Los ataques desesperados a la ANC

La Asamblea Nacional Constituyente está cerca de cumplir los tres meses de haberse instalado. El 30 de julio la gente votó esperanzada. Había acumulado una gran expectativa. Por eso votó. De alguna manera se había vendido la especie de que la ANC traería paz y bienestar para los venezolanos y venezolanas. El primer elemento se cumplió. Primero se instaló la paz que la Asamblea. Eso fue y es altamente positivo. Asumió la Fiscalía General de la República Tarek William Saab, y ha cumplido y lo sigue haciendo. Eso ha sido positivo. Recientemente la ANC anunció otro acto importante: llamó a elecciones municipales para el mes de diciembre. Hasta allí todo bien. Pero el aspecto más importante para el pueblo no se ha cumplido: el bienestar económico. Este elemento sigue latigueando al pueblo chavista y no chavista. Los elevadísimos precios de los productos de la canasta básica han hecho reventar a la gente. Esta chillando. Y eso desemboca en una latente desesperación. O sea, la gente está desesperada y arrecha, pues. Y es cuando dice cosas en las redes para descargar esa arrechera, como diría un señor que no quiero nombrar.

Las personas, comunes y corrientes, en medio del llantén del estómago, dicen cosas, como que la ANC no está haciendo nada, entre otras cosas. Y luego, algunos constituyentistas se ofenden y toman esa descarga como un ataque a la soberanísima Asamblea. ¿Por qué se ofenden señores? La gente no le queda más que quejarse en medio de esta acelerada crisis económica, ya que había cifrado su esperanza en la acción positiva que tomaría la Asamblea para paliar esta situación. Dicen los ofendidos: "Nosotros también somos pueblo y sufrimos los mismos embates que la población, pero estamos trabajando todos los días, las 24 horas y mucho más". Ustedes tienen metido en la cabeza que ser chavista es aguantar sin chistear. Quien alza la voz no es chavista. Están equivocados. Ustedes saben que además del hambre, producto de esta incruenta guerra económica, la gente se está enfermando (algunos mueren), y no encuentra las medicinas. ¡Carajo, camaradas, ante esta situación, ¿qué nos queda?! Yo no voy a llorar por lo que a mí me pasa a mis 80 años, ni voy a escribir en las redes, pero otros si lloran y sí escriben y con mucha razón. Y que conste: yo no soy más chavista que ellos. (Tal vez ellos sean más chavista que yo). Nadie es igual. Cada quien reacciona ante un hecho determinado en diferentes formas.

No se puede pretender que todos pensemos iguales y que reaccionemos, ante un estímulo externo, de la misma manera. Eso es absurdo. ¿Quién le creó las expectativas al pueblo? Alguien fue. Por eso fueron a votar masivamente el 30 de julio. Por eso la votación fue masiva para elegir los gobernadores. Y lo serán para las elecciones de alcaldes, y posteriormente, en las presidenciales. Así que no se arrechen porque alguien critique a la ANC. Un ejemplo: el presidente Maduro ha anunciado en dos o tres oportunidades que "en la próxima semana anunciaré medidas contundente en materia económica. Medidas que estremecerán". Nada ha sucedido. Ese mensaje se ha repetido, sin vérsele el queso a la tostada. Y la presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, va por el mismo camino. Anuncios, anuncios, y no sucede nada. La gente sigue esperando. Esos anuncios que no se cumplen, pero crean, en la población un gran vacío, una frustración y una ascendente desesperación. Por favor, más acción y menos anuncios. ¡Se cansa uno!



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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