El PSUV es una maquinaria con una capacidad autodegenerativa capaz de desafiar la lógica de las lógicas. Se habilita para tal tarea a velocidades de competencia, en donde sus altos jerarcas y buenos imitadores parece que corrieran por su propio trofeo. Así pasamos desde el Dios proveerá de Maduro a las expresiones alegres de Iris Varela y de Nicolás Maduro hijo diciendo que asaltaran La Casa Blanca en New York a Rafael Lacava yendo a un canal de televisión a bordo de un asno, y así entre tantas otras "psuviadas"
El PSUV pasó de ser un intento novedoso como partido en sus comienzos a una tolda en donde el delirio, la maniobra, la descalificación, el autoritarismo o la soberbia calzan el perfil de quienes a la vez son jefes de gobierno y a nombre de eso creen que simplemente el resto del país no tiene más opción que aguantarsela, además haciendo del servilismo la forma predilecta como gustan relacionarse. Por eso es que argumentan con un mazo en la mano, ponen a su mismo nivel a un sesudo como Luis Britto García o se les refleja Stalin cuando se ven en el espejo.
Podría ser suficiente tragedia para el país con todo lo anterior, pero la cuestión es que esos mismos señores que aludimos son quienes nos han llevado a un estado de ignominia y penurias, sin importarles la suerte de toda nuestra población y dicen que actúan a nombre de la revolución. Por eso es que podemos encontrarnos a un Elías Jaua reivindicando al "Che" Guevara, pretendiendo revestirse de algo que solamente hace exponerlo más ante el descomunal rechazo colectivo que inspiran, tanto él, como todos sus correligionarios.
En medio de una campaña electoral, donde las cúpulas han preparado un escenario de carnaval antipolitico, queda el panorama servido para la falta de propuestas, la banalización del debate, la falta de compromiso y seriedad, el show politiquero, la embriaguez burocrática, etcétera, etcétera, revelandose Rafael Lacava como todo un logro de la organización política que lo postula como candidato a la Gobernación del Estado Carabobo.
El verdadero significado político de todo esto, es que tenemos ante nosotros otra variable de como se manifiestan los enterradores de la revolución bolivariana, que paralelamente en la medida que se acentúa la corrupción y la impunidad, se agiganta su cinismo. Lo cual tiene que llevarnos a esfuerzos colectivos a la mayoría de la población a buscar nuestras propias conclusiones y que esas a la vez se conviertan en tareas que pueden empezar para muchos votando por candidatos independientes de las cúpulas PSUV-MUD el 15-O o nulo en aquellos lugares donde así lo considere y sumarse al reto encaminado por construir un nuevo referente político.
