaleza, no más lacayos traidores de la patria que propician y claman a gritos por una intervención extranjera; no más infiltrados en el proceso revolucionario que torpedean el logro del objetivo supremo del socialismo bolivariano, no más grupos ni grupúsculos disfrazados de revolucionarios civiles o militares que impiden que el poder lo tenga el pueblo, matavotos los llamó tiempo atrás Luis Britto García.
Y con la victoria del 30 J llegó la paz; en el momento en que escribo estas notas van 5 dias de calma, de acontecimientos históricos, de instalación de la ANC con su flamante directiva; de remoción de la señora Luisa Ortega como Fiscal General de la República y de nombramiento en su lugar del siempre combatiente y consecuente Tarek William Saab y con su nueva investidura esperamos que haya llegado la justicia extraviada, perdida, desbalanceada.
También con la victoria del 30 J llegó la hora del "yo no fui" la hora loca de los líderes de la oposición: Ramos Allup, Falcón, Rosales y otros adecos y sus derivados, ante la contundencia de los acontecimientos ahora dicen que participarán en las venideras elecciones de gobernadores y consejos legislativos; también en las de alcaldes y concejos municipales y las presidenciales del año que viene. A partir del 30 J milagroso, el CNE vuelve a ser creíble; ahora lavan sus culpas, quieren decirle a los venezolanos sobre todo a sus seguidores que ellos no tuvieron nada que ver con la violencia desatada en casi 3 meses, ni con los más de cien fallecidos como consecuencia de estas acciones.
Desvergonzados es lo que son, cínicos, caras de tabla, dobleraseristas si cabe la expresión. Prohibido olvidar que son corresponsables de todos estos hechos y como tal deben ser juzgados; que un deslinde a tiempo del llamado de los violentos por parte de estos caricaturescos personajes, pudo haber evitado el lamentable derramamiento de sangre. No lo hicieron y una vez más, admitiendo sin decirlo que el CNE es la institución más seria y confiable del planeta en materia electoral, lo usarán como preservativo, a conveniencia: si ganan está bien, si pierden gritarán fraude.
Que no se nos olvide el Ramos Allup desalojando del Palacio Legislativo los cuadros de Bolívar, de Chávez y del Presidente Maduro, los insultos a miembros de nuestra GNB, los vejámenes a las rectoras del CNE que son las mismas que regirán los procesos electorales donde ahora, después de su cooperación con la violencia, con las muertes con la destrucción de bienes, con el terrorismo, ellos participarán.
Bienvenida su participación porque es el cauce democrático establecido en nuestra Carta Magna, pero que no se olvide nunca la clase dirigente opositora que tenemos y sobre todo su intención de devolvernos al pasado funesto que representan; son fascistas, traidores a la patria, proimperialistas.
El pueblo el 30 J salió de las catacumbas y obtuvo la más contundente de las victorias y dio ejemplos de valentía, lecciones de consecuencia, de patria, de compromiso y sobre todo expresó con profundidad su esperanza en que más allá de los objetivos que logremos con la virtuosa ANC y nuestros virtuosos constituyentes como los catalogó su presidenta Delcy Rodríguez, enrumbemos la revolución y nuestro socialismo bolivariano, con el pueblo participando efectivamente hacia el no retorno y la felicidad de todos los venezolanos.