"…Y la aldea de Ospaxi estuvo inquieta mientras se reunían los guerreros en la leógrata del recinto de los sabios esperando a su Rey; sus integrantes confusos con las noticias traídas desde otras aldeas, sucumbían en cualquier especulación dada por contraria; pero el adalid y guerrero Rozlxi al llegar ordena disciplina y quietud para ser escuchado; todos enmudecidos proyectan la atención y escuchan a su jefe manifestar querer ceder espacio en su gobierno al guerrero Vlarzi de la aldea Cictxi; todo para evitar la claudicación del reino; ya que los enemigos poderosos están por llegar y conseguir a nuestro ejército dividido sería mortal y pondríamos al Pueblo en una situación de sumisión; el enemigo eliminaría nuestra cultura, violarían a nuestras mujeres, asesinarían a los ancianos y engañarían a nuestros niños para volverlos contra nosotros. Luego de estas calurosas deliberaciones los guerreros pensaron, meditaron y reflexionaron a tal evento y le abrieron sus puertas al guerrero Vlarzi y se dio la unión de los sabios y combatientes. …Las tormentas de odio y desesperación se volvían contra el infame guerrero Jumónyi del imperio Monderium mientras una estela de amargura dejaba un cometa errante sobre la luna de la Gobnexi. …"
Cerca del medio día de aquel miércoles 23 de agosto de 2017; una gran parte del Pueblo falconiano esperaba con entusiasmo al Comandante Oswaldo Rodríguez León, candidato revolucionario a la Gobernación por el Estado Falcón. Un líder que sin duda alguna posee la virtud de vivir en los corazones de todos los falconianos y falconianas; prestigio que lo ha sabido administrar durante poco más de una década entre mieles y amarguras. Pasó por el suplicio de estar dentro de las mazmorras mediante un juicio injusto que dieron por sentencia una condena en primera instancia como absurda. Endosar este hecho a alguien, será redundar; el Pueblo en la calle es el mejor señalador.
En el salón de aquella edificación expuso a sus seguidores la decisión de apoyar al candidato Víctor Clark; tal medida adoptada bajo una profunda meditación de sus causas y efectos; un desaliento se dejó ver a pesar del esfuerzo de aquel líder en tratar de convencer a quienes se negaban en aceptar tal realidad por muy necesaria que fuese. Sin embargo, al finalizar la reunión, el Pueblo sabio entendió aquella decisión por la sencilla razón e interés de garantizar la permanencia de la Revolución en el Estado Falcón y no entregarla a la derecha - como se venía maquinando por sectores reformadores y entreguistas - . Eso se llama: madurez política del Pueblo. Con tamaño sacrificio y humildad, al Comandante Rodríguez León se le reafirma su carácter Revolucionario; se le corrobora su indudable Lealtad al legado de Chávez y se garantiza la Confianza sobre sus hombros.
Víctor Clark, volvió de manera decisiva al Estado Falcón luego de pasar por un periodo de madurez política en la ciudad natal de Simón Bolívar; posición que le permitió entender a plenitud la complejidad de la Revolución Bolivariana. Un muchacho en la que no se puede dudar su condición de leal al Proyecto Bolivariano; un joven que ha defendido a la Revolución hasta en las peores circunstancias del enemigo de la Patria. Ahora viene con la misión de profundizar el Proceso Bolivariano en nuestra región y lograr extirpar las divisiones excluyentistas para imponer la unidad revolucionaria y la inclusión en todas sus dimensiones. El buen padre llega a su casa para unir a sus hijos e hijas de aquellas reyertas y desuniones creadas por el egoísmo y la arrogancia que fueron hervidas en la residencia de los espantos. Víctor, un muchacho humilde de Pueblo llano que supo diferenciar en silencio a los enemigos de caretas escarlatas; estrategia que le permitió entrar por las rejillas del refractario soberbio para confundir a sus bandas infaustas. Ese joven Víctor, en su posición sumisa al Pueblo, oyó con humildad la necesidad de extenderle la mano al Comandante Rodríguez León para lograr la "Unidad Perfecta" o "Ecuación Perfecta" con la finalidad de conseguir la permanencia de la Revolución en el Estado Falcón. Y así lo hizo.
En la entidad falconiana vuelve a parecer la sombra de la mantuanidad colonial en nuevos tiempos; una oscuridad revivida por la ineficiencia de la actual administración. El Pueblo falconiano, en su afán de seguir creyendo en la Revolución ha sabido tolerar por más de una década la inacción de sus dirigentes hechos funcionarios para ver avanzar lentamente la Revolución mientras el aliento del enemigo lo sentía en sus hombros. No obstante, tal tolerancia se veía ya liquidada para dejar que todo cayese en las manos de la providencia. Víctor veía a tres grandes líderes no ponerse de acuerdo: el primero, Alcides Goitia, con una excelente y ejemplarizante gestión dominaba parte de Paraguaná; el segundo, Rodríguez León, con un carisma humilde y domiciliado en los corazones de las 3/5 partes del Pueblo falconiano y; Jesús Montilla, un gobernante que supo administrar las instituciones para colocarlas al servicio de su mandato durante década y media. Bajo estas tres personalidades trabajando en direcciones opuestas cada uno, la Revolución se dispersaba por dentro. Fue la Dirección Nacional que percibía tales movimientos y ordenó que se enviara a alguien para evitar males peores. Alcides y Rodríguez León se dieron cuenta que juntos germinarían la semilla del inicio a la Unidad y la colocaron en práctica; pero el tercero se negó a ello y percibió inmediatamente un movimiento extraño desde Caracas; fue ahí cuando intentó cubrir de elogios al joven Víctor para enlutarlo prematuramente, pero en realidad era desacelerar su liderazgo y endosarle toda clase de rechazo. El Joven Víctor al darse cuenta de ello, dispuso de sus conocimientos enseñados por el Presidente Nicolás Maduro y el compañero Diosdado Cabello y adelantó una estrategia que llamaría "Pulso y Tiempo"; lo que definiría enseguida la unificación de las fuerzas revolucionarias en el estado Falcón.
