¿Qué Política? ¿Posibilidades reales? ¿Qué tipo de campaña?

La Izquierda y las elecciones presidenciales. ¿Para qué participar?

Hoy la izquierda venezolana sufre las consecuencias de una de las políticas más erráticas de Chávez y del proceso bolivariano: La perdida de autonomía y la cooptación del movimiento social. La situación es doblemente crítica. Por un lado, la inmensa mayoría de los dirigentes de los movimientos sociales venezolanos han sido cooptados por el aparato clientelar del estado venezolano, o por alguna maquinaria de los partidos políticos tradicionales (de izquierda o derecha); y por el otro lado, las direcciones de los partidos de la Izquierda Tradicional (PCV, PPT, Redes, MEP, UPV, agrupaciones desprendidas de la Liga Socialista, etc.) tienen un accionar y un discurso sumiso, clientelar, silente y/o, en última instancia, funcional a toda la política del gobierno de Maduro.

Esta Izquierda Tradicional no solo tiene un programa atrasado, repetitivo y estancado desde hace mas de 4 décadas, en el que se ignoran problemas centrales como los derechos político-sociales, el ambiente y los problemas de género, si no que además ha quedado atada a mecanismos de distribución de renta que los condiciona a tener una política complaciente con el ejecutivo nacional y las estructuras del estado. Y es que gran parte de esa izquierda estuvo vinculada a instancias de gobierno o, de hecho, ha gobernado en instituciones claves de poder, en los últimos 17 años. Estas ataduras la han desprendido de toda capacidad de reacción ante los ajustes neoliberales, la violación de la constitución y de los derechos contemplados en la misma, ante la perdida de todos los mecanismos democráticos de participación y de los planes extractivistas que viene ejecutando el gobierno de la cúpula del PSUV.

Dicha ausencia de reacción le abrió todo el camino a la oposición de derecha, unificada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), para canalizar el descontento popular a nivel nacional y un espíritu de lucha de un sector importante de la población. Varias son las razones del porque el gobierno se ha fortalecido en el último semestre de 2017, y una de las principales recae sobre la MUD. Cuestiones como: la apuesta hacia los atajos políticos, asumir propuestas inconstitucionales, no reflejar y canalizar las verdaderas exigencias del grueso de la población entorno al acceso a alimentos y medicinas, no presentar propuestas concretas para solucionar la crisis, vender la única lucha democrática y constitucional que han acompañado, como lo fue la del Referéndum Revocatorio, subestimar completamente a la cúpula del gobierno y, de incentivar movilizaciones de calle, guarimbas, acciones reaccionarias y enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, y al final de la jornada no asumir ninguna tipo de responsabilidad política por las más de 140 muertes ocurridas en 4 meses de movilizaciones, fueron factores claves para que la dirección de la MUD asesinara un inmenso capital político y fuera co-responsable en la desmovilización social y consolidación del gobierno de Maduro.

Producto de la derrota de las movilizaciones, la inercia de la izquierda y la campaña de miedo y de hostigamiento a la población por parte del gobierno, hoy el denominado sector despolarizado está completamente disgregado, desorientado y sin ningún tipo de propuesta o lucha unificadora, más allá de la consigna “Ni Mud, Ni PSUV”. A diferencia de la estructura del PSUV y de los partidos que hacían parte de la extinta MUD, este sector no tiene rasgos característicos que lo identifiquen. No tiene identidad. Es un sector grande e importante, que según varias encuestas ronda entre el 20% y 30% de la población, pero que no tiene espacios de encuentro ni tampoco una visión de país. La tarea pasa por reconstruir el tejido social en Venezuela, de crear espacios de discusión y lucha. Multiplicar por miles a nivel nacional espacios como la Plataforma contra el Arco Minero. El sector denominado despolarizado, no se va a mover por simples deseos o llamados agitativos. Ese sector se moverá a medida que se organice en base a la discusión y luchas.

Para los sectores independientes del país el panorama se dificulta aún más por la polarización que han instalado las cúpulas de los partidos políticos. Que ciertamente invisibiliza a todo lo que no se agrupe entorno al PSUV o la MUD, y que peor aún, limita o hace casi imposible un dialogo social entre estos sectores. Al final la consigna de “Ni Mud, Ni PSUV”, aunque acertada, carece del contenido necesario para generar el encuentro. Afincarse en que esa consigna sea el elemento unificador de una “Gran Oposición” es ignorar que la muerte de Chávez implicó un cambio de la etapa política en Venezuela, y que sectores que se opusieron entre ellos durante los últimos 3 lustros no se pueden unir esporádicamente sin una discusión previa. Si los sectores políticos independientes y ciudadanos que provienen del chavismo y de la oposición, no hacen un balance crítico y auto-crítico, sincero y respetuoso, si no reconocen que muchas veces fueron complacientes con los graves errores de sus líderes, difícilmente puedan encontrarse para construir algo. No reconocer que varios de los errores que se le critican a Chávez, repiten el mismo patrón rentista de la política que llevaron a cabo AD y COPEI durante la cuarta república, es volver a repetir nuevamente el ciclo.

La etapa que se abrió en Venezuela, con el fallecimiento de Hugo Chávez, se expresa en toda América Latina con el fin de ciclo de los gobiernos “progresistas”. Independientemente, tengan un discurso complaciente o un discurso de supuesta confrontación contra el imperialismo estadounidense, todos vienen concretando políticas neoliberales, planes extractivistas y negocios con transnacionales y el capital financiero internacional. ¿Cómo se explica que a pesar de las sanciones del gobiernode EEUU el ministro del Comercio de Donald Trump, Wilbur Ross, sea uno de los principales accionistas de las filiales de la empresa Navigator Holdings Ltd. que le hace servicio de transporte marítimo a PDVSA? ¿Como se explican los acuerdos firmados en 2017 con la compañía Horizontal Well Drillers y la corporación Halliburton, ambas estadounidenses?

Hoy lo central es construir un espacio y la identidad de otra izquierda en Venezuela. La izquierda de ese sector independiente. Que reflexione, investigue y haga propuestas factibles al país. Esto no implica cerrar las puertas de dialogo hacia lo que no sea de izquierda. Esas puertas se deben abrir, pero debemos entender que ese es un camino que requiere de paciencia, respeto y construcción de confianza. Tanto el chavismo como la oposición están contaminados con una simbología y un lenguaje repleta de vicios ideológicos que actúan como un muro de contención al relacionamiento de lo más diverso de la sociedad. Ese muro no se va a quebrar durante una campaña electoral, a excepción de que ocurriera una explosión social y ya el contexto sería otro.

Debemos aterrizar que hoy los sectores independientes, al binomio PSUV-MUD y todo lo que se desprende de él, no poseen los niveles de autonomía, organización y recursos para enfrentar a las maquinarias de Maduro y Lorenzo Mendoza, que son los que se vienen perfilando como posibles candidatos para la contienda presidencial. Levantar algún tipo de expectativas en que se puede obtener una victoria, descartando que el actual es un sistema electoral fraudulento, sería basar la campaña en una mentira o pecar de inocencia política. Hacer una campaña llena de falsas promesas electorales o de propuestas inviables o descontextualizadas, es repetir e incentivar la cultura asistencialista y paternalista de una política que ha generado una extrema dependencia de la población hacia las prebendas y migajas que ofrece el estado. La dirigencia de la MUD ya demostró que los atajos y las decisiones apresuradas solo conducen al vacío. No cometamos los mismos errores.



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Cesar Romero

Director Ejecutivo de CERLAS (Centro para la Reflexión y Acción Social). Activista de la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco. Ingeniero Metalúrgico. Investigador enfocado en la minería en Venezuela y sus impactos multivariables en los modos de vida.

 elcesar4789@gmail.com      @cesar_JMarea

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