Venezuela posee tal vez, el sistema político más dinámico del mundo. Tan vigoroso como la época avasallante que vivimos a escala planetaria, en donde los tiempos históricos se intensifican y decantan ligeramente en otros. Cuántos grupos en la actualidad cunden el espectro partidista, cuántas ONG, movimientos, sectores sociales, sindicatos, colectivos, consejos comunales, comunas, todos en un entramados de intereses, tensando las correlaciones de fuerzas que dan vida a la nación.
Para rematar, más de veinte elecciones y dos Asambleas Nacionales Constituyentes en dos décadas en procura de adecuar el contrato social a las exigencias políticas y sociales de estos tiempos. La última ANC, le pareció un atrevimiento a actores políticos que adversan al chavismo, quienes atrapados en la evanescencia del tiempo y la desesperación, no han sabido interpretar los signos actuales por lo que, no han podido perfilar estrategias programáticas adecuadas para ofrecérselas al pueblo, más allá de crear el caos para sacarle rédito y presentar sus rostros, en esa correlaciones de fuerzas, como opciones creíbles de poder. Ojo, sólo sus rostros.
Por eso, pese a sus errores y desaciertos, el Proyecto Bolivariano avanza apoyándose en sus banderas de la participación política y la inclusión social. Por eso, la ANC es un hecho, que en estos momentos tributa a la paz. Por eso, la ANC es acogida como sujeto social con potencial canalizador de soluciones en la mayoría de los ámbitos de la vida nacional. Por eso, por no saber interpretar los signos actuales, es que está a punto de desaparecer la gran tribuna de beligerancia política opositora como lo es la Asamblea Nacional, ya que como crónica de una muerte anunciada, no asistirán a comparecer ante la ANC, y ésta, con su carácter plenipotenciario, declarará el cese definitivo de sus funciones.
¡Ah! por eso, las elecciones regionales se adelantaron para octubre, en una fiel interpretación que la dirigencia chavista hace de las subjetividades que bullen expectantes y optimistas por todo el territorio. Aunque claro debe tenerse con esa interpretación, que es necesario responder en el corto plazo a las expectativas que tiene el pueblo sobre resolución del problema económico, pues sin ello, la emotividad positiva se desinfla.